Ilustración de la cuenta de Twitter Antigua Roma al día |
La época estival siempre ha sido una
buena para la lectura de este tipo de revistas. Los reportajes publicados
en ellas se alejan tanto del devenir diario de la mayoría de las personas, mostrándonos:
vidas ideales, palacios, triunfadores, princesas y reyes, casas de ensueño…pero,
como ahora somos todos muy de empatizar, podemos ponernos en su lugar y
entender como pasan las vacaciones todos ellos.
Uno de los sitios donde se
pueden encontrar estas revistas, es en las peluquerías y en la peluquería, leí el último número de una de las publicaciones más reputadas en cuestiones de la "jet set". Casi siempre
me llevo un libro cuando he de pasar algunas horas en este establecimiento,
pero ese día se me olvidó en casa y recurrí a la prensa rosa para hacer mas
llevadero el tiempo. Al abrir la revista y echarle una ojeada me di cuenta de
los años que hacía desde la última vez que leí una. No conocía a nadie de
los protagonistas, la mayoría hijos o parientes de quienes salían en el “papel
cuché” de hace unos cuantos años.
"La parodia nacional" nos contaba esas historias del corazón.
Han cambiado las caras, pero
no las historias: bodas, bautizos, presentaciones en sociedad, vacaciones en las
playas de algún lugar exótico o algún nuevo rico mostrando su casa, dando a
entender que estaba haciendo méritos para ser tenido en cuenta entre la “beautiful
people”.
Por supuesto, no podían faltar
las noticias, tratadas con tanto cariño, sobre las casas reales y sus miembros;
esos trajes, esos palacios, esos niños tan guapos y tan educados, esas fiestas
benéficas, esas visitas a cualquier lugar en el que quede bien hacerse una foto
al lado de alguien que sufre, en fin, lo que viene siendo ser aristócrata.
En algún rincón, casi
escondida, aparecían unas fotos sin brillo y casi sin color que, en un
principio creí que eran de un funeral. Pero no, sólo eran de alguien
perteneciente a una de las casas reales de más tronío que iba a visitar a su
esposo a la cárcel en la que estaba encerrado por corrupción, esta señora iba
acompañada de un pequeño séquito que portaban los presentes para hacer más
liviana la dura y solitaria estancia de su consorte en esa celda que han tenido el detalle de acondicionarle expresamente para el, ¡faltaría mas!.
Ese mismo día, los diarios, amanecían
contándonos la historia de una felonía, el padre de la aristócrata referida anteriormente
era traicionado por su última amante conocida, esta, sin tener en cuenta el
daño que iba a sufrir la esposa oficial, declaraba que el susodicho se ha
embolsado unos cuantos millones de euros por no se qué de un AVE que iba a la
Meca.
Con un café o una cervecita,
en la peluquería, en la playa o en casa, al lado del ventilador, comprobamos que los
ricos también lloran y podemos sentirnos tranquilos y orgullosos de ver lo bien
que saben gastarse unos pocos el dinero de unos muchos.
!Ale! a disfrutar del veranito
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