"...Que no es
guitarra de ricos
ni cosa que se parezca
mi canto es de los andamios
para alcanzar las estrellas,
que el canto tiene sentido
cuando palpita en las venas
del que morirá cantando
las verdades verdaderas,.."
En estos últimos días hemos podido leer la, por mucho años esperada, noticia de que por fin se ha hecho justicia y ha sido condenado el responsable de la muerte del cantante chileno Víctor Jara.
ni cosa que se parezca
mi canto es de los andamios
para alcanzar las estrellas,
que el canto tiene sentido
cuando palpita en las venas
del que morirá cantando
las verdades verdaderas,.."
En estos últimos días hemos podido leer la, por mucho años esperada, noticia de que por fin se ha hecho justicia y ha sido condenado el responsable de la muerte del cantante chileno Víctor Jara.
Me vienen a la memoria recuerdos de cuando era
estudiante. En aquellos años de intensa actividad política en la
sociedad (aunque no en la de nuestro pueblo), en el instituto se movían cosas, el
pensamiento y la conciencia social de muchos de los que éramos alumnos del
mismo, entre otras. No sé ahora, pero entonces se hacía una revista en la que participaba todo
el que estaba dispuesto a dar su opinión.
En el año 1975 fue el segundo aniversario del
asesinato de Víctor jara y con ese motivo los encargados de la revista (no
recuerdo como se llamaba) decidieron dedicar un espacio a este cantautor, yo me
encargué de escribir un artículo (para la clase de literatura), que más tarde salió en dicha publicación, recuerdo que me costó mucho encontrar información al
respecto, entonces era todo más difícil, pero con la ayuda de algunas
personas, mayores que yo y comprometidas socialmente, la encontré.
Recuerdo a mis compañeros y compañeras de aquellos
años; quien tenía inquietudes entonces, las sigue teniendo hoy día y quienes se
dedicaban a reventar huelgas, aun lo siguen intentando. Un compañero, de los
comprometidos, hizo las ilustraciones para el texto que titulé:
“Vida
y Resurrección de Víctor Jara”
1975, segundo
aniversario del asesinato del cantante chileno Víctor Jara, que murió víctima
del fascismo en el Estadio Nacional de Chile un 16 de septiembre.
-Víctor tendría ahora
37 años-
En 1957 formó parte
de grupo folclórico CUCÚMEN, después será nombrado director de la academia de
folclore de la Casa de la Cultura de Ñuñoa.
En 1965 recibe el
premio nacional de la crítica por la dirección de la obra “La Maña”.
En 1966 pasa a ser
director del, entonces, naciente QUILAPAYUN que ahora se encuentra en el
exilio.
Su primer LP salió en
1967, bajo el título “Víctor Jara”, dos años más tarde grabaría “Pongo en tus
manos abiertas”, “Canto Libre”, “El derecho de vivir en paz” y “La población”.
En España sólo se ha
editado “Te recuerdo Amanda” y “Manifiesto”, homenaje póstumo al cantante.
Con la caída de la
Democracia de la Unidad Popular de Chile, intentaron doblegar a Víctor, cosa
que sólo consiguieron con su cuerpo -con el que se ensañaron brutalmente,
haciéndole sufrir múltiples torturas-, porque él no perdió el ánimo en ningún
momento. Mientras sus compañeros lloraban lágrimas de impotencia y dolor, los
oficiales lo mostraban a sus superiores triunfalmente. Un estudiante que logró
sobrevivir a la masacre, contaba que, al final, la sangre le salía por la boca,
nariz y oídos. Después de muerto y a modo de ejemplo para el resto, lo dejaron
tirado una tarde entera en el Estadio de Chile.
Aunque ha muerto, sus
canciones siguen vivas entre nosotros, porque sus problemas son problemas
vigentes y su voz una petición que no hay que desoír.
Su lema era:
“creo que lo auténticamente revolucionario debe estar
detrás de la guitarra, para que la guitarra sea un instrumento de lucha que
también pueda disparar como un fusil”.
Quien lea ahora lo que entonces escribí lo encontrara escaso, pero tan pocas palabras significaban mucho en la situación que se vivía entonces.
Ahora la información se multiplica por miles de entradas en los buscadores de internet pero casi nadie sabe quién fue Víctor Jara. Entre mis compañeros de estudios, todos acabamos conociendo su historia y sus canciones.
Gracias a los nuevos medios de comunicación se puede tener acceso a infinidad de documentos gráficos que los admiradores de Víctor Jara han ido compartiendo con el mundo.
Desde aquí quiero contribuir a que se recuerde o se conozca a Víctor, conocerlo es conocer la historia suya y nuestra, la historia de hombres y mujeres que no se cuenta en los libros.
Víctor habla de su infancia y el Amor en una entrevista que dio dos meses antes de su muerte.
Una canción llena de amor que dedicó a su madre, Amanda, y a su padre, Manuel, "Te recuerdo Amanda"
Aquí escuchamos su voz y su canción dedicada a los que no son nada, a los que no se comprometen, a quienes tienen por dueño el dinero, a los que no son "Ni chicha, ni limoná"
"Las casitas del barrio alto" donde viven los chicos que van a universidades privadas.
Ultimo poema, escrito días antes de su muerte, estando prisionero en el Estadio de Chile que ahora se llama "Víctor Jara"
36 años después de su muerte se llevó a cabo un multitudinario funeral, demostrando así que hay personas y luchas que nunca morirán.
Para quien quiera saber más cosas sobre el: