28 dic 2023

LA VILEZA

 

Da la impresión que sólo se nos ablanda el corazón cuando se oyen villancicos y sacamos el espumillón. El frío nos vuelve sensibles a los reclamos que, desde ciertas organizaciones, se hacen para que ayudemos a las personas más desprotegidas, como si el estado de desamparo fuese estacional. Este es un engaño ante el que nos rendimos porque nos hace sentir bien, nuestra adormecida conciencia se queda en paz mientras nos lanzamos a consumir sin límites.

Que quieran, hacernos responsables de las injusticias y desigualdades  del mundo es algo ante lo que muchas veces no sabe uno como actuar, así que coge la opción que tiene más a mano: dar juguetes, donar alimentos etc.

Cuando era niña, en el colegio, el día del Domund (día del amor fraterno), nos daban a cada alumno un sobre para que los padres echaran el dinero que pudiesen. Este sobre era reclamado si tardabas en llevarlo a clase. A veces también nos “animaban” a salir para recaudar dinero con huchas que tenían varias formas: cabeza de negrito, cabeza de indio, cabeza de chinito…, este dinero iba destinado a la Misiones católicas que evangelizaban territorios paganos.

La irresponsabilidad de los gobiernos sigue siendo vergonzante, de vez en cuando vemos cumbres de Jefes de Estado que se reúnen con la excusa de arreglar un mundo en el que las desigualdades van en aumento “todos los meses del año”. Una vez acabada la reunión, cada mochuelo a su olivo y hasta la próxima.

En estos momentos hay muchos focos donde la violencia y el horror se desatan, provocando numerosas migraciones de aquellos que intentan huir de la guerra. Las ONGs son las encargadas de intentar suplir las carencias de poblaciones que carecen de lo más indispensable. Se contabilizan más de 30 conflictos armados en todo el mundo: Ucrania- Rusia, Israel-Gaza, Siria, Yemen, Etiopia, Birmania etc.

Pero, lo que ocurre en Gaza, produce un dolor casi insoportable, la masacre que se está llevando a cabo en aquel territorio por parte del ejército de Israel, donde los ataques no respetan los derechos más elementales del ser humano, es, posiblemente lo más parecido al intento de exterminio de un pueblo, desde los execrables campos nazis. Esta barbarie transcurre en los lugares donde la Biblia sitúa la historia que estos días se conmemora en todo el mundo de influencia cristiana.

La última noticia, relacionada con lo que hoy he intentado contar, la ha proporcionado el vicepresidente de nuestra región, quien anuncia la retirada de subvenciones a las ONGs  “que no condenen los actos de Hamás o coarten la libertad de expresión”

“Aunque puedas pensar que están muy lejos, llaman a tu corazón. Niños de todo el mundo, padecen y mueren de inanición. Biafra, Chad y Malí­, India, Camboya, Honduras y Vietnam. Sólo, sólo necesitan que una mano amiga les ayude a caminar….” Glutamato YeYé  (1984).

 Glutamato Ye-Ye "Todos Los Negritos Tienen Hambre y Frio"(La Bola de Cristal) 20-10-84


 

23 dic 2023

VER LOS CARTELES

 

Ir a ver los carteles es una expresión que ahora no significa nada pero que para los de mi generación eran el preámbulo de una ilusión. En esos años, los jóvenes, no teníamos muchas cosas dónde elegir a la hora de divertirnos, sin duda una de ellas era el cine. Ir al cine era todo un proceso que comenzaba yendo a “ver los carteles”.

El precioso y ya desaparecido “Salón Espuña era el lugar donde se proyectaban las películas. Al entrar te encontrabas con un gran vestíbulo (para mí, entonces, lo era) donde se podían ver grandes carteles, colgados de las paredes, con fotogramas de las diversas películas que se proyectarían próximamente, ahí comenzaba la magia. Podíamos pasar horas mirando para elegir lo que veríamos, nuestro interés siempre eran los miércoles, día del productor, que era más barato, y, a veces los fines de semana que solía ser programa doble.

El día elegido siempre quedábamos un rato antes de las cuatro de la tarde. Aun no estaba la costumbre de quedar a tomar café (tampoco había dónde), pero íbamos a la confitería de Juanico que estaba enfrente del Jardín de los Patos y comprábamos la merienda, en el quiosco de la Tía Joaquina nos aprovisionábamos de un cartucho de pipas o torraos (el cartucho era la manera de envolver, lo que comprabas, en papel de estraza. También se usaba este sistema en las tiendas que vendían a granel. Las bolsas de plástico no formaban parte de nuestras vidas)

El recinto de salón Espuña constaba de varias partes: la primera era el nombrado vestíbulo, desde el, atravesando unas grandes puertas, se llegaba al ambigú, zona que rodeaba a todo el salón, allí se encontraba la cantina en la que vendían bebidas. A ambos lados del salón, donde estaba el escenario-sala de proyección, había dos puertas de acceso al mismo, cubiertas con pesadas cortinas que impedían pasar la luz. Cruzar esas cortinas era pasar a otro mundo, la realidad se quedaba afuera.

Allí nos enamorábamos de actores inalcanzables y vivíamos las más aguerridas aventuras en las que siempre sabíamos, sin género de dudas, quienes eran los buenos, a los que aplaudíamos con entusiasmo, y quienes los malos, que eran abucheados con igual fervor.

La sesión era continua, podías estar toda la tarde viendo las mismas películas una y otra vez. Alargando todo lo posible el momento de volver a cruzar el telón de la puerta.

Como se ve el cine actualmente, a mí me va genial, tengo al alcance la posibilidad de ver desde casa cualquier película. Sin embargo nada puede sustituir ir al cine, y, por supuesto, nada podrá sustituir el ver una película desde los incómodos tablones del “gallinero” o desde las hundidas butacas, mientras soñabas y descubrías otro mundo más amable que el que había afuera.

 


4 dic 2023

EL HUMANO DERECHO A TENER MIEDO

                                                           


“No aceptes lo habitual como cosa natural. Porque en tiempos de desorden, de confusión organizada, de humanidad deshumanizada, nada debe parecer natural. Nada debe parecer imposible de cambiar” Bertolt Brecht.

El imperativo “valiente” tomado como una exigencia para afrontar la vida, muchas veces se convierte en una carga y otras en una excusa. Sentirse mal por no ser capaz de hacer algo o hacer algo que no quieres porque es lo que se espera de ti, provoca que muchas veces nos angustiemos ante las expectativas del otro. Considero que ser valiente no consiste en no tener miedo, si no en seguir adelante, a pesar de sentirlo.

Reconozco que siento un poco de temor cada vez que he de vacunarme del Covid, no así de la gripe que es un virus mucho más familiar (aunque cada año sea diferente). Quizás todo consiste en eso, en la costumbre, y, las personas, nos acostumbramos fácilmente a muchas cosas.

A  veces, el miedo se inocula en la sociedad de manera intencionada, para “vacunarnos” y hacernos sentir que lo que pasa no va con nosotros.

Así, somos capaces de sentir miedo y dolor por los niños palestinos e israelíes que mueren o son tomados como rehenes. Pero nos pilla lo suficientemente lejos como para que el temor y el dolor sean soportables, además nosotros no somos ni árabes ni judíos.

Ante la guerra ruso-ucraniana ya estamos inmunizados. Nos angustiaba ver las estaciones de tren llenas de familias que intentaban huir del conflicto, de padres que se despedían de sus hijos llorando pero ahora apenas la sabemos diferenciar de cualquier serie de Netflix que vimos hace tiempo, además nosotros no somos ni rusos ni ucranianos.

Que Argentina tenga un presidente incalificable y delirante, se nos muestra casi como si fuese una comedia y es que, además, nos pilla bien lejos, en el otro extremo del mundo, allí donde la navidad se celebra en verano.

Los medios de comunicación son los encargados de poner el foco donde y cuando conviene, desenfocando lo que no interesa, para que sigamos pensando que no va con nosotros.

Creo que es bueno sentir miedo, es la alerta que nos avisa de que seguimos siendo humanos. Sin embargo cuando el miedo es excesivo, se puede confundir con la valentía y esta, a su vez, con la violencia que nos puede arrastrar a caminos equivocados y peligrosos.

