16 jun 2022

MIEDO AL MIEDO

 


“Mi destino ya no es un lugar si no una nueva forma de ver” (Marcel Proust)

Alguna vez he comentado que, desde hace un tiempo y de vez en cuando, hago cura de desintoxicación de medios. Para tomar distancia y tener una perspectiva propia. Lo cual no significa que esté desinformada, sino que procuro alejarme de los medios audiovisuales convencionales y de algunas redes sociales.

Ahora estoy en una de esas etapas. Tomé la decisión cuando vi en televisión la primera noticia sobre la llamada “viruela del mono”. Después de dos años de una continua invasión de imágenes y noticias sobre el coronavirus, cuando llegamos a una cierta tranquilidad, llegó la guerra en Ucrania y con ella una nueva inquietud, un nuevo miedo que, después del impacto y sus consecuencias, también ha pasado a un segundo plano. A los pocos meses otro virus, otro miedo, este proporciona, además, imágenes terroríficas de los cuerpos afectados.  Así que decidí que no tenía más ganas de enfadarme y preocuparme por cosas que se me escapan.

El miedo es el arma de control de masas más efectiva, es también el caldo de cultivo ideal para que las ideologías totalitarias se reproduzcan. Siempre aparece un “otro” culpable del que hay que protegerse o defenderse mediante medidas que suelen poner límites a las libertades del individuo. Los medios de comunicación en su mayoría son cómplices indispensables, encargados de repetir y repetir una y mil veces el peligro y la solución. Internet con su capacidad de difundir en segundos, noticias verdaderas y falsas, es el medio por excelencia en la globalizada sociedad actual.

Muchas veces el miedo ha ido ligado al terrorismo: Eta,11S, 11M, y los más recientes atentados en ciudades como París o Barcelona. Ahora el miedo va relacionado con la salud, la inseguridad y la economía: miedo al contagio, miedo a la pobreza, a perder el empleo, a perder tu casa, a la delincuencia…Esto consigue convertirnos en personas conservadoras y temerosas que se arriman a aquel que les prometa “seguridad” ante cualquier enemigo que represente la amenaza de turno.

Es en ese entorno impasible donde ahora mismo nos encontramos, con una ausencia importante del espíritu crítico y bastante desinterés por lo que realmente nos afecta. La situación actual nos va llevando paso a paso a una cierta parálisis social.

Pienso que por nuestra salud y en defensa de nuestros derechos como seres humanos es imprescindible, hoy más que nunca, hacer, crear, trabajar, conversar, soñar, vivir, construir… ¡Hay tantas cosas por hacer!, las cosas pequeñas, aunque parezcan insignificantes, son las que consiguen logros duraderos.

“El amor ahuyenta el miedo, y recíprocamente, el miedo ahuyenta al amor. Y no sólo al amor, el miedo expulsa también a la inteligencia, la bondad, todo pensamiento de belleza y de verdad, y sólo queda la desesperación muda; y al final, el miedo llega a expulsar del hombre la humanidad misma” (Aldous Huxley).

  (Artículo publicado en el número 1.250 del periódico Infolínea) 

"A MI ME GUSTA LA VIDA" Funambulista



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