Esta semana se ha publicado el
número 10 de la revista “ZANGAMANGA, La Voz Y La Palabra”, proyecto en el que
llevo trabajando doce años como voluntaria social del Ayuntamiento de nuestro
pueblo.
Mi interés por la cultura, la
literatura sobre todo, hizo que no me lo tuviese que pensar dos veces cuando se me sugirió
la idea de hacer una revista del centro. La sugerencia vino por parte de
algunos usuarios que tenían esa idea y no sabían la forma de ponerla en marcha.
Fue durante unas prácticas que hice en este centro cuando empecé a elaborar un
proyecto de revista , al terminar las prácticas mi compromiso con ellos me
llevó a hacerme voluntaria e intentar que el proyecto fuese una realidad.
Aún era concejala de Bienestar
Social e impulsora del Centro de Atención Psicosocial, Fina García. Cuando se publicó la primera
revista ya era concejala Mari Carmen Díaz, ella nos “Presentó en sociedad”. El
apoyo de ambas fue fundamental para el inicio del camino.
Como todos los comienzo, este fue
difícil. Parece que para escribir algo hay que ser escritor y esto no es así,
para escribir hay que tener cosas que decir y ponerlas sobre el papel. Da igual
que sea un texto de una página, una reflexión de dos líneas, un poema sin rima
ni métrica, un chiste o un cuento de la infancia.
En esta publicación tuvo cabida,
desde un principio, cualquier habilidad relacionada con la cultura, además de
los escritos: fotos, pinturas, viñetas, críticas cinematográficas etc.
Cualquier cosa puede formar parte de ZANGAMANGA La Voz Y La Palabra. Sin ningún
control ni censura, siempre que se trabaje desde lo humano y desde el respeto
al otro.
He de decir que trabajar con este
colectivo, los miércoles de cada semana, ha sido uno de los aprendizajes mayores
de mi vida. Una compañera de estudios comentaba una vez que “Todos tenemos una
tara” cuando la escuché sólo pude darle la razón.
El año pasado el lema del día de
la salud mental era “mañana puedes ser tu”, la pandemia nos ha confrontado cara
a cara con esta realidad que casi nadie quería ver. La fragilidad del ser
humano nos aboca a que, en cualquier momento de la vida, nos demos de bruces
con algo que es más poderoso que nosotros, ante lo que no tenemos herramientas
que nos ayuden a manejarlo.
A través del trabajo colaborativo
de esta revista he descubierto personas llenas de capacidades, personas
sensibles que pelean día a día por salir adelante, todos han sido unos grandes
maestros para mí.
El camino recorrido a lo largo de
estos años, me ha cambiado. Ha cambiado mi forma de ver la vida y, sobre todo,
ha cambiado mi manera de ver y entender la salud mental.
No hay comentarios:
Publicar un comentario