El nombre Optalidón sonará raro a los más jóvenes, pero sé que a muchos os resultará familiar y os traerá recuerdos de otros tiempos. No había casa en la que, junto a una botella de agua de Carabaña, otra de Vegetalín, una del "Tío del bigote" y un frasquito de agua del Carmen, no estuviese una caja de las rosadas píldoras de Optalidón. Esto era lo que formaba el botiquín casero de nuestras madres y abuelas, con ello apañaban cualquier dolencia.
Entonces no había ambulatorio y el médico de cabecera estaba para casos de necesidad, el farmacéutico se encargaba de elaborar los remedios recetados por el facultativo.
El Agua de Carabaña y el Vegetalín eran purgantes/laxantes, que se daban, sobre todo a los niños en cuanto se quejaban de dolor de barriga o las madres sospechaban que tenían un empacho. Estos jarabes, sabían tan mal que muchas veces la criaturas sanaban antes de tiempo con tal de no seguir tomándolos.
Luego estaba el Linimento Sloan o como familiarmente se le llamaba "El tío del bigote", haciendo alusión a la imagen de un señor con mostacho en la etiqueta. Este remedio iba más dirigido al público masculino, servía para dar friegas y aliviaba todo tipo de dolores musculares. Curiosamente este medicamento lo inventó un veterinario y, en un principio, se usaba para los caballos de carga; durante uno de los viajes del señor Sloan alguien le comentó que se lo había aplicado a sí mismo y que su dolor había desaparecido, a partir de entonces empezó a publicitarse como "Bueno para el hombre y la bestia". En los frascos que llegaban a nuestros hogares ya no se nombraba a las bestias.
Tanto el Agua del Carmen como el Optalidón fueron usados mayormente por mujeres. La primera es, al parecer, una receta antigua creada por los Carmelitas Descalzos en el S.XVII. se trata de una fórmula a base de plantas medicinales, que hoy en día aún se puede encontrar en las farmacias. dichos monjes la concibieron como un remedio contra la histeria, para calmar los nervios y las alteraciones emocionales. Lo que no decían es que las dichosas hierbas estaban destiladas y que el producto es, básicamente, alcohol.
El Optalidón fue el analgésico protagonista de los años 60' y 70', casualmente cuando la mujer comenzó a incorporarse de forma masiva al mundo laboral, tuvo un éxito social tremendo, se utilizaba para los dolores de cabeza y menstruales. Era tomarlo y que se acabasen las penas. sólo había un "pequeño" problema: su composición contenía un componente barbitúrico. Con los años, el laboratorio que lo fabricaba se vio obligado a cambiar la formula y , eso, lo llevó a su desaparición del mercado.
En los hogares de nuestra niñez, con "Cuatro cosas" se abarcaba todo el panorama médico, básico, para niños, hombres y mujeres.
Teniendo en cuenta sus no pequeñas y llamativas paradojas: en unos años de escasez en la que la mayoría de los niños estaban flacos, se les administraban laxantes por posibles indigestiones. Por otra parte la solución más eficaz para los dolores musculares masculinos producidos por las duras condiciones de trabajo, fue en sus inicios un remedio para animales. Las mujeres tomaban rosados barbitúricos para los dolores del cuerpo, y alcohol, con hábito religioso, para los dolores del alma.
Teniendo en cuenta sus no pequeñas y llamativas paradojas: en unos años de escasez en la que la mayoría de los niños estaban flacos, se les administraban laxantes por posibles indigestiones. Por otra parte la solución más eficaz para los dolores musculares masculinos producidos por las duras condiciones de trabajo, fue en sus inicios un remedio para animales. Las mujeres tomaban rosados barbitúricos para los dolores del cuerpo, y alcohol, con hábito religioso, para los dolores del alma.
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