17 dic 2021

POR MI Y POR TODOS MIS COMPAÑEROS.

                                                       

El miércoles de la semana pasada, me puse la tercera dosis de la vacuna contra el covid19. Es la primera vez que he ido a una vacunación masiva, la franja de edad iba de los 60 a los 70 años de edad. En las personas que estábamos allí, se notaba una cierta incomodidad. “Hacen con nosotros lo que quieren” “De algo hay que morir”, me daba la impresión de que muchos no iban convencidos del todo.

Cuando estábamos en pleno auge de la pandemia y los muertos se contaban por cientos, cada día. Cuando se anhelaba una vacuna más que nada, en todo el mundo, nunca se me ocurrió pensar que, una vez que la tuviésemos, habría gente que se negaría a ponérsela. Muchos de quienes ponían el grito en el cielo porque no había remedio para algo tan desconocido, ahora dicen que el remedio ha venido demasiado pronto.

“El ser humano es raro, lo dicen los expertos, por un lado, tan simples, por otro tan complejos…” Los Cucas.

 ¿Imagináis que quienes sufrieron la Gripe Española (si hubiesen tenido los avances actuales) habrían dicho: “ no, no quiero protegerme, parece que esto es un plan para que pasemos por el aro..”? o a los infectados de tuberculosis del sanatorio de Sierra  Espuña negándose a recibir antibióticos

Ahora vivimos una sociedad lo suficientemente avanzada para que, en un tiempo récord, se hayan podido crear varias vacunas contra la pandemia que aún asola gran parte del mundo. A mi me parece de una tremenda insolidaridad y de una gran soberbia, despreciar un bien que no sólo nos protege a nosotros sino a todos los demás. Cuando, además, se nos procura el beneficio de forma gratuita.

La mayoría de países de África no tienen acceso a vacunarse. 51 países no han llegado aún al 10% de personas vacunadas. Sin contar que hay lugares de los que ni siquiera hay datos. El otro día escuché a un experto decir que la tercera dosis, en los países avanzados, podría llamarse la dosis del egoísmo, cuando quedan tantos millones de personas en el mundo sin poder vacunarse. “La OMS pide a los países ricos donar más dosis a los países pobres antes de vacunar a poblaciones menos vulnerables”.

Los virus utilizan seres que no están inmunizados para poder evolucionar e ir cambiando, es por eso la necesidad de que todo el mundo esté vacunado.

¡Qué paradoja! En los países ricos hay gente que no quiere vacunarse y en los pobres ni siquiera pueden elegir.

A quienes decían el miércoles pasado “de algo hay que morir” yo les diría que al contrario “de algo hay que vivir” y si lo tenemos a nuestro alcance debemos utilizarlo, por solidaridad y responsabilidad.

 




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