El motivo de mi carta es
decirte lo mucho que siento la noticia que nos ha llegado a través de los
medios, que te ha convertido en la protagonista de todas las portadas
mundiales.
Mi relación contigo viene de
hace ya mucho tiempo, exactamente desde el 1959, año en el que yo nací y año en el que
tú comenzabas tu nueva vida. Mi admiración hacia a ti llegó unos años después,
cuando fui capaz de entender lo grande que puede llegar a ser una isla tan
pequeña.
Me habría gustado que hubieses
sido noticia por otros motivos, por ejemplo, que, por fin, cerraban Guantánamo o
que el embargo económico que padeces, desde hace tanto, llegaba a su fin.
¡Ay, el embargo!, aquí hay
opiniones para todos los gustos, hay quienes dicen que te has escudado en el
para justificar que el proceso revolucionario no se haya completado, pero bien
es verdad que los mismos que te acusan de ser pobre y cautiva, son los mismos
que han hecho posible que así sea. Quien sabe lo que habría pasado si esa
injusta medida no se hubiese ejecutado, nadie lo sabe y nadie lo sabrá jamás.
Eres tan importante en tantas
cosas que sólo aparecen como notas de prensa arrinconadas en las páginas de los
diarios (eso cuando aparecen). Nadie dice que, a pesar de tu pobreza eres de
los países que más colaboran en ayuda humanitaria a los países desfavorecidos del
tercer mundo, los mismos países cuyas riquezas son expoliadas por quienes son
más ricos. Nadie quiere recordar, ni dar a conocer que, gracias a ti, América
Latina comenzó a desperezarse.
Carlos Puebla "Gracias Fidel"
Entiendo que la
muerte del único líder político vivo, ocupe las primeras planas de todos los
noticiarios, unos tachándolo de criminal dictador y otros alabando sus
bondades. Unos han salido a la calle enarbolando banderas cubanas y gritando
¡Libertad!, otros lloran, huérfanos y desamparados asidos a la misma bandera.
Tu y yo sabemos que ni lo uno,
ni lo otro. Fidel fue de esa casta de personas, ya inexistentes, que no se amilanaron ante el
poder y ha sido, hasta el mismo día de su muerte, la “piedra en el zapato” del Capitalismo.
Silvio Rodríguez "Canción del elegido"
Pero también es verdad que, desde
hace demasiado tiempo, ese hombre, que fue valiente para enfrentarse a los
poderosos ha actuado contigo como un padre controlador y temeroso de dejar a sus hijos andar
solos, algo que, a veces, se hacía casi comprensible, si sabes que el enemigo acecha a la vuelta de la
esquina.
Ahora todos me dicen que vas a ser más
libre, midiendo esa libertad en dólares. Por eso, querida Cuba, ahora soy yo, quien,
como madre temerosa, espera novedades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario