Azulejo realizado por mi con la técnica de "cuerda seca" |
Parece que fue ayer cuando me regalaron mi primer cuento, recuerdo el título "El arpa mágica" , era uno de aquellos troquelados que no sé si se siguen editando hoy en día.
Genéricamente se llamaba a todos los cuentos infantiles cuentos de hadas aunque no fuese así, si miramos con detenimiento, en la mayoría de los cuentos populares no aparecen las hadas; los seres mágicos de vestidos etéreos y alas de mariposa que fueron protagonistas, por excelencia, de mis sueños infantiles.
Cuando una, al crecer, se mantenía agarrada a la fantasía, con su posterior desencanto, era acusada de "seguir creyendo en cuentos de hadas", sería por aquello que dicen de que sólo los niños pueden verlas y que, al hacernos mayores, deberíamos perder ese don.
Su nombre viene del latín fatum, hado o destino. En Grecia eran los hados, que podían ser unas veces hombres y otras mujeres, según el caso. En la Edad Media eran conocidas como el buen pueblo o la buena gente. Los pueblos cuyas creencias populares tienen orígenes celtas siguen manteniendo una buena relación con ellas.
En todas la épocas y culturas tenían un denominador común: eran las conocedoras del poder y las virtudes que tienen las palabras, las hierbas y las leyendas; también eran las encargadas de restablecer el equilibrio natural, protegiendo la naturaleza, los bosques, ríos, lagos y fuentes.
El tiempo, su medida, era bien distinto en el mundo de las hadas y el de los hombres, un minuto podía durar una hora, un día, un año o un siglo y a la inversa.
Ellas amaban la música, cantar y bailar pero también ayudaban a los hombres en el campo, protegiendo las cosechas de las tormentas.
Hace ya muchos años desde aquellos en que creía en las hadas y en la magia, años en los que la imaginación se poblaba con seres de cuentos donde todo era posible si hacías el bien.
Cada día que pasa pienso con más frecuencia en la necesidad de que el mundo en que vivimos vuelva a creer en las hadas y, así, recuperar el espíritu femenino que habita en los cuentos para restablecer el equilibrio, roto ahora en mil pedazos.
Rozalén "Porque las hadas existen"
- Hoy en día sólo tenemos relación con un hada, perteneciente a una multinacional norteamericana, que da nombre a un jabón para fregar los platos, y según su publicidad tiene el poder de "limpiar hasta lo más sucio" y "es el milagro anti grasa", irónicamente este lavavajillas va en un envase de color verde, verde como los bosques de las hadas de mis cuentos. -
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