4 ago 2018

NORMA NO ERA RUBIA (escritos de verano IV)

                                                       
CARNE HUMANA
"Soy dulce por fuera,
un cordero
que todos quieren acariciar.
pero por dentro tengo garras
y enormes dientes
y ganas de devorar
carne humana.
Por dentro tengo tanta hambre
que me devoro a mi misma
y no me sacio nunca" (Norma Jean)
  
  Uno de los miedos mas profundos de Norma, durante toda su vida, era la posibilidad de volverse loca.

                            
                        Norma con su madre Gladys, en la playa de Santa Mónica







Fue hija ilegitima de una relación extramatrimonial de su madre, el padre se negó a reconocerla. A los pocos meses de edad es dada a una familia de acogida. Después vivió un tiempo con su abuela materna. La obsesión de la abuela era matar a Norma e intentó hacerlo varias veces, la última, cuando  la niña tenía 13 meses, fue rescatada por un matrimonio vecino con los que vivió un tiempo. 
En ese tiempo sufrió un trauma importante, ver como mataban a tiros a su perro Tippy, desde entonces le quedó un leve tartamudeo (su famosa voz de mujer insegura)
Volvió a vivir con su madre durante dos años, un día, al regresar del colegio, su madre no estaba esperándola en la puerta de casa, como era su costumbre. Había sufrido una crisis provocada por la grave enfermedad mental que padecía y había sido ingresada en un manicomio del que no volvió a salir. Norma fue internada en un orfanato, salió siendo adolescente para ir de un hogar adoptivo a otro, de hostilidad en hostilidad. "Yo crecí como una niña normal, porque una niña normal crece esperando ser feliz"
Entre los ocho y los diez años , Norma, pasa por diez hogares de acogida diferentes, incluso por un orfanato. “Mi madre estaba loca y mi padre no quiso saber nada de mi”.
Cuando tenía dieciséis años, se casó, para poder convertirse en adulta, con un obrero aspirante a policía, al estallar la II Guerra Mundial fue movilizado y ella se escapó del hogar. A los dieciocho años ya había tenido dos intentos de suicidio, uno con gas y otro con somníferos
A  los diecinueve años es descubierta, por casualidad, por un fotógrafo que hacía un reportaje en la fábrica donde estaba trabajando.
 
Las fotos realizadas para un almanaque suponen su lanzamiento y acercamiento al mundo de los artistas, pronto es solicitada por diversas compañías cinematográficas. Pero para ser famosa Twenty Century Fox le exigió que dejara de ser ella, y ella se dejó. A partir de aquí siempre hizo lo que los otros esperaban
 SOLA
"Sola. Estoy sola.
Siempre he estado sola,
pero hoy
ni siquiera me tengo a mí misma
para hacerme compañía."

Así comenzó su transformación para dejar de ser Norma Jean Baker. En este proceso se cambió el pelo castaño-pelirrojo por un rubio-platino; modificó sus andares haciéndolos mas pausados y sensuales; se opero la nariz y la mandíbula para dulcificar las líneas de su rostro; se cambió la dentadura para tener una sonrisa deslumbrante; usaba relleno en los sujetadores para ofrecer una apariencia voluptuosa y la obligaron a no llevar gafas a pesar de su importante miopía, ya que esa mirada le daba una apariencia de languidez, desvalimiento e inocencia.
Al principio ella disfrutó de este cambio y el consiguiente éxito, pero pronto se cansó de esa vida y pedía ser tratada como una persona normal “Soy un producto artificial”
TAL COMO SOY
"Soy hermosa por fuera,
pero horrible por dentro.
Por eso me avergüenza
mirarme en el espejo
y en los ojos de los demás.
Temo que me vean
desnuda
toda mocos y llanto.
Tal como soy."

Tuvo infinidad de amantes, casi todos triplicaban su edad. Nunca fue capaz de consolidar una relación. Según dijo una vez Irving Wallace “moría de desamor”.
Padecía de insomnio y de brutales cambios de humor, deambulaba desnuda, abortó varias veces y consumía barbitúricos sin medida “La diosa pública, era, en privado, la imagen de la descomposición y la quiebra”

 
VERGÜENZA
"Qué vergüenza tener treinta años
y ser una niña asustada.
Qué vergüenza que todos me miren
y tener ganas de llorar.
Qué vergüenza los periodistas
preguntándome cosas
y que yo no recuerde
ninguna de las cosas inteligentes
que aprendí para responderles
Qué vergüenza esta máscara
de hermosa rubia tonta
que tapa mi verdadero rostro
de tonta rubia tonta."
 



Lectora voraz, de una inteligencia inusual, escritora de poemas que no enseñaba a nadie y que diseminaba por libretas abandonadas y en los papeles de cartas de los hoteles.
Sus intentos de suicidio con posteriores llamadas a amigos pidiendo ayuda, se convirtieron en habituales. Quizás por eso, nadie, de los muchos a quien llamó aquella fatídica noche, le hizo caso.
El novelista  Norman Mailer dijo de ella “Para sobrevivir habría tenido que ser más cínica o por lo menos estar más cerca de la realidad, en lugar de eso era una poeta callejera intentando recitar sus versos a una multitud que le hacía jirones la ropa”
“Era la más pura desolación, sus brazos eran los de una suplicante, sus labios pronunciaban un mudo grito de auxilio, su voluptuoso mirar no lograba ocultar los ojos de la triste niña que llevaba dentro” Jose Luis Sampedro.
 
 
 

 

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