Las vacunas que me puse el jueves pasado me hicieron reacción, aproveché esos días de malestar para empezar a ver dos series que os recomiendo. Una está en Filmin, se llama “Furia” y trata sobre el creciente aumento de la extrema derecha en Europa y los colaterales conflictos raciales. La otra se puede ver en Disney (Asesinato en el Fin del Mundo) y va sobre la IA, Inteligencia Artificial o como la nombran en esta serie, Inteligencia Alternativa.

                                                                 "Furia" tráiler



 

 

 

 

28 nov 2023

APRENDIENDO A SER LIBRE

 


Amancio Prada siempre ha sido uno de mis cantantes preferidos. Una de sus obras más hermosas “El Canto Espiritual de San Juan de la Cruz” tardé mucho en escucharla, alimentada por mis prejuicios. La juventud y el apasionamiento que acompañan a la misma, me llevaba más a escuchar canciones comprometidas, algunas prohibidas, que iban más acorde con mis ideas.

En una etapa difícil de mi vida, asistí a un curso de cuerda seca, en él, Chencho, que era el maestro, siempre nos ponía música y él fue quien me alentó a escuchar esa obra musical. Reconozco que esto supuso un cambio en mí, el cambio de aprender a diferenciar el apasionamiento provocado por las canciones que me contaban lo que me gustaba oír, del sereno placer de escuchar otras músicas.

Esta anécdota personal, viene al caso porque hoy pensaba escribir mi columna dejándome llevar por el enfado que me provocan muchas de las situaciones que están pasando en el mundo y más concretamente en nuestro país: la olvidada guerra de Ucrania, el casi olvidado conflicto de Israel y Palestina o las violentas actuaciones de algunos grupos en Madrid.

Pero nada más ponerme a teclear he recibido una noticia que actuado como un bálsamo que ha hecho desaparecer ese malestar acumulado.

El laudino de mi padre, uno de sus instrumentos más queridos y que le ayudó a pasar muchos malos tiempos, como el confinamiento, ha encontrado otras manos que lo han hecho vivir, sonar, de nuevo.

La música siempre fue la gran pasión de mi padre. Él me contaba que, después de trabajar todo el día, siendo aún muy joven, iba a aprender a tocar el laúd con un músico que era ciego.

No recuerdo ningún momento familiar en que, al final, no apareciera el laúd en sus manos. Cuando tocaba, se aislaba, la música lo envolvía y no sé a qué lugar lo transportaba. Hasta el día antes de morir estuvo practicando.

Ningún hijo hemos heredado su talento musical, por eso era muy importante que cuando el ya no estuvo, sus bienes más preciados, que eran sus laudes, fuesen a parar a las manos adecuadas, que lo supiesen valorar y utilizar con el mismo amor que él lo hacía.

Así que, el recuerdo de mi padre y su música han sosegado la inquietud que estos días provocaban en mí cada noticia que leía, referente a situaciones ante las que una no puede hacer nada.

Tomar distancia, aprender a separase de aquello que nos provoca angustia, para ocupar un lugar desde el que poder ver las cosas de otra forma, es un aprendizaje fundamental (aunque, a veces, cueste)

“Bienaventurado el que, dejando aparte su gusto e inclinación, mira las cosas en razón y justicia para hacerlas” San Juan de la Cruz

“…Blanca te quiero, como flor de azahares sobre la tierra. Pero no mía ni de Dios ni de nadie ni tuya siquiera” Agustín García Calvo

 


14 nov 2023

QUE SÓLOS SE QUEDAN LOS MUERTOS

                   



                                 

La víspera del día de Todos los Santos, fui al cementerio a llevar flores. Esta es otra de las cosas que han cambiado en mi forma de pensar. Sigo creyendo que hay que llevar flores cuando el recuerdo te empuje a ello pero ahora también pienso que el 1 de Noviembre en concreto tiene un significado más social y no por ello menos importante. También siento que hay que tener en cuenta no lo que una mismo piense, si no lo que a tus seres queridos les hubiese gustado.

El cementerio estaba lleno de vida, muchas personas, mujeres en su mayoría, iban de un lado para otro, con flores, cubos de agua, trapos para limpiar y todo lo necesario para honrar el lugar donde reposan sus antepasados. En contraste con todo ese color y vida que vestía al cementerio, y, salpicando el paisaje de vez en cuando, se ven tumbas rotas en las que el abandono y el paso del tiempo ha ido dejando su huella.

Siempre que veo alguna de estas, pienso qué historia habrá detrás; quien estará allí enterrado (a veces la lápida no tiene nombre). Los que reposan en las tumbas más o menos cuidadas imagino que aún tienen quienes pueden contar su historia. ¿Habrá alguien en algún lugar que recuerde la historia de los otros para poder contarla?

Por otro lado cuando visito nuestro cementerio, siempre siento que falta un espacio civil, un lugar para quienes no son católicos y de esa forma hacer que el respeto por las diferentes creencias vaya más allá de la muerte. No sé cuándo esto será realidad, considero que es una necesidad que nadie se atreve a afrontar.

Al regresar a casa puse la televisión y me di de bruces con otra realidad, todas las cadenas (todas) emitían el acto de jura de la Constitución de Leonor, una chica de diez y ocho años recién cumplidos a la que se ha designado como sucesora al trono de España, (en clara contradicción con el artículo 14 del documento ante el que juraba, que dice así “Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”). El barniz con que han dado brillo a este acto es la supuesta igualdad entre hombres y mujeres y yo me pregunto ¿el feminismo era esto?

Cuando acabaron las diferentes conexiones con el Congreso de los diputados y con el reparto de pastelitos con la bandera de España, las pantallas se llenaron de zombies, fantasmas y monstruos de toda clase que tomaban las calles y los programas. Las RRSS le pusieron un nombre a esto “Halloqueen”

Esa noche, en casa de mi madre, el sueño brilló por su ausencia. El jaleo de la calle, los gritos y algarabía de Halloween inquietaron a mi madre y a mí me impidieron dormir pensando en todo lo que el día había dado de sí “Que solos se quedan los muertos” decía Bécquer, yo creo que los vivos, algunas veces, también.

                                          



2 nov 2023

LA BASURA Y EL PLANETA

 



En este mes de octubre la salud mental cobra protagonismo, se suceden actos y discursos que ponen en valor la necesidad de una mejor atención y recursos para atender a una población, cada vez mayor, que padece trastornos relacionados con una salud mental en riesgo.

Una tarde vi que, en una cadena privada, estaban retransmitiendo un reportaje sobre unos vecinos  agobiados por la forma de vida de otro vecino, los tertulianos hablaban de síndrome de Diógenes y otras patologías. El tema captó mi atención y me quedé a verlo.

El programa envió a una reportera a la casa del hombre en cuestión, las cámaras grababan la puerta de esta persona, la suciedad y algunos bichos que corrían por la pared. La reportera, micrófono en mano, aporreaba la puerta mientras, desde el plató, la señora presentadora le decía “Ten cuidado con la mano no vaya a ser que te muerda algún bicho”, (como si estuviese abriéndose paso en la jungla).

Este señor no abrió la puerta porque no estaba en casa, entonces salieron a buscarlo a la calle, a la zona de los contenedores de basura donde solía pasar su tiempo, lo interceptan mientras está rebuscando en uno de ellos, le pixelan la cara pero dicen su nombre y apellidos, la “periodista” le dice que sus vecinos están preocupados, él dice que busca algo de comida porque está en paro. Periodista: “yo, viéndote la piel, las heridas y el pelo, tu llevas sin bañarte seis meses” vecino “más, más, pero no se lo digas a nadie”.

Las vecinas comentan que sufren plagas de bichos y malos olores, creen que el hombre tiene problemas mentales y que la ley tiene que hacer algo, está sin tratamiento y necesita que lo cuiden. Una de ellas dice que la situación le ha provocado trastornos mentales y ha tenido que ir al psiquiatra “desde que me levanto hasta que me acuesto pienso en lo mismo, en como quitarnos a este hombre de encima”

La reportera, una de las veces que habla a cámara, dice que la “filosofía de vida” de este hombre es que los bichos también tienen derecho a vivir, que lo que encuentra en la basura son tesoros y que por eso no quiere deshacerse de ellos.

