Nunca he conseguido que la Noche Vieja me motive, no se si será por que no me gusta que parezca obligatorio estar contenta y pasarlo bien. Sí me gusta el Año Nuevo aunque, claro, sin la una no puede ser el otro. Pues lo dicho, me encanta la mañana del primer día del año; suele ser luminosa, fría, limpia, como recién estrenada y es un placer desayunar (a veces por segunda vez) escuchando la música del concierto de la Filarmónica de Viena.
A los Nocheviejeros os deseo auténtica felicidad para esta noche y a los diurnos que disfrutéis la primera mañana de 2014, hay que cargar bien las pilas para afrontar el año que comienza con actitud positiva. Abrazos virtuales para todos. (Isabel Campos. 2013)
Ya se que
suena a tópico, otro más, pero para mí es casi inevitable, cuando llega el
último día del año, mirar para atrás y echar un vistazo a lo sucedido en el año
que se va. Este 2017 ha sido de importantes y decisivos cambios y de importantes y decisivas selecciones.
Conforme van
pasando los años, que ya son unos cuantos, se relativizan las cosas (y se
ralentiza el metabolismo), por eso estas fiestas las vivo con normalidad,
procurando ser comedida en cualquiera de los excesos que parecen de obligado
cumplimiento.
Sin ninguna duda el protagonista, durante el 31 de diciembre, es el tiempo, simbolizado por ese reloj que marca una cuenta atrás imparable. Parece que se vive, ese día, contrarreloj. Las ultimas compras para la cena, que la cena esté a punto a una hora adecuada, tomar las uvas al compás de las campanadas, brindar a las 12...
En los últimos años se va imponiendo la nueva, y consumista, moda, entre los más jóvenes, de empezar a celebrar la Nochebuena y la Nochevieja, el día de antes, que cuando llega la festividad en cuestión, se está harto, pero da igual, se sigue comiendo y bebiendo como si no hubiese un mañana.
Hace un tiempo se amplió el fin de semana para cuestiones de ir de fiesta, creando el “san jueves”; así se podía comenzar la fiesta el jueves y acabarla el domingo, con suerte.
Sólo importa el exceso, el hartazgo, la saturación, para que, una vez ahítos y adormilados o enardecidos, nos conformemos con un comentario en Twitter, Facebook o Instagram que refleje nuestro malestar.
- Hoy, hablando con mi librero, hemos llegado a la conclusión de que todo empezó con la formica y el Duralex (pero esto ya lo ampliaré en otro post).-
Tip Y Coll, imprescindibles de las Nocheviejas y maestros del absurdo.(1975)
Para despedir esta última publicación de 2017, comparto con todos vosotros unos versos del poema que descubrí hace tiempo y que recuerdo cada 1 de Enero.
Año Nuevo. Gloria Fuertes
con amores y nombres ya seleccionados,
con los huesos maduros y a mitad de mi vida
me prometo solemne no sufrir demasiado.
Si me pegan, que peguen,
si me aciertan, me han dado,
y si pierdo en la Rifa
será porque he jugado...."