21 may 2020

NUEVE SEMANAS Y MEDIA (escritos desde el desconfinamiento II)





Durante todo este tiempo han sucedido cosas que, queramos o no, nos cambiaran. No sé si para mejor o para peor, pero (aunque esto lo llevemos oyendo más de dos meses) nada volverá a ser lo mismo. En tan poco tiempo hemos conocido casos y cosas que nunca hubiésemos creído.

Algo que a mí me está costando entender, es lo de las mentiras publicadas con la intención de crear confusión y miedo en medio de una situación tan preocupante como la actual.
Cuando empezó todo yo achacaba al temor, y al desconcierto natural, la cantidad de barbaridades que se leían y escuchaban por todos lados, más tarde nos fuimos enterando de que había quienes, con la intención de desestabilizar aún más nuestro país, se dedicaba a crear noticias falsas y difundirlas por las redes sociales, con la ayuda de algunos medios digitales de ideologías afines.

Hasta aquí, nada nuevo. Desde la II Guerra Mundial, oímos con frecuencia aquella frase que un (desgraciadamente conocido), ministro alemán utilizó como teoría para manipular la información que hacía llegar al pueblo: “una mentira mil veces repetida, se convierte en verdad”

Lo que no acierto a concebir es que, en una sociedad supuestamente demócrata, informada y más o menos culta, haya tanta gente que se dedique a difundir disparates sin pararse ni un momento a cuestionar según qué informaciones. Creo que tan culpables son quienes crean los bulos como los que se encargan de propagarlos, incluso después de saber que lo que están diciendo/compartiendo es mentira.

Sólo me queda pensar que cada cual comparte lo que “le va bien para lo suyo”, noticias que en realidad les gustaría que fuesen verdad y, de esta forma, justificar la aversión sentida hacia aquellos que están gobernando. La palabra IRRESPONSABLES se me queda muy pequeña para calificar a individuos que actúan así en estos momentos.

De una gran IRRESPONSABILIDAD me parece también, la actitud de toda la gente que no tiene espera. De quienes tienen tan poca memoria que ya se han olvidado de las casi 27.000 personas que, a día de hoy, han muerto en nuestro país por Coronavirus, y siguen saltándose las normas de prevención por tomarse unas cervezas con los colegas o simplemente porque creen que ellos están a salvo. Gente que pone en riesgo a sus propias familias y a todo el país.

Si hubiese otra oleada parecida a la que hemos sufrido ¿podríamos afrontarla sanitaria y económicamente?

Todas estas cosas, y algunas más, me convencen de que el Coronavirus nos hará ver de otra forma esta “Nueva Normalidad” que no parece ni nueva ni normal.


Me acuerdo de las “sentencias ejemplares” que hicieron popular a un juez de menores de Granada e imagino a todo aquel que infringe la Ley y se salta el Estado de Alarma, limpiando las habitaciones de UCIS, acompañando a los enfermos o simplemente visitando unas horas al día las salas de los hospitales, que siguen llenas de contagiados, acompañando a los trabajadores de la sanidad durante el desempeño de su labor. Posiblemente al tener lo real tan cerca, rectificasen su comportamiento.

Este escrito está publicado en https://www.infolinea.es/ya-puedes-leer-el-numero-1-156-de-infolinea-alhama?fbclid=IwAR0p8-pqNPL6J78mhuNY1pMq6baJ0AxWzMXamQV91IZ9s8N4rlh98QBjwgY


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