8 jun 2022

PASTILLAS PARA NO LLORAR

 



El otro día me encontré con unas amigas que hacía tiempo que no veía, casi toda a conversación giró en torno a como habíamos vivido estos últimos tiempos y como había afectado lo que viene pasando desde hace casi tres años, a nuestro estado de ánimo. Todas coincidíamos en haber vivido momentos de angustia por uno u otro motivo.

Durante la conversación, una de ellas dijo que había tenido que ir al médico porque, a la mínima le daba por llorar. La conversación tenía lugar en un espacio público y en ese momento, una mujer que pasaba por allí se paró y nos dijo “yo también tomo pastillas para no llorar”.

A mí me impactó lo que dijo aquella mujer “pastillas para no llorar” y me di cuenta de que en la sociedad que vivimos llorar “no queda bien”

En épocas pasadas eran los varones quienes sufrían esta represión “los hombres no lloran”, ahora es un signo de debilidad también en las mujeres, hay que ser fuerte y valiente en esta supuesta sociedad de la igualdad.

Demostrar emociones es bajar la guardia, no hay que perder el control de estas. Se nos pide cada vez con más frecuencia que nos comportemos como máquinas. Llorar nos avergüenza y es frecuente escuchar “lo siento” o “perdona” por haber tenido un ataque de llanto (“a llorar a la llorería”)

En octubre del año pasado en el barrio de Malasaña de Madrid, una empresa privada abrió un espacio durante tres días llamado “La llorería”. Aprovechando la semana de la salud mental ofrecían al publico la posibilidad de hacerse fotos y colgarlas en Instagram para hacer visibles sus problemas “…Un espacio para llenar las redes sociales de todo lo que ocultamos. Así que, pasen y lloren.” De esta manera se publicitaban. Al salir te regalaban una sesión de terapia gratis, las siguientes imagino que no.

Sin quitar importancia a los problemas mentales que han aflorado durante la pandemia y a la urgente necesidad de una atención profesional pública y para todos, yo me pregunto: ¿de verdad llorar es un síntoma de que algo va mal, o simplemente es que somos humanos y la angustia, a veces, nos provoca tristeza? Cuando alguien está sufriendo se suele emplear la frase: “llora y des-ahógate”.

La situación que hemos sufrido nos ha puesto a todos a prueba y a algunas personas las ha llevado al límite.  Me da por pensar que, ante esto, quizás, lo bueno sea llorar, y reír, y cantar… todas esas cosas que hacemos cada vez con menos frecuencia, conteniendo las expresiones que demuestran que somos personas.

  (Artículo publicado en el número 1.246 del periódico Infolínea) 

"Calle de la llorería" Rayden.

   

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