Las imágenes vuelven al plató y después de que cada uno de su opinión al respecto (unas más humanas que otras), la presentadora del programa se dirige a la reportera que estaba en la calle diciéndole: vete de ahí, ese tío lo que es, es un marrano y un asqueroso.

Quizás medir las palabras y pensar antes de decirlas sería importante en el ejercicio periodístico también el respeto a las personas y su intimidad, pero sobre todo investigar el origen del problema no los síntomas.

Es la primera vez que veo este programa y creo que será la última. Unas semanas más tarde esa presentadora recibió, de una editorial vinculada a su empresa, uno de los premios literarios de más “valor” de nuestro país, en concreto un millón de euros.

                                 Laura Sam "Smog"          


24 oct 2023

NI TANTO, NI TAN POCO

Pirulí de la Habana

 El sábado pasado fui a un conocido supermercado de nuestro pueblo, no me gusta ir a comprar en fin de semana porque suele haber mucha gente, pero me pillaba al paso y entré a por dos o tres cosas que necesitaba.

Nada más entrar me dieron ganas de salir pitando, el gentío que llenaba el establecimiento era asombroso, me recordó los primeros días de pandemia, (algún cliente hizo bromas refiriéndose a esto). Las cajas funcionaban a toda marcha, las colas de compradores ante ellas eran interminables. Compré con rapidez, suelo llevar una lista con lo que necesito, y salí a la calle con una sensación de irrealidad.

Conforme pasan los años me doy cuenta de que me voy desacostumbrando a muchas cosas de nuestro actual modo de vida, también me obligo a pensar que las cosas pueden ser de otra manera. Ese día recordé como vivíamos en mi casa cuando era pequeña donde nunca nos faltó comida en la mesa a pesar de que nunca vi una compra tan grande como la más pequeña de los carros del supermercado.

Mi madre iba los martes al mercado y compraba lo más esencial, sobre todo verduras, la fruta la solía traer del campo mi padre cuando llegaba de trabajar. Las legumbres, conservas y otras cosas como el azúcar las comprábamos en la tienda del barrio, el pan lo llevaba el panadero. Carne y huevos de los conejos y gallinas que criábamos en el corral (la carne de cordero se compraba en la plaza de abastos, también los embutidos) la leche de una cabra que también teníamos.

No teníamos frigorífico, en casa había una pequeña despensa y una especie de jaula llamada fresquera dónde se metían la carne y otros alimentos frescos que, de todas formas, habría que consumir en pocos días. En verano se hacían conservas y mermeladas que consumiríamos en invierno. La primera vez que en casa se compraron yogures fue como una celebración. Todos los días había un plato de guiso en la mesa, fruta y ensalada.

No conocíamos marcas ni golosinas. El pan con chocolate de la merienda, los dulces de navidad que se hacían en la panadería de mis abuelos, eran las cosas más sofisticadas que comíamos, junto a los pirulís “pirulís de La Habana que se comen sin gana” y turrones que se vendían en la feria.

No recuerdo esta vida como perfecta. Había muchas carencias, no precisamente alimenticias. Teníamos lo justo para comer  e injusticia para casi todo lo demás.

Ahora tenemos tantas cosas que se inventan necesidades innecesarias, como es casi todo lo que consumimos, para que andemos como el burro tras la zanahoria, entretenidos en conseguirla, sin mirar a los lados donde ocurre lo que, de verdad, importa.

                                                                 Una de "El KanKa


17 oct 2023

ALTA VELOCIDAD


Hace unos días viajé en el AVE por primera vez. El tren siempre me ha gustado como medio de transporte pero esto es diferente.

En el AVE la dimensión tiempo cambia y el viaje que antes duraba cuatro horas o más, ahora sólo dura dos horas y media. Salí de Murcia a las dos del mediodía y a las cuatro y media ya estaba en Madrid.

Esto, unido a la mayor amplitud de los vagones (aún yendo en segunda clase) hace que el viaje sea mucho más cómodo. Hay conexión a Internet y enchufes para poder cargar el móvil. Aparentemente todo son ventajas ¿o no?.

Ahora disfruto menos del viaje, esas casi cinco horas que tardaban los trenes antiguos se convertían en un paréntesis lo suficientemente largo para desconectar mientras te dejabas llevar. Leer un libro, escuchar música mientras disfrutaba del paisaje que cambiaba según iba avanzando o dependiendo de la estación del año, podías dormir, tomar un te, escribir… echo de menos esto aunque ahora llegue más descansada.

Este diferente modo de viajar en tren va más acorde con la vida actual en la que cada vez, hay menos tiempo para reflexionar o simplemente para dejar que los pensamientos desconecten del estrés diario. La excesiva velocidad hace que el paisaje apenas lo disfrute, además hay bastantes tramos soterrados. Tampoco soy capaz de leer ni escribir, es como si el tiempo se me escapase y no diese para mucho. Aprovecho para escuchar algún programa de radio.

Sin duda lo más reconfortante del trayecto es cuando, llegando a la primera parada, los altavoces anuncian: Próxima parada “Orihuela-Miguel Hernández “ y en la última, llegando a Madrid: Próxima parada “Madrid Chamartín-Clara Campoamor”, la otra estación madrileña es “Madrid puerta de Atocha-Almudena Grandes”.

Estos detalles, aunque pequeños, me hacen seguir creyendo en esa rendija por donde se cuela la luz.

Miguel Hernández- Serrat



5 oct 2023

GENTE SENCILLA

 


“Me gusta la gente simple, aunque yo soy complicado. La gente de casa pobre y corazón millonario…” Facundo Cabral

Cada vez que tengo que ir al banco, vuelvo a casa con una sensación de malestar e impotencia que me supera. Hoy ha sido uno de esos días.

Me duele el alma y se me encoge el estómago cuando veo el desamparo de los hombres y mujeres, clientes de la entidad bancaria que, sumisamente, esperan su turno para que alguien  les oriente y así poder disponer de su propio dinero. La mayoría de estas personas son gente mayor (los jóvenes se manejan desde el móvil o el ordenador) para quienes los cajeros automáticos son máquinas  cuyo funcionamiento les es completamente ajeno. Las personas de más de setenta años no son tenidas en cuenta y son forzadas a tener que depender, obligatoriamente de otros. 

Creo que en las últimas décadas, se ha avanzado, tecnológicamente, a un ritmo desenfrenado no comparable a ninguna otra época de nuestra historia. Todo cambia tan rápido que, de una generación a otra hay una brecha cada vez más grande. Los oficios artesanales que se aprendían y servían de sustento a tantas familias, han sido sustituidos por grandes empresas y corporaciones.

Nadie quiere quedarse atrás y en esta acelerada huida hacia adelante, cada vez es más difícil pararnos a pensar en lo que, de verdad, necesitamos. La vida sencilla se confunde con no ser moderno. Escribir un poema de amor ha dejado paso a hacer un video en tik tok. Los jóvenes pueden conseguir dinero fácilmente y sin ningún tipo de control, exponiendo partes de su cuerpo en OnlyFans. La cantidad de aplicaciones móviles es inabarcable y las leyes al respecto inexistentes.

Últimamente se habla mucho de la IA (Inteligencia Artificial) y todas las posibilidades que alberga, algunas ya incorporadas a nuestra vida diaria. Pero la noticia que nos ha impactado es de qué manera se puede invadir y manipular la intimidad de las personas utilizándola. “Madres denuncian la  publicación y difusión de imágenes generadas por IA, de sus hijas menores desnudas” (La Vanguardia). “El actor Stephen Fry denuncia que la IA ha usado su voz sin su permiso para un documental” (ABC). Imagino que lo que conocemos sólo será la punta del iceberg de lo que en realidad se puede llegar a hacer.

Yo seguiré reivindicando la pausa, la lentitud, la sencillez, la conversación, la lectura, la música con rima y melodía, la comida cocinada sin prisa, la mirada, la palabra.

