3 oct 2016

TIEMPO DE MONSTRUOS

Medusa, paralizaba a los mortales con su mirada

Mirando la cartelera de estrenos cinematográficos, compruebo que hay dos, una coproducción hispana/estadounidense y otra española con la palabra monstruo en sus titulares, me refiero a “Un monstruo viene a verme” y “El tiempo de los monstruos”. Entre los estrenos teatrales tenemos “El hogar del monstruo”.
Creo que los que se dedican a esto del arte, casi siempre se adelantan a los hechos, su sensibilidad y a veces su inconsciente, les hace reflejar, aunque sólo sea en titulares, la realidad.
 
La Real Academia Española dice lo siguiente, monstruo: Del lat. Monstrum. 1. ser que presenta anomalías o desviaciones notables respecto a su especie. 2. ser fantástico que causa espanto. 3. cosa excesivamente grande o extraordinaria en cualquier línea. 4. Persona o cosa muy fea. 5.m. Persona cruel y perversa.
 
 Decidme si no os parece que lo de los títulos es pura clarividencia. A día de hoy mires donde mires, todo va en la línea de las definiciones del diccionario.
Desde los Estados Unidos nos viene la amenaza de que gane las elecciones un depredador de la justicia. En Colombia, el odio y el miedo ha dicho NO a la paz.  El Mediterráneo sigue devorando a sus hijos, como un inmenso ser mitológico.
La actual situación podía haber sido, hace unos años, una superproducción de cine fantástico o de terror, podemos comprobar como la realidad siempre supera a la ficción.
 
En España, nuestra querida España, resurgen los cadáveres políticos para causar espanto, recordándonos y utilizando sus crueles y perversas intenciones. La aristocracia política, formada por quienes heredaron privilegios de otras épocas y por los que en años posteriores recibieron el nobiliario nombre de Barones y Baronesas, camina por un mismo camino de dirección única.
 
Con la palabra monstruo, nos viene inmediatamente a la memoria Frankenstein, pero no debemos olvidar que Frankenstein era quien creo a la Criatura, no la Criatura en sí.
De la misma manera hay que mirar a quienes están detrás de las aberrantes decisiones que se están tomando, que benefician solamente a una élite social y van en perjuicio de la Inmensa Mayoría.
Quizás el significado etimológico de la palabra que da título a este escrito, aclara bastante este asunto. La palabra monstruo viene del latín monstrum. Esta, a su vez, se deriva del verbo monere, que significa ‘advertir’. Un monstruo era un aviso, una advertencia que enviaban al mundo, los dioses, las fuerzas sobrenaturales”.

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