No pensaba escribir sobre el
mundial de Qatar, me daba pereza nombrar esta pantomima que utiliza al deporte
para ganar dinero, saltándose los límites que haya que saltarse.
Pero el otro día escuché a un
entrenador que, ante la pregunta sobre que pensaba sobre la vulneración de los
Derechos Humanos en ese país, dijo que lo suyo era el deporte, no la política.
Un famoso cantante de fama mundial ante la misma pregunta, abandonó la
entrevista visiblemente molesto “…estoy aquí disfrutando de mi música y de la
vida hermosa…” fueron algunas de las palabras que dijo antes de marcharse.
Y es que así son las cosas y así
es la sociedad en que vivimos. Lo mismo se hacen conciertos o minutos de
silencio en contra de la guerra de Ucrania que asistimos a un mundial de fútbol
en un país que incumple los derechos más básicos de las personas.
La conciencia social va de esta
manera, según los intereses del momento. Todos los medios critican el régimen
qatarí, poniendo el grito en el cielo en defensa de los derechos de las
mujeres, de los homosexuales, en contra de la pena de muerte, en defensa de la
libertad de prensa etc. Pero todas las cadenas dedican horas y horas a informar
sobre el evento deportivo. Incluso la televisión pública que `pagamos entre
todos.
“La FIFA concedió al país del
Golfo la organización del Mundial en 2010, sin la debida diligencia en materia
de derechos humanos y sin establecer condiciones sobre la protección de los
trabajadores migrantes que serían necesarios para construir la enorme
infraestructura” (Minki Worden. Directora de Iniciativas globales de Human
Rigth Watch). Nadie se echó las manos a la cabeza cuando Qatar fue designada
como sede.
Fue elegida Qatar por encima de
EEUU, este país llevó a cabo investigaciones que descubrieron sobornos, regalos
desproporcionados… las pruebas hicieron que se realizaran detenciones en la
cúpula de la FIFA por corrupción. Además, Qatar no tenía infraestructuras para
que se llevara a cabo este evento en su suelo, para conseguir poner en marcha
todo el tinglado buscó mano de obra migrante, trabajadores procedentes de
Oriente Medio, India, Nepal…que han trabajado en condiciones casi de esclavitud
y muchos de ellos han muerto.
Ahora solo interesa el dinero, se
espera que La Copa Del Mundo genere más de 6.000 millones de dólares en
ingresos y ante esos “sólidos argumentos” nadie se atreve a ponerle el cascabel
al gato.
Mohamed Alí, boxeador
estadounidense campeón del mundo de los pesos pesados, fue despojado de su
título de campeón, de su licencia de boxeo y condenado a cinco años de cárcel
por negarse a ir a la Guerra de Vietnam, ya que la consideraba injusta. Ninguno
de los futbolistas millonarios que han sido convocados a este mundial por las
diferentes selecciones, se ha atrevido a decir “esta boca es mía”. Yo espero
que España sea eliminada pronto para dejar de sentir vergüenza ajena.
Pero no pasa nada, el 25 de
Noviembre saldremos a protestar por la violencia contra las mujeres mientras
nuestros deportistas pegan patadas a un balón sobre una tierra que las
desprecia y las maltrata. Acabando el mundial sacaremos la pandereta y “a otra
cosa mariposa”. El caso es mantenernos entretenidos no vaya a ser que nos dé
por pensar.
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