“Me gusta la gente simple que hace la silla y la mesa, los zapatos de mi madre, el vestido de Teresa. La que ríe fácilmente, la que fácilmente llora, la que inocente confía que un día cambien las cosas...” Facundo Cabral

 


28 sept 2023

ALERTAS

 

Desde hace algún tiempo me cuesta reconocer el mundo en que vivimos, es una sensación que me acompaña, sobre todo, desde la pandemia. El largo verano que este año empezó en mayo y aún colea en septiembre, ha sido calificado como el tercero más cálido desde que hay registros, con cuatro intensas olas de calor rematadas con una DANA. Pero creo que pasará a la historia por más cosas.

Los últimos días de agosto y primeros de septiembre los pasé en Madrid, para ver a mi familia pero también un poco por huir de las noches asfixiantes. El domingo, día 3, me encontraba preparándoles unas galletas a mis nietos cuando, a eso de las 14.30, mi móvil se iluminó y empezó a sonar de forma rara y estridente, miré y vi “Alerta presidencial” y algo escrito en inglés. Me asusté de una manera que no sabría explicar, lo primero que pensé fue en mi pueblo y en Murcia y su presidente (acababa de leer alguna noticia poco halagüeña sobre nuestra región)  segundos más tarde el mensaje llegó en castellano y también en un audio. La alerta era de Protección Civil y la Agencia de Seguridad y Emergencias de la Comunidad de Madrid. Que informaba sobre la amenaza de tormentas e inundaciones en las próximas horas.

El susto no se me quitó a pesar de saber lo que era. El pánico que me produjo la alarma me duró unas horas. Mis familiares reaccionaron con normalidad y no entendían por qué la alarma me había afectado tanto. Una persona me dijo: es que la gente de tu generación habéis vivido muchos momentos críticos. Esto me dio que pensar y creo que es verdad, en los instantes que sucedieron al sonido de alerta vinieron a mi memoria un sinfín de recuerdos y situaciones que no me gustaría que volviesen a repetirse. El actual clima social es tan desapacible o más que esa peligrosa situación climática de la que se nos avisaba.

No hay día en que el odio no se asome a nuestras vidas. No hay día en que la violencia contra las mujeres no sea protagonista de alguna forma. No hay día, ni medio de comunicación, en el que no se trate de blanquear situaciones y actos aberrantes en horarios de máxima audiencia. Día sí, día también, puede sentirse la intención de unos y la indiferencia de otros ante el desmantelamiento de lo público. Podría seguir…

La imagen que me queda de este verano es la del Neoliberalismo llevado a su máxima expresión, millones de turistas abarrotando zonas de especial interés arquitectónico y cultural, cámara en mano, mirándolo todo a través de su objetivo. Restaurantes y bares poniendo normas como el límite de tiempo para estar sentado en una terraza o que un solo comensal no podía ocupar una mesa.

Tras la contención obligada por la pandemia, todo se ha desbordado. Me parece que urge volver a reconstruir los límites borrados, pero, para eso, no suena ninguna alarma o quizás no para de sonar y no queremos escucharla.

“Cuanto más crítico es un grupo humano, más democrático y permeable es” Paulo Freire.

" En el año 2525"



21 sept 2023

CANTO, QUE MAL ME SALES, CUANDO TENGO QUE CANTAR ESPANTO

  




Este once de septiembre ha hecho cincuenta años del golpe de estado que las fuerzas armadas, al mando de Pinochet y con la ayuda de los EEUU, dieron al gobierno de la Unidad Popular liderada por su presidente, el socialista Salvador Allende.

El dieciséis de septiembre de ese mismo año, 1973, asesinaron, después de torturarlo, a Víctor Jara en el Estadio Nacional de Chile, a la edad de veintitrés años. Víctor había sido detenido unos días antes en la Universidad Técnica del Estado que hoy se llama Universidad de Santiago de Chile.  El pasado veintinueve de agosto, sus asesinos fueron juzgados y condenados. Han tenido que pasar cincuenta años para ello.

Hace cincuenta años yo tenía catorce y estaba en el instituto. Los adolescentes de aquellos años no teníamos internet ni ningún otro medio para informarnos de lo que pasaba en el mundo, además la  censura estaba al acecho para que no nos enterásemos de ninguna noticia “contaminante”. Sin embargo, supimos (siempre hay como)  lo que estaba pasando en Chile, la caída del Palacio de la Moneda y la muerte de Allende.

En el Instituto, entonces “Sección delegada de Instituto Ibáñez Martín de Lorca”, se publicaba una revista dirigida por el profesor de literatura Don José Calero Heras. No recuerdo el nombre de dicha publicación pero en ella escribíamos los alumnos que queríamos participar, supervisados por el citado profesor.

Un tiempo después de lo sucedido en Chile, propuse escribir un artículo sobre Víctor Jara en esta revista y Don José me dio su aprobación, aunque me advirtió de  la dificultad que me supondría encontrar información. Eso no fue un impedimento para mí y escribí sobre el cantautor.

En estos días de conmemoración de aquel trágico suceso, recuerdo todo como si hubiese pasado ayer. Son momentos de la historia que pasan a formar parte de una misma. La dictadura que aún se sufría en nuestro país, nos hermanaba con el auge de las dictaduras en Sudamérica.

Aún hoy sigo con interés las noticias de Chile y Argentina gracias a que la información está ahora más al alcance de todos. En YouTube, coincidiendo con el aniversario del golpe la TVN (televisión nacional de Chile) ha publicado una mini serie llamada “La sangre del camaleón”, también la emite Movistar Plus. Cuenta la historia, durante la dictadura, de un grupo organizado que pretendía atentar contra Pinochet. Está basada en una historia real.

Víctor Jara, su admirada Violeta Parra, que se había suicidado seis años antes (ver en Filmin “Violeta se fue a los cielos”), junto a grupos como Quilapayun (Cantata de Santa María de Iquique) o Inti- Illimani forman parte de mi banda sonora particular.

“…Canto, que mal me sales, cuando tengo que cantar espanto. Espanto como el que vivo, como el que muero, espanto. De verme entre tantos momentos del infinito, en que el silencio y el grito son las metas de este canto…” (Último poema de Víctor Jara, escrito en el Estadio de Chile).

"Canto que mal me sales" Isabel Parra

                                      


12 sept 2023

NO ME HA GUSTADO, ¿PERO QUÉ HAGO?



 

Hace unas semanas, toda España pudo ver el primer día de la princesa Leonor como alumna de la Academia General Militar de Zaragoza. La que, se supone, será futura reina de nuestro país se integra así en una nueva promoción de caballeros y damas cadetes, futuros oficiales del Ejército de tierra, la Guardia Civil y los Cuerpos Comunes de la Fuerzas Armadas. La princesa llegó a la instalaciones militares acompañada de una comitiva de vehículos que dejaba a las claras que quien llegaba no era una más. La noticia no hubiese llamado mi atención, más allá de por ser el reflejo, una vez más del incumplimiento de la máxima de que “todos los españoles somos iguales”, si no hubiese sido por lo que reflejaban las caras de los protagonistas. La joven mostraba una actitud seria y temerosa que los medios cortesanos describían como reflejo de una supuesta responsabilidad, detrás de ella la sonrisa ufana y satisfecha de la madre chocaba con la cara de la chica que no sonrió en ningún momento. El padre también andaba por allí, vestido de militar, como Jefe que es del Estado y de las Fuerzas Armadas.

Me hubiese gustado saber lo que pasaba por la cabeza de la hija en esos momentos y que piensa de que otros elijan por ella y su futuro. ¿De verdad es necesario enseñar a una persona a formarse para la guerra? Quizás aprendería mucho más viviendo un tiempo en cualquier campo de refugiados, por poner un ejemplo.

