28 ene 2021

CANTOS DE SIRENA

                                      


Odiseo es el nombre griego de Ulises, de ahí que se llame “La Odisea” a la obra de Homero que cuenta el viaje de Ulises a Ítaca, su ciudad, tras la caída de Troya.

“…No temas a los lestrigones ni a los cíclopes ni al colérico Poseidón, seres tales jamás hallarás en tu camino, si tu pensar es elevado, si selecta es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo…” (Camino a Ítaca. Cavafis.)

Como podéis ver, hoy me ha dado por la mitología, en los mitos antiguos se encuentra el reflejo de las contradicciones y las pasiones humanas como en ningún otro sitio.

Últimamente podemos encontrar el nombre Odiseo en los medios murcianos y a mí me parece que es una manera de utilizar la palabra de un Héroe en vano. Poner el nombre del protagonista de una historia de supervivencia, (que narra el enfrentamiento del hombre con toda clase de males), a un casino me parece bastante descriptivo. El gobierno regional ha decidido que las casas de apuestas y los casinos no son lugares de peligro para contagiarse del Coronavirus.

En La Odisea se cuenta, de forma retrospectiva, como fue la caída de Troya y cuál fue la estratagema utilizada por Ulises para vencerla. Todos conocemos la historia del Caballo de Troya, el regalo que los troyanos recibieron como signo de rendición pero que sin embargo fue el causante de su derrota.

En estos tiempos confusos que vivimos, llenos de informaciones y actuaciones contradictorias, deberíamos despertar del letargo, activar nuestro criterio y no hacer caso a los cantos de sirena o a esos regalos disfrazados de oportunidades que pueden ser jugar en el casino, cazar en el monte o esquiar en las pistas nevadas. Quizás es la hora de cambiar el ‘Sálvame’ por el ‘Voy a ponerme a salvo’.

Ulises (Odiseo) a mitad de su viaje es advertido por la diosa Circe sobre unas criaturas marinas de bellos e hipnotizadores cantos que arrastraban a los navegantes a la locura y morían ahogados. En estos momentos nos hallamos rodeados de sirenas con cantos de lo más variados que intentan embaucarnos y llevarnos al abismo, estamos siendo avisados, pero parece que una fuerza mayor que nosotros mismos nos empuja hacia los arrulladores y mortíferos brazos.

Se apela a la responsabilidad individual y colectiva, pero considero que también hay que tener en cuenta la institucional, si no, corremos el riesgo de acabar, como Polifemo, diciendo que Nadie es responsable.

Para finalizar:

Ojalá que, cuando este periódico esté en la calle, en Estados Unidos sea presidente Biden. Lo que ocurre en este país, nos guste o no, influye de forma determinante en el resto del mundo.

Y no, no creo que la escapada del señor Puigdemont tenga nada que ver con el exilio sufrido por tantos españoles y españolas que tuvieron que abandonar nuestro país, tras el golpe de estado de Franco, huyendo de la muerte. Republicanos que vivieron mil penurias fuera de España, muriendo la mayoría sin haber tenido la posibilidad de volver a ella.



                                                                   "Viatge a Ítaca"



                          (articulo publicado en el numero 1.184 del periódico Infolínea)                            

 

 

 



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