Menudo revuelo ha montado entre
la intelectualidad, el Nobel de literatura adjudicado a Bob Dylan. La noticia
ha sorprendido, a unos para bien y a otros, todo Lo contrario.
Me doy cuenta de que, ante esto,
como en otras muchas cosas, han aparecido los “puristas”, esos que de todo saben, llevándose las
manos a la cabeza ¡un cantautor, premio Nobel, Sacrilegio! Que yo me pregunto: ¿toda
esta gente se considera poseedora de los criterios objetivos para la
designación de dicho premio? a ellos les
preguntaría ¿qué tiene la obra, por ejemplo, del nobel de 2012 Mo Yan que le
haga más merecedor de este premio que cualquier otro?
A las élites que consideran que
la canción no es un género digno de este premio, les diría que porqué este no y
el periodismo sí. Recordaremos que el año pasado fue Nobel la periodista Svetlana
Aleksievich, cuya magnífica obra, prácticamente desconocida, se dio a conocer, mayoritariamente, a
partir de entonces.
Qué es preciso para que algo sea
incluido dentro de la categoría “literatura”? si mal no recuerdo, al
estudiar esta disciplina comenzábamos por el “mester de juglaría” y el “mester
de clerecía”, ambos, géneros literarios con contenido opuesto, de la literatura
medieval. Utilizar la música como vehículo de la poesía es algo que se ha hecho a
lo largo de la historia. Si es por méritos, la poesía y la música de Dylan los tiene
sobrados.
Con quince años y, como cualquier
adolescente de cualquier época, llenábamos los cuadernos con poemas y citas de
nuestros autores preferidos.
En un viejo cuaderno conservo esto que una amiga, Pepa, en aquellos años, me dejó escrito. |
Darle este premio a Bob Dylan, en
los tiempos que estamos viviendo, tiene un valor añadido, en una sociedad vacía
de consignas, de lemas, de palabras; es bueno que unos recordemos y otros
conozcan las palabras que forman la poesía de este autor. Porque Robert Allen
Zimmerman, ha sido capaz, no sólo de escribir hermosos poemas, si no de que la
gente de a pie se sienta retratada en ellos, que sus canciones se conozcan
mundialmente y que algunas sean considerados himnos que cantan la realidad de
los sin voz. Canciones que han llevado por todo el mundo innumerables artistas.
A Bob Dylan la Academia Sueca le
ha otorgado este premio «por haber creado una nueva expresión poética dentro de
la gran tradición americana de la canción».
Quizás yo tampoco le habría dado
el Nobel de Literatura, pero es que la categoría de “Nobel para Removedores de
Conciencias” aún no existe.[
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