En un ámbito mucho menos castrense y más plebeyo ocurrió el evento que mantuvo en vilo, el pasado domingo, a todo el mundo. La Selección Española Femenina de Fútbol, se alzó con la victoria como campeona del mundo de dicho deporte. A mí no me gusta el fútbol pero me alegra ver cuando las mujeres son tenidas en consideración y se les da el lugar que merecen por algo que se viene luchando tanto tiempo. Las imágenes del grupo de mujeres con la camiseta de la Roja, celebrando la victoria, ha dado la vuelta al mundo. Aunque, por desgracia, también ha sido noticia la actuación de otra persona, el presidente de la Federación Española de Fútbol, un tal Luis Rubiales, que ni corto ni perezoso, se plantó ante la capitana del equipo, Jennifer Hermoso, y sujetándole la cara con ambas manos le dio un beso en la boca. (Aquí es donde agradezco el tener un límite de palabras en mi colaboración, pues se me ocurren varias cosas que mejor no decir). Sólo me quedo con lo que la jugadora dijo en los vestuarios “No me ha gustado, pero qué hago”. Estas palabras dicen tanto.

Relacionado con otra jugadora de nuestra selección, la que metió el gol de la victoria, Olga Carmona, también hay una noticia que me parece inhumana; el padre de Olga falleció antes del partido pero a ella no se le comunicó la noticia hasta después de acabar el mismo para que esta no pudiera influir en el juego de la jugadora. Alguien me dijo una vez que al futbol femenino sólo se le tendría en cuenta cuando generase dinero, quizás es lo que está pasando ya, por eso la maquinaria no podía arriesgarse a tener un contratiempo. No puedo dejar de pensar que, de nuevo, se ha tratado a una mujer como a una niña o ni siquiera como eso.

“Un mismo gesto puede expresar la libertad del deseo o el deseo de control” Irene Vallejo

"soy un nenúfar solitario" rareza encontrada en youtube

 

                                                

 

 

2 ago 2023

FELICES LOS CUATRO

 

Parecía que nunca iba a acabar, pero al fin, terminó. Me refiero al largo periodo electoral en el que vivimos desde el pasado mes de mayo.

Primero tuvieron lugar las municipales y regionales. Tras el resultado de estas, asistimos la convocatoria inesperada, por parte del Presidente del gobierno, de las elecciones generales que acabaron el pasado domingo día 23 de Julio.

La jornada electoral donde se elegía a quienes formarán el nuevo gobierno, no fue un día cualquiera. La tensa campaña llevada a cabo por los dos bloques de partidos principales, (durante la cual se han se han pasado las líneas del respeto más básico varias veces) sumado a la amenaza de la entrada de la extrema derecha al gobierno, hacía que se respirase un ambiente denso y caldeado que las altas temperaturas no aminoraban.

La espera y el resultado, mantuvo al país en vilo hasta altas horas de la noche. Pero, no sé por cual motivo, pasados los primeros momentos de estupefacción, todos estaban contentos y, aún más, todos se sentían ganadores.

No lo entiendo. La realidad es que el bloque formado por la derecha ha sacado más votos y como consecuencia más diputados, pero no los suficientes para gobernar. Por otro lado el bloque progresista ha obtenido menos votos pero, si negocia bien con sus posibles aliados, podría formar gobierno. Esto es la Democracia que quedará reflejada en la capacidad de unos u otros a la hora de dialogar y llegar a acuerdos.

Nada está decidido y, como digo, no acabo de comprender la alegría en mayor o menor medida, de unos y otros. El escenario está lo suficientemente confuso como para que, de aquí a unos meses, tengamos que ir a votar de nuevo. Esto haría que, la única victoria real, el freno a la ultraderecha, volvería a estar en peligro.

Siento que tenemos ante nosotros un futuro incierto con demasiadas variables que no son de mi agrado. No me gustaría ver nuestro país bajo un gobierno que tiene sobre su cabeza sombras tan indeseables como las de: Personas relacionadas con el narcotráfico que tanto daño hizo y sigue haciendo en nuestro país. Grupos que aún siguen manteniendo entre sus filas a quienes en un momento histórico gravísimo, marcado por el terror, formaron parte activa del mismo. Individuos con conductas violentas contra las mujeres. Tampoco quienes hayan mantenido conductas de desacato institucional o  estén marcados por la corrupción de cualquier tipo.

Hay demasiadas líneas rojas que no deberían cruzarse sólo por el hecho de formar gobierno. Quienes nos gobiernen deben de ser un ejemplo para las generaciones venideras, demostrarles que no todo vale. Claro que, por otro lado, la persona más principal, la encargada de ir llamando a los candidatos para escuchar sus propuestas, debería también ser referente de esa ejemplaridad.

No estoy nada tranquila con lo que está pasando y con la facilidad con que vamos asumiendo cosas inasumibles.

"Fábula de los conejos" Ismael Serrano

                                     

28 jul 2023

PERDIDOS

 

“En la vida, la duda debe seguir a la convicción como una sombra” (Albert Camus)

La serie “Perdidos” fue la primera que produjo en mi esa necesidad de tener que ver un capitulo tras otro, necesidad como consecuencia de que podía hacerlo ya que tenía a mi disposición temporadas enteras. En las series que había visto hasta entonces se podía disponer de un capitulo a la semana, con esta la espera era de una temporada a otra.

En un verano, insoportable por tantas cosas, estoy volviéndola a ver y he encontrado en ella un refugio de tranquilidad y evasión. Estoy viéndola a la vez que transcurre esta segunda campaña electoral y, a ratos, me parece más verosímil la trama fantástica que transcurre en una isla que la que estamos viviendo.

No recordaba muchas de las situaciones que ocurren en esta obra de ficción, lo que la hace mucho más interesante. Casualmente quienes viven en la isla antes de la llegada de quienes conocemos primero, son supervivientes de una epidemia mortal cuyas consecuencias los tiene limitados y condicionados por el miedo y una serie de rituales sin sentido que se repiten, sin saber por qué pero con la certeza de que si no lo hacen será el final de no se sabe qué.

Hablar de la serie supone hacer spoiler, aunque ya van a hacer 20 años del estreno de su primera temporada. Solo diré que en ella se hace una interesante lectura de la naturaleza humana.

Por muy peregrinas y sorprendentes que sean las situaciones que se viven en esta historia, a todas acaban por acostumbrarse o resignarse quienes las sufren, pocos son los que siguen en la tarea de buscar una salida. Como he dicho, el verla en paralelo a todo el proceso político que estamos viviendo me hace sentir, a veces, que podríamos formar parte de una de las muchas historias que se narran.

Eché en falta el lunes 10, durante el primer debate televisivo de esta campaña, una “máquina de la verdad”. He de reconocer que no aguanté viéndolo más de 15 min. Observar cómo se utilizaba la mentira con la mayor impunidad y sangre fría, me produjo una sensación mezcla de angustia y miedo, al día siguiente todos los medios daban como ganador al emisor de falsedades. Que la Realidad y la Verdad se diluyan, sin consecuencias, no puede traernos nada bueno. Las encuestas cambian de un día para otro y no acabo de entender ese trasiego de cifras y datos.

En “Perdidos” ocurre algo similar, la Verdad y la Realidad, no son iguales para ninguno de ellos, cada uno tiene su historia que, a veces, se entrecruza con la de “los otros”.

Este periódico saldrá unos días antes de la “Jornada de reflexión”, sólo quedan unos días para conocer que pasará. Espero que suceda lo mejor para las personas, el entorno y la vida.

“Suena en cada cabeza un hermoso runrún. (Nos quieren en soledad, nos tendrán en común)” Nacho Vegas.

                                                               "Runrún" Nacho Vegas


 

 

19 jul 2023

LA PRIMERA LAVADORA



 

Frases como: “Mi marido me ha comprado un frigorífico” o “mi marido me ha comprado una lavadora”, por poner dos ejemplos, era habitual escucharlas en conversaciones de mujeres de los años sesenta. Se decían con orgullo y para dar a entender que la economía familiar era un poco mejor.

Hasta 1978 una mujer no podía tener una cuenta bancaria a su nombre si no tenía el permiso y autorización de su marido o tutor, tampoco podía sacar dinero de ella. Era totalmente dependiente del padre, hermano o marido para administrar los bienes familiares o incluso hacerse el DNI. Por esto no era raro escuchar frases como las del principio y se veía normal.

Si alguna se atrevía a entrar a un comercio y preguntaba por los precios de algún enser domestico de un precio elevado, la pregunta del vendedor era: ¿Va a venir su marido? Y es que, si no era así, no había nada que rascar.

