“No aceptes lo habitual como cosa
natural. Porque en tiempos de desorden, de confusión organizada, de humanidad
deshumanizada, nada debe parecer natural. Nada debe parecer imposible de
cambiar” Bertolt Brecht.
El imperativo “valiente” tomado
como una exigencia para afrontar la vida, muchas veces se convierte en una
carga y otras en una excusa. Sentirse mal por no ser capaz de hacer algo o
hacer algo que no quieres porque es lo que se espera de ti, provoca que muchas
veces nos angustiemos ante las expectativas del otro. Considero que ser
valiente no consiste en no tener miedo, si no en seguir adelante, a pesar de
sentirlo.
Reconozco que siento un poco de
temor cada vez que he de vacunarme del Covid, no así de la gripe que es un
virus mucho más familiar (aunque cada año sea diferente). Quizás todo consiste
en eso, en la costumbre, y, las personas, nos acostumbramos fácilmente a muchas
cosas.
A
veces, el miedo se inocula en la sociedad de manera intencionada, para
“vacunarnos” y hacernos sentir que lo que pasa no va con nosotros.
Así, somos capaces de sentir
miedo y dolor por los niños palestinos e israelíes que mueren o son tomados
como rehenes. Pero nos pilla lo suficientemente lejos como para que el temor y
el dolor sean soportables, además nosotros no somos ni árabes ni judíos.
Ante la guerra ruso-ucraniana ya
estamos inmunizados. Nos angustiaba ver las estaciones de tren llenas de
familias que intentaban huir del conflicto, de padres que se despedían de sus
hijos llorando pero ahora apenas la sabemos diferenciar de cualquier serie de
Netflix que vimos hace tiempo, además nosotros no somos ni rusos ni ucranianos.
Que Argentina tenga un presidente
incalificable y delirante, se nos muestra casi como si fuese una comedia y es que,
además, nos pilla bien lejos, en el otro extremo del mundo, allí donde la
navidad se celebra en verano.
Los medios de comunicación son
los encargados de poner el foco donde y cuando conviene, desenfocando lo que no
interesa, para que sigamos pensando que no va con nosotros.
Creo que es bueno sentir miedo,
es la alerta que nos avisa de que seguimos siendo humanos. Sin embargo cuando
el miedo es excesivo, se puede confundir con la valentía y esta, a su vez, con
la violencia que nos puede arrastrar a caminos equivocados y peligrosos.
Las vacunas que me puse el jueves
pasado me hicieron reacción, aproveché esos días de malestar para empezar a ver
dos series que os recomiendo. Una está en Filmin, se llama “Furia” y trata
sobre el creciente aumento de la extrema derecha en Europa y los colaterales
conflictos raciales. La otra se puede ver en Disney (Asesinato en el Fin del Mundo) y va sobre la IA,
Inteligencia Artificial o como la nombran en esta serie, Inteligencia
Alternativa.
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