Cada día es un nuevo comienzo, si, ya se que el inicio del primer artículo de la nueva temporada parece el título de un libro de autoayuda o la frase de una taza “míster Wonderful”. Quizás mejor debería de hablar de “recomienzo”.
Nos hallamos en un momento de la
historia donde no vale sólo con seguir hacia adelante y aprender sobre cómo
afrontar el futuro, ahora también hay que intentar no perder de vista la vida
que teníamos cuando se produjo el corte, el hachazo que supuso la aparición de
la pandemia mundial provocada por el COVID.
Hemos sufrido un cambio tan
brusco que no nos ha dado tiempo a ir asimilando las nuevas formas de convivencia,
tratamos de recuperar algo de nuestra anterior normalidad desechando lo que
ahora ya no sirve mientras por otro lado intentamos incorporar los cambios que
se han convertido en imprescindibles.
Aunque ese “corte” tan radical
nos ha dejado ya una marca imborrable que siempre nos retrotraerá a esos días y
lo que significaron para nosotros. Casi seguro que aun siendo el mismo suceso
cada vivencia es única. Será interesante, con el paso del tiempo, ver de que
manera nos va afectando a cada uno y de que recursos, antiguos y nuevos, vamos
tirando para encarar lo que está por venir.
Todo el mundo recuerda que hacía el
23F o cuando se produjo el ataque a la Torres Gemelas o el atentado de Atocha
(por nombrar algunos sucesos de la historia más reciente, que están anclados en
la memoria colectiva), son recuerdos de un instante que también seccionó la
cotidianeidad de la gente. La pandemia ha sido como la suma de muchos instantes
que han creado una enorme fisura en la que aún estamos estancados.
Veo que en muchos sectores se
intenta hacer como que no ha pasado nada o que ha pasado algo, pero ya se fue y
que todo vuelve a ser igual que al comienzo de 2020. Se nos vuelve a pedir que
seamos felices a “cualquier precio”, es necesario seguir comprando para mantener
este tinglado tambaleante porque no tenemos nada con lo que sustituirlo.
Los restos que nos llegan de la
anterior “normalidad” siguen siendo preocupantes, pero a la vez nos
tranquilizan, hablan de cosas que conocemos: guerra en Afganistán, Talibanes,
Mar Menor, peces muertos, subida de la luz, violencia, los ricos más ricos, los
pobres más pobres …. es consolador volver a tener culpables definidos. Cada
cual tiene a un adversario contra el que dirigir su malestar. Ahora cuando
encendemos la tele ya no aparece la imagen del virus llenándolo todo, la
pandemia ha pasado a formar parte de las noticias residuales de los
telediarios.
Pero no se puede seguir como si
nada y, en el fondo, lo sabemos, aunque no queramos verlo.
El 18 de agosto, como cada año, las
redes sociales se llenaron con la imagen y los poemas de García Lorca. Este año
me ha parecido más necesario que nunca volver a leer sus palabras y recordar su
historia. De ahora en adelante la poesía, la literatura, la cultura, deberían
de ser el equipaje imprescindible que nos acompañe ante este nuevo viaje que la
Humanidad está a punto de emprender.
“Marineros y labriegos. Científicos
y consejeros. El presente es nuestro. Hay un futuro que salvar” Sol y Sal
(Nunatak)
" Sol Y Sal" la canción que se ha convertido en himno por la defensa del #MarMenor
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