Recuerdo la primera lavadora que tuvo mi madre. Era blanca con el frontal rojo, consistía en un depósito con una turbina en el fondo, tenía una tapadera que cubría toda la parte de arriba y que se quitaba durante su uso. Para utilizarla se llenaba de ropa, se añadía el detergente en polvo o jabón de sosa deshecho en agua previamente; luego se iba echando agua con una manguera hasta llegar a la señal que te marcaba el aparato. Cuando le dabas al botón para que funcionase, aquello se ponía a dar vueltas y punto. Pasado el tiempo que mi madre consideraba oportuno, iba sacando y escurriendo prenda a prenda con las manos. Para desaguar, esta lavadora tenía una goma que se ponía cerca del sumidero del patio, por la que salía el agua sucia. Hay quien volvía a llenar la lavadora con agua limpia para el aclarado de la colada o simplemente se iba aclarando en la pila o en un barreño aparte. Llamar lavadoras a estas máquinas cuando ahora tenemos en casa electrodomésticos que sacan la ropa limpia, aclarada, perfumada y casi seca, resulta raro. Pero así eran las primeras ayudas mecánicas que nuestras madres usaron para lavar.

Esto que cuento puede ser que no importe a nadie, pero creo que tiene importancia. Da una imagen de cómo era la vida no hace muchos años. De lo rápido que pasa el tiempo y lo pronto que se olvidan algunas cosas.

Aquellas mujeres que no podían tener acceso al dinero, hoy tampoco pueden hacerlo porque los servicios bancarios han evolucionado tanto que se han convertido en inaccesibles, ahora por otros motivos. Las generaciones intermedias, nacidas en Democracia no hacen caso a estos cambios: los tiempos son otros, tenemos muchos más Derechos, estamos más preparadas, además hay Libertad, Igualdad etc.

Los Derechos que hoy se disfrutan tardaron muchos años en conseguirse y se han ido defendiendo día a día. Confiar en que los tenemos asegurados puede que nos lleve a perderlos en cuestión de muy poco tiempo.

"Así bailaba"

                                     

17 jul 2023

LAS MUJERES Y EL AGUA

 



El enorme patio sombreado por los jazmineros y las parras, el calor y un barreño de cinc con dos palmos de agua, alrededor del cual jugábamos durante horas, entrando y saliendo de él, mojándonos, haciendo flotar flores que cogíamos de las macetas de mi abuela. Este es uno de mis primeros recuerdos veraniegos, aún recuerdo el olor de aquel ambiente, una mezcla de tierra caliente y agua.

Mientras, las mujeres de la casa, se afanaban en los quehaceres diarios. Ir por agua a la fuente era uno de ellos. No se iba todos los días porque las enormes tinajas tenían capacidad suficiente para abastecer a la familia casi una semana. Ir a la fuente era una tarea femenina. El agua se traía de la fuente en carretones donde cabían dos cántaros, había que echar muchos viajes cuando tocaba llenar las tinajas. A mí me llamaban más la atención las mujeres que sostenían el cántaro en la cabeza, con destreza y naturalidad.

Lavar la ropa también era tarea de las mujeres. Hasta que el agua corriente  llegó a las casas, se lavaba en el patio, en la pila, usando un poco de agua para remojar las prendas y restregarlas con jabón de sosa, después en un barreño aparte se aclaraba toda la colada. Las mujeres también iban al lavador, sobre todo para las prendas más grandes como las sábanas que en casa era más difícil. El lavador consistía en una zona comunitaria que disponía de agua en abundancia y enormes piedras donde poder restregar la ropa. Este lugar, al igual que las fuentes, se convertía en un espacio donde las mujeres aprovechaban para hablar, muchas iban con sus críos que disfrutaban del agua y los juegos mientras las madres lavaban. El calor del verano intensificaba los olores y colores que vestían este entorno: el olor a jabón, el color del azulete (con el que se daba luminosidad a las prendas blancas) y el olor a la ropa recién lavada.

El agua era un bien muy preciado ¡era tan laborioso conseguirla! Se usaba con cuidado al cocinar y al fregar los platos, tareas estas que también recaían en las figuras femeninas. Los suelos se fregaban una vez a la semana, arrodilladas y pasando una bayeta que iban mojando en un cubo con agua, no recuerdo qué jabón se usaba en este menester pero si recuerdo que todo quedaba como un espejo.

La higiene personal era escasa, por lo general consistía en un baño semanal, a los niños se le lavaba en un barreño, si era verano en el patio, si no, en la cocina. Los cuartos de aseo no existían como tales, tan sólo estaban los retretes que se limitaban a espacios muy reducidos, ubicados en los patios. Cuando llovía, que no era con frecuencia, los patios se llenaban de cubos y barreños donde se recogía el agua de lluvia, se decía que esta hacía crecer el pelo. El agua, en el hogar, era administrada y utilizada por las mujeres y la mesura femenina conseguía que fuese bien repartida.

El agua que, a pesar de ser masculino, suena a femenino cada vez que se utiliza, sobre todo en una, cuando la mujer “rompe aguas”, aquí el agua se convierte en principio de vida más que nunca. Os recomiendo, para terminar, dos películas: “El agua” de Elena López Riera (Filmin) y “La fuente de las mujeres” de Radu Mihaileanu (Prime)

" El agua"

                                              

27 jun 2023

LA IMPORTANCIA DE LA PRENSA LOCAL

 




Las elecciones municipales que acabamos de vivir han sido unas de las más complicadas, que yo recuerde, aunque desde la misma noche electoral ya se podía aventurar el final.

Informativamente han sido días intensos, tanto los de la campaña como los posteriores en que los partidos tenían reuniones para posibles pactos, un día sí y otro también. Las ruedas de prensa han sido convocadas con bastante frecuencia.

Durante este tiempo he sido consciente, más que nunca, de la importancia que tiene la prensa local. En nuestro pueblo tenemos una gran suerte en cuanto a esto ya que contamos con diversos medios que han dado cumplida cuenta de todo el proceso político reciente.

Desconozco como será en otros municipios pero aquí, tener una emisora de radio, una televisión, un medio digital y el periódico escrito desde el que me estoy comunicando, todos ellos de comprobada honestidad informativa, han permitido a los alhameños estar informados de cada paso que los partidos políticos han dado y han querido que sepa.

En estos momentos la excesiva información  mediática, mucha de ella generada por internet, hace que la mayoría de veces estemos desinformados. El descrédito se ha adueñado de la prensa; las noticias falsas, los comentarios en redes, los bulos interesados etc… consiguen que, en la mayoría de los casos, no haya una posibilidad real de formarse una opinión ya que hay que escarbar y mucho, para ver dónde está la verdad. Los titulares han pasado a ser la noticia.

Esto no ocurre, o pasa en mucha menor medida, cuando hablamos de prensa local. La cercanía con las noticias y sus protagonistas, la convierte en fundamental para ser una de las bases de una sociedad democrática. La proximidad consigue que los ciudadanos seamos receptores de una información más veraz.

Ver a tus vecinos y conocidos hablar en la radio, salir en la tele o en el periódico te hace sentir más cercano a ellos (“Sales en la tele” “Sales en el periódico” “Te he oído en la radio”) y a la vez puedes comprobar si la noticia en cuestión es real o no.

Los medios locales se vuelven la fuente de noticias más creíble y certera para luchar también contra la rumorología, un fenómeno muy frecuente en los pueblos que estos días se ha podido comprobar en el nuestro (“parece que fulanico va a votar a menganico” “con estos dicen que hay pacto seguro” “ a mí me han dicho que tal o que cual”).

Por otra parte, los medios de información locales se erigen como narradores de la historia viva, tomada al pie de los hechos, conformando así un legado insustituible y necesario, hoy más que nunca. El desarrollo cultural y democrático va unido al periodismo local libre, independiente y comprometido con los ciudadanos.

He querido tener este recuerdo lleno de gratitud a los medios alhameños que han seguido paso a paso el transcurso de la campaña electoral local que acaba de terminar, que han estado allí donde surgía la noticia y, gracias a ellos, no ha tenido que contarnos nadie lo que ellos nos han mostrado, para que podamos leerlo/verlo con nuestros propios ojos. GRACIAS.

