15 abr 2024

LA ZONA DE INTERÉS

 

"colores de Paz" Unicef.es/educa

Una de las películas más premiadas de este año, en los diversos certámenes a los que ha sido presentada es “La zona de interés”. Está basada en el libro del mismo título y aunque aún no he tenido la oportunidad de verla, la tengo presente en estos días.

La acción transcurre en la casa que el director del campo de exterminio de Auschwitz construye para su familia en las afueras del mismo, en la zona de interés, como así se llamaba al espacio de 41 kilómetros cuadrados que separaba la vida cotidiana del horror. Sin embargo el ambiente ideal de esta mansión no puede impedir que, desde la lejanía, lleguen los ecos del espanto.

Han pasado muchos años desde que ocurrieron los sucesos en los que se sitúa la acción que narra la película. Hechos que han generado multitud de preguntas sobre la indiferencia/bondad/maldad del ser humano. Reflexiones como las de Hannah Arendt en su obra titulada “La banalidad del mal”. “

Ahora, me pregunto: ¿Por cuantas zonas de interés estamos rodeados en estos momentos, que nos separan de todo aquello que nos molesta, que nos separan de lo Real?. ¿Qué medida tiene cada una de ellas?

¿Cuánto medirá la que nos sirve de filtro entre nuestros hogares y los hogares palestinos destruidos, los niños asesinados, las familias desaparecidas? ¿Y la que hace de telescopio donde vemos cada vez más alejados los edificios destrozados de Ucrania? Quizás sólo tengan el grosor de una pantalla.

Sin darnos cuenta nos pasamos la vida construyendo muros, “zonas de interés” que nos tapen lo feo, lo sucio, lo malo; para poder hacer como que lo olvidamos, o que no nos importa. Muros que nos permitan mirar hacia otro lado.

La zona que rodeaba Auschwitz estaba administrada por las SS. ¿Quién o quienes administran las actuales? ¿Cuánto debería de medir y como se llamaría la que nos esconde de nuestras propias conciencias?

En esta Semana Santa, mientras las imágenes de los noticiarios se llenaban de cofrades sevillanos, llorando desconsolados porque la lluvia no permitía sacar a la calle a sus amadas imágenes, al otro lado de la “zona” las bombas caían sobre personas que sólo intentaban recoger comida para sus hijos.

“La fuerza que posee la propaganda totalitaria -antes de que los movimientos tengan el poder de dejar caer telones de acero para impedir que nadie pueda perturbar con la más nimia realidad la terrible tranquilidad de un mundo totalmente imaginario- descansa en su capacidