Hace poco leía un libro de Erich
Fromm, “Sobre la Desobediencia”, en él se dice, en líneas generales, que el
mundo ha evolucionado gracias a la desobediencia, gracias a personas que, en un
momento dado se han enfrentado a la norma establecida; pero hace una salvedad
que voy a citar literalmente “si un hombre puede, solo obedecer y no
desobedecer es un esclavo, si solo puede desobedecer y no obedecer es un
rebelde (no un revolucionario), actúa por cólera, despecho, resentimiento, pero
no actúa en nombre de una convicción o de un principio”
Me gustaría saber que tipo de
desobediencia movía a los padres y madres que, el pasado domingo, se saltaron
la ley a la torera, saliendo a la calle con sus hijos, sin precaución alguna,
exponiendo a los niños y exponiéndonos al resto de ciudadanos. Festejando con
infantil jolgorio lo que sólo debería de haber sido una salida meditada, para
esparcimiento de los menores, tras más de cuarenta días de confinamiento en
casa.
Padres y madres quedando con
otros padres y madres para que los críos jueguen un ratito juntos y, de paso
verse ellos y conversar (que pillos somos y cuanto nos reímos).
Parejas que salían cada uno por
su lado con un niño cada uno. O las que se repartían el niño para poder salir
los dos (hay que ser listos, hecha la ley, hecha la trampa)
Ejemplos como estos se dieron el
domingo en muchas ciudades españolas
¿Que no hemos entendido de lo que
está pasando?. ¿Qué tiene que ocurrir para que tomemos conciencia del berenjenal
en el que TODOS estamos metidos?. ¡Esto no ha llegado a su final, ni por asomo!
¿De verdad es tan importante hacer lo que nos apetece, sin medir las
consecuencias?.
Se que no todos los padres se
comportaron de forma incívica, es más creo que fueron una minoría, pero es que
una minoría puede significar multitud de contagios. Las cifras están bajando y,
aun así, seguimos teniendo más de trescientos muertos diarios y más de mil
infectados diarios. ¿Tan pronto nos acostumbramos a todo que ya no nos parecen demasiados?.
Hace unos días desde el gobierno
se dieron unas primeras pautas para salir con los niños, que afortunadamente
rectificaron rápido, cambiaron por lo que se ha llamado la regla de los cuatro
unos: 1 padre, 1 kilómetro desde casa, 1 hora, 1 vez al día, más simple que el
mecanismo de un botijo, pues ni con esas.
Quizás necesitamos ser tratados
como niños rebeldes que no actúan con convicción ni principios sino de forma
caprichosa.
Hoy me entero de que, en breve,
se va a anunciar la desescalada, es decir la progresiva vuelta a una supuesta
normalidad. Espero que todos seamos capaces de seguir las normas, que seamos
cautos, quizás es el momento de pecar más por defecto que por exceso. (También
hoy se ha dado a conocer una alerta sanitaria relacionada con los niños).
A los que van de rebeldes, esos
que creen que están por encima de las normas, quienes piensan que esto es poco
menos que una broma, sólo les digo que ojalá dentro de quince días no tengamos
que echarnos las manos a la cabeza.
Yo también creo que gracias a la
desobediencia ha avanzado el mundo, pero estoy convencida de que no hay mayor
desobediencia que la obediencia a la razón.
Este escrito ha sido publicado en https://www.infolinea.es/infolinea-alhama-publica-su-nuevo-periodico-en-plena-desescalada?fbclid=IwAR2fzUbsLpZ_VKv16kFJ_aokbxwM6OXPtz3PLf-lHvHOq9q2zILDqQIuQhY
Este escrito ha sido publicado en https://www.infolinea.es/infolinea-alhama-publica-su-nuevo-periodico-en-plena-desescalada?fbclid=IwAR2fzUbsLpZ_VKv16kFJ_aokbxwM6OXPtz3PLf-lHvHOq9q2zILDqQIuQhY
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