 

23 jun 2023

SOLO SÉ QUE NO SÉ NADA

                                                                  


Me doy cuenta que desde hace tiempo escribo bastante sobre el pasado. Mirar hacia atrás desde la distancia que da la edad proporciona lecturas diferentes de muchos momentos. Igual también se debe a que estoy inmersa en un estudio que se sitúa en tiempos muy lejanos.

Estudiar, o seguir estudiando a pesar de los años, también influye en la perspectiva y el lugar donde una se recoloca. El proceso de aprendizaje es infinito sin embargo para ello, la mayoría de las veces hay que pararse y mirar atrás. A veces echo de menos que fácil era cuando todo lo tenía claro, cuando estaba segura al cien por cien de lo que hacía o decía.

Madurar y crecer es dudar, darle a cualquier situación otra vuelta de tuerca y no quedarse con el discurso mayoritario. Buscar un lugar propio y, desde él, poder elegir y discernir, para mí, esto  es lo más parecido a la libertad.

En eso de mirar atrás, también lo hago revisionando películas, libros etc. Me resulta tan interesante comprobar que parecen obras completamente diferentes a las de la primera vez. Ahora estoy volviendo a ver “Doctor en Alaska”, una serie de los años 90 que en su momento me encantó. Se emitía a altas horas de la noche y, a pesar de ello, se convirtió en una serie de culto. Volver a verla me está resultando de lo más gratificante: los personajes tan bien construidos, el pueblo, el bar, la consulta del doctor, la naturaleza, las creencias más diversas conviviendo en armonía, las ideas que transmite, la filosofía, la excepcional banda sonora. En fin, todo lo estoy disfrutando y entendiendo, ahora, con una nitidez que va más allá de las historias que se cuentan. Surgen cuestiones que se están planteando en estos momentos, con respuestas tan inteligentes y humanas que sorprenden.

De todos los personajes que aparecen me llama la atención la india Marilyn. En ella son más interesantes los silencios que las palabras, aunque cuando habla no deja a nadie indiferente.

Os trascribo una conversación entre Marilyn y Ed, el joven apasionado del cine que está aprendiendo a ser chamán. En ella se reflexiona sobre la suerte, el destino, si todo está escrito…

Marilyn: “mi tío me habló una vez de un guerrero que tenía un magnífico semental. Todo el mundo hablaba de la suerte que tenía teniendo un caballo así. Puede, decía él. Un día el caballo se escapó, la gente decía que el guerrero tenía mala suerte. Puede, decía él. Al día siguiente, el caballo regresó seguido de una hilera de preciosos ponis, la gente decía que tenía mucha suerte. Puede, decía él. Más tarde, el hijo del guerrero se cayó de uno de los ponis y se rompió una pierna. La gente decía que qué mala suerte. Puede, decía él. A la semana siguiente el Jefe declaró la guerra a otra tribu, muchos hombres jóvenes murieron pero, gracias a la pierna rota, el hijo del guerrero se quedó en casa y se salvó.”

Esta conversación, no sé por qué, se me quedó fijada en estos días que veo y escucho como se dirimen pactos, alianzas, suerte, mala suerte y si ganar o perder.

Publicado en Infolínea el viernes 16 de junio de 2023



12 jun 2023

UN MUNDO EN EL HUECO

 

Detalle del mural dedicado a la igualdad del artista alhameño Murfy

Esta semana comenzó de forma un poco rara, de buenas a primeras me entero del conflicto creado respecto a un mural que está pintando un artista local en una de las paredes del pueblo. Esta situación ha rayado el surrealismo. En el mural aparece un chico frente a una chica, entre ambos un marco como de ventana. En un principio yo entendí eso, una pareja que se miraba a través de una ventana. En el mural se hace referencia a la igualdad y aparecen los símbolos masculino y femenino, conforme avanzaba la definición de las figuras se veía que lo que yo creí un marco de ventana era un espejo y que el mensaje sobre igualdad quedaba, así, mucho más definido. Lo que no entendí, y sigo sin entender es por qué esa imagen ha provocado tal cantidad de odio.

La semana se fue complicando…Unos días después, la lluvia, que tanta falta hacía, llegó y regó los campos. A mí, sin embargo, me ha traído consecuencias no deseadas: una caída cuyas consecuencias me tienen, de momento, bastante limitada.

Llegué a urgencias empapada del agua que había en el suelo de la calle donde caí, recibí atención enseguida, excepto unas radiografías que me tendrían que hacer al día siguiente ya que, a pesar de que el centro cuenta con equipo radiológico, en las urgencias no lo utilizan. Cuando el tema es muy grave, te envían directamente a la Arrixaca.

En esos mismos días me enteré de que mi doctora había pedido el traslado y se había ido a trabajar más cerca de donde vive. Ahora, cada día, pasa su consulta un profesional distinto, hasta que venga alguien nuevo a sustituirla. Esta es otra de las cosas que han sumado para que no me encuentre muy bien. Esa doctora me ha estado atendiendo bastante tiempo, ha sido mi médico durante el periodo de pandemia y siempre me hizo sentir que estaba cuidada y atendida. Cuando necesitaba cita telefónica, casi siempre me atendía antes del día que me tocaba. Era muy buena profesional que se preocupaba por sus pacientes. Su ausencia me hace recordar los días de pandemia.

Mientras duraron, los viví casi sin ser consciente de que iban pasando, uno detrás de otro. La obligación de estar encerrada y el instinto de supervivencia provocaron en mí un estado en el que leía, escribía, veía películas etc. intentando crearme “Un mundo en el hueco” como decía un meme que leí por esos días. En ese mundo creado, la seguridad me la dieron mi doctora y mi alcaldesa, que, como autoridad, con sus hechos y sus palabras conseguía tranquilizarme cada vez que la escuchaba hablar a los alhameños, sentía la certeza de que Alhama estaba en buenas manos.

Ahora, me doy cuenta de lo frágil de la memoria de la gente y lo mucho que nos cuesta agradecer  aunque sea con un sencillo “gracias”. A mi doctora le dije gracias cada vez que me atendió, a mi alcaldesa, también le di las gracias alguna que otra  vez aunque sólo fuese por whasapp.

 “Somos seres humanos fragmentados que nos vamos consolidando, pero siempre existen grietas. Que logremos convivir con esas grietas es la clave para llegar a ser unos seres, digámoslo así, razonablemente sanos”. (“Elegía para un americano” de Siri Hustvedt)

Para terminar, hoy domingo, 28 de Mayo de 2023, ha muerto Antonio Gala. Quiero recordarlo con unos versos suyos que cantó Clara Montes: “Esta es la hora más difícil. Es la hora del silencio, es la hora del adiós. Estoy yo triste y tú estás triste y alegre todo alrededor”

"El adios" Clara Montes canta a Antonio Gala

31 may 2023

VOTAR YA NO ES UNA LITURGIA

 

A lo largo de toda la campaña para las elecciones municipales, que termina justo el día en que se publica este periódico, he sentido varias veces una sensación de pérdida, he echado de menos algo a lo que no sabía ponerle palabras. Eso me suele pasar de vez en cuando y, de pronto, al escuchar algo dicho por otra persona te das cuenta que esas palabras del otro le dan sentido a lo que no sabías como explicar.

Algo parecido me ocurrió escuchando lo que decía  mi escritor preferido, Juan José Millás, al hablar sobre el tema electoral actual. Millás dijo que “votar ya no es una liturgia” refiriéndose a la falta de interés de mucha gente por ir a votar en estos comicios y como la abstención va en aumento de unas elecciones a otras sobre todo entre los jóvenes. Entendiendo como liturgia el ritual o la ceremonia que reviste un acto comprendí que era esa la falta que yo estaba sintiendo y que me provocaba malestar. Votar, para mucha gente, es un acto desnudo, desprovisto del simbolismo que debería tener.

Aunque la abstención sea una opción legítima como cualquier otra, su aumento es un síntoma de la desconexión entre los poderes públicos y los ciudadanos. ¿Por qué existe este distanciamiento? Me lo pregunto y no sé muy bien cómo empezó. Siento nostalgia de aquellas primeras elecciones democráticas en las que los jóvenes estábamos convencidos de que nuestro voto era importante para mantener el sistema democrático que empezaba a caminar con mucha incertidumbre.

