"Mi mamá dice que mi papá se olvidó mi nombre adrede
cuando me fue a inscribir al Registro Civil. Y me puso Haydeé Mercedes en vez
de Marta Mercedes. Mi mamá quería que de primer nombre yo me llamara Marta.
Claro, como es lógico, en mi casa mandaba mi papá, pero claro, como es lógico,
siempre se terminaba haciendo lo que quería mi mamá.
Y entonces todos desde que
me recuerdo me vienen llamando Marta. Soy la Marta, y me gusta mucho más ser la
Marta que Mercedes Sosa. Esto nadie lo cree, pero es así... Al final, puertas
adentro las cosas son como las madres quieren, y puertas afuera son como la gente
manda. En mi casa definitivamente soy la Marta. Para la gente definitivamente
soy la Negra."
Hablar de Mercedes
Sosa, son palabras mayores. Sus canciones y su historia fueron junto a las de
Violeta Parra, las referencias musicales y reivindicativas, femeninas, de mi
adolescencia. Dos mujeres que, aunque no llegaron a conocerse, una fue fuente de inspiración de la otra.
A la Violeta siempre la imaginé más frágil y vulnerable, quizás
por su triste final, “la Negra”
simbolizaba para mí la fortaleza y la lucha, con el tiempo descubrí que no se diferenciaban tanto.
Su extensa obra
musical, conocida mundialmente, se caracteriza por el respeto que rindió a sus orígenes
y a su folclore, siendo fiel durante toda su carrera a los principios del “Movimiento
de la Nueva Canción”
La consagración como cantante le llego, en 1965, con
treinta años, poco después de ser abandonada por su esposo, dejándola sola, con
un hijo y en una precaria situación económica
“Yo no
dejé ese matrimonio. Él me dejó. Me abandonó con Fabián, con mi chiquito [...]
Una chica tucumana se casa para toda la vida. Eso me destruyó.”
A pesar del dolor, o quizás por ello, es a partir de aquí que comenzó su triunfo profesional.
Su descubridor, para el gran público, fue
Jorge Cafrune, quien, de forma inesperada, la hizo subir al escenario en el
festival de Cosquin, en contra de los organizadores del evento. Mercedes canto “Canción
del derrumbe indio” su éxito
fue rotundo.
"..Tuve un Imperio del Sol,
grande y feliz.
El blanco me lo quitó,
charanguito.
grande y feliz.
El blanco me lo quitó,
charanguito.
Llora mi raza vencida
por otra civilización..."
por otra civilización..."
Sus firmes convicciones y compromiso político
hicieron que fuese perseguida tras el golpe militar del 24 de marzo de 1976 en
Argentina y sus discos fueron prohibidos. A pesar de todo, ella intentó seguir
con su actividad musical, hasta que, en 1978, fue detenida mientras daba un
recital en La Plata. En 1979, recién muerto su segundo esposo, se exilió y se vino a Europa. El exilio fue muy doloroso para Mercedes y durante el mismo vivió alguna de las etapas más negras de su vida.
"Todo cambia" de Julio Numhauser
(Fue en esta época cuando tuve la fortuna de conocerla, camino de Lorca para dar un concierto...pero esa es otra historia.)
En 1982 regresó a Argentina, a un país hambriento de canciones que le habían sido prohibidas, como todas las que cantaba ella. Todavía tendría que salir otra vez de su país cuando se enteró que uno de los militares genocidas (Carlos Alberto Lacoste) preguntó que quien había dado permiso a Mercedes Sosa para volver. Un año más tarde regresó definitivamente
"La cigarra" de María Elena Walsh
Mercedes Sosa, fue y sigue siendo una de las mejores voces de América latina, cantó las letras de los mejores autores y, muchas fueron las veces que compartió escenario con los mejores artistas. Se definía a si misma como cantora más que cantante, Ya que, como decía Facundo Cabral, «Cantante es el que puede y cantor el que debe»
Acompañada por Shakira canta "La Maza" de Silvio Rodríguez
Murió el cuatro de octubre de 2009, aniversario del nacimiento de Violeta Parra. Se decretó un día de luto nacional y fue despedida por amigos y artistas entonando "Alfonsina y el mar"
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