12 sept 2023

NO ME HA GUSTADO, ¿PERO QUÉ HAGO?



 

Hace unas semanas, toda España pudo ver el primer día de la princesa Leonor como alumna de la Academia General Militar de Zaragoza. La que, se supone, será futura reina de nuestro país se integra así en una nueva promoción de caballeros y damas cadetes, futuros oficiales del Ejército de tierra, la Guardia Civil y los Cuerpos Comunes de la Fuerzas Armadas. La princesa llegó a la instalaciones militares acompañada de una comitiva de vehículos que dejaba a las claras que quien llegaba no era una más. La noticia no hubiese llamado mi atención, más allá de por ser el reflejo, una vez más del incumplimiento de la máxima de que “todos los españoles somos iguales”, si no hubiese sido por lo que reflejaban las caras de los protagonistas. La joven mostraba una actitud seria y temerosa que los medios cortesanos describían como reflejo de una supuesta responsabilidad, detrás de ella la sonrisa ufana y satisfecha de la madre chocaba con la cara de la chica que no sonrió en ningún momento. El padre también andaba por allí, vestido de militar, como Jefe que es del Estado y de las Fuerzas Armadas.

Me hubiese gustado saber lo que pasaba por la cabeza de la hija en esos momentos y que piensa de que otros elijan por ella y su futuro. ¿De verdad es necesario enseñar a una persona a formarse para la guerra? Quizás aprendería mucho más viviendo un tiempo en cualquier campo de refugiados, por poner un ejemplo.

En un ámbito mucho menos castrense y más plebeyo ocurrió el evento que mantuvo en vilo, el pasado domingo, a todo el mundo. La Selección Española Femenina de Fútbol, se alzó con la victoria como campeona del mundo de dicho deporte. A mí no me gusta el fútbol pero me alegra ver cuando las mujeres son tenidas en consideración y se les da el lugar que merecen por algo que se viene luchando tanto tiempo. Las imágenes del grupo de mujeres con la camiseta de la Roja, celebrando la victoria, ha dado la vuelta al mundo. Aunque, por desgracia, también ha sido noticia la actuación de otra persona, el presidente de la Federación Española de Fútbol, un tal Luis Rubiales, que ni corto ni perezoso, se plantó ante la capitana del equipo, Jennifer Hermoso, y sujetándole la cara con ambas manos le dio un beso en la boca. (Aquí es donde agradezco el tener un límite de palabras en mi colaboración, pues se me ocurren varias cosas que mejor no decir). Sólo me quedo con lo que la jugadora dijo en los vestuarios “No me ha gustado, pero qué hago”. Estas palabras dicen tanto.

Relacionado con otra jugadora de nuestra selección, la que metió el gol de la victoria, Olga Carmona, también hay una noticia que me parece inhumana; el padre de Olga falleció antes del partido pero a ella no se le comunicó la noticia hasta después de acabar el mismo para que esta no pudiera influir en el juego de la jugadora. Alguien me dijo una vez que al futbol femenino sólo se le tendría en cuenta cuando generase dinero, quizás es lo que está pasando ya, por eso la maquinaria no podía arriesgarse a tener un contratiempo. No puedo dejar de pensar que, de nuevo, se ha tratado a una mujer como a una niña o ni siquiera como eso.

“Un mismo gesto puede expresar la libertad del deseo o el deseo de control” Irene Vallejo

"soy un nenúfar solitario" rareza encontrada en youtube

 

                                                

 

 

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