Los jóvenes, actuales, son en su mayoría, descreídos y los que se consideran concienciados se autoproclaman “anti sistema”. Posiblemente las generaciones nacidas en Democracia se han acomodado al sistema propiamente dicho y piensan que su participación no sirve para nada. A veces los entiendo, aunque no comparta ese punto de vista.

No se ha sabido o no se ha querido trasmitir que la política no es sólo cosa de los partidos que se erigen en protagonistas cuando llega la época electoral, aunque esa sea la impresión que se da en los actos públicos a los que sólo asisten los afines a cada ideología. Quizás esta forma de llegar a los ciudadanos sirvió durante un tiempo, cuando había interés por escuchar lo que cada uno tenía que decir y oír palabras nuevas que llegaban a nosotros por primera vez.

Ahora asistimos a discursos que parecen proyectos empresariales en los que cada uno dice lo que hará si gana, se echan de menos palabras que ilusionen a la gente con una forma de pensamiento transformadora y beneficiosa para todos.

Vivimos en un sistema que no es sano, para cambiarlo no creo que la formula sea ser antisistema sino participar del mismo y poder modificarlo desde dentro. Si nos quedamos afuera sólo nos convertimos en marginados apartados del camino. Al sistema lo sostienen los antisistema.

En Alhama es gratificante ver a tantos candidatos y candidatas jóvenes, con una preparación envidiable. A pesar de ello, en la calle, se palpa la indiferencia o el rechazo.

Siempre he votado. Seguiré haciéndolo por responsabilidad, desde una postura crítica y razonada, con el convencimiento de que sólo participar es la forma de  no quedarnos afuera y de poder cambiar lo que esté a nuestro alcance.

 Escrito publicado en el nº 1.293 del periódico Infolínea.

"Contadme un sueño". Adolfo Celdrán



26 may 2023

¡LARGA VIDA A LA FIESTA DE LOS MAYOS!

                                       

Cartel de "Los Mayos en Casa" celebrados durante la pandemia


Estamos en plena resaca de la fiesta de Los Mayos que este año ha tenido una relevancia especial. Tras los años de pandemia y pos pandemia la gente de Alhama tenía ganas de encontrarse con los demás en las calles y pasárselo bien, sin restricciones.

El sábado, día en que comienzan a plantarse algunos Mayos, salí por la tarde con la intención de pasar un rato con los chicos y chicas de Psicosocial en el mercadillo que se celebra por estas fechas. Todas las personas que me iba encontrando estaban contentas, por fin se había dejado de respirar el miedo a estar juntos que nos ha acompañado los últimos años.

Esa tarde me reencontré con muchos conocidos y algunos amigos a los que hacía mucho que no veía. La música, los trajes de colores, los grupos familiares…todo llenaba de vida las calles centrales de nuestro pueblo. Conforme pasaban las horas seguían llegando oleadas de gente al lugar donde se repartían los clásicos pines identificativos de cada año, cerca se leería el pregón y después saldría el grupo Malvariche liderando el multitudinario pasacalles. La alegría que se respiraba era contagiosa y se mantuvo hasta altas horas, cuando todo terminó en el nuevo recinto ferial. (Alguien me preguntó hace unos días si no me molestaba todo este guirigay tan cerca de donde vivo y contesté que me reconfortaba, aún recuerdo el espeso silencio del confinamiento, sólo roto por el sonido de las sirenas de ambulancias).

El domingo lo pasé en casa de mi madre, muy cerca había una Cruz de Mayo y Un Mayo elaborados ambos por miembros de mi familia paterna. Esto hizo que durante toda la mañana el barrio se llenase de música,  de los Corremayos y de las cuadrillas que pasaron por allí.

Esta es otra de las cosas por las que me gusta la fiesta de Los Mayos, es la única que se disfruta en todo el pueblo (más en años como este que han participado gran cantidad de Mayos y Cruces) y se  consigue dar vida a muchos barrios que, durante el resto del año, se mantienen silenciosos al estar habitados, en su mayoría, por gente mayor.

Por eso es tan importante mantener y difundir nuestra fiesta más auténtica y popular. Que los jóvenes vayan aprendiendo de sus mayores, como lo está haciendo mi prima Isabel Soriano, buena alumna de mi tía Apolonia, de Gregoria y la recientemente fallecida Luisa, tres mujeres que han concursado y ganado muchos premios, año tras año, bajo el nombre de “La Peña El Pico”

Los Mayos han acabado este año acompañados de la deseada lluvia pero eso no ha impedido que los caballeros y damas moteros de la Concentración Custom saliesen a la calle y participasen de los conciertos que animaron las noches.

Estas fiestas no serían las mismas sin la banda sonora de la Malvariche, la labor de Simón García  o sin el rugido de las motos que un día empezaron a concentrarse gracias a Paco Espadas.

Pero sobre todo está el pueblo de Alhama, como protagonista absoluto de esta fiesta, que llena sus balcones de flores y estandartes y las calles de alegría y amistad. ¡Larga vida a la Fiesta de Los Mayos!


                                                 "La fiesta de los Corremayos" Malvariche


16 may 2023

¡A BUENAS HORAS, MANGAS VERDES!

 

En tiempos de los Reyes Católicos existió un cuerpo de seguridad parecido a la policía que se llamaba La Santa Hermandad, los soldados que formaban parte de ella se distinguían de los demás por su uniforme que tenía las mangas de color verde. Estos soldados actuaban en los campos, aldeas y villas con el fin de perseguir a los bandoleros. Dicha policía se ganó la mala reputación de llegar siempre tarde al lugar desde el que era requerida, cuando los malhechores ya habían huido. La sabiduría popular hizo famoso el dicho de “A buenas horas, mangas verdes” para referirse a cualquier solución que llegaba cuando ya no era necesaria.

Hace unos días, Geoffrey Hinton, el llamado “padrino” de la IA (Inteligencia Artificial) y Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica 2022, dijo que abandonaba la vicepresidencia de ingeniería de Google porque no quiere seguir siendo cómplice de los peligros que conlleva todo lo relacionado con esta tecnología. Dice este señor que teme que, cada vez más, Internet se llene de noticias falsas y que las nuevas herramientas generadas por la IA acaben con el trabajo de muchas personas. Teme que los ciudadanos no seamos capaces de distinguir lo que es real de lo que no lo es.

Ahora, a los 75 años, dice que siente haber dedicado toda su carrera a estas nuevas tecnologías, nuestros sabios antecesores le habrían dicho a este investigador: ¡A buenas horas, mangas verdes! En su defensa ha comunicado: “me consuelo con la excusa normal: si no hubiese sido yo, otro lo habría hecho”.

Esa excusa ya la he escuchado muchas veces, siempre relacionada con actos donde la ética brilla por su ausencia y el dinero por su presencia. Traficantes de droga, tratantes de personas, estafadores, corruptos y un largo etcétera, han justificado sus hechos diciendo lo mismo, “si no lo hubiese hecho yo, otro lo habría hecho” o “Todos lo hacen”, pero siempre relacionado con hechos que llevan una gran compensación económica importante de por medio.

Me preocupa todo lo relacionado con la IA, los avances científicos donde no existe un código ético claro me parecen un peligro. Su desconocimiento sumado al ansia generalizada por estar a la última en avances tecnológicos creo que nos puede llevar a un mal futuro. Casi sin darnos cuenta nos van encaminando por veredas desconocidas que generan muchos beneficios a las empresas poderosas, mientras, el interés por la cultura y todo lo relacionado con lo humano está en decadencia.

Para terminar un recuerdo para Chile, donde los desacuerdos entre grupos progresistas y la desafección general hacia la política, (después de unas elecciones donde la abstención ha sido casi de un 50%) han dado un poder aplastante a la extrema derecha defensora del modelo neoliberal que hace 50 años instauró la dictadura de Pinochet. Ojalá y no tengamos que lamentarnos en España al darnos cuenta de nuestros errores actuales. Ojalá no tengamos que decir ¡A buenas horas, mangas verdes!

                                "Hijos de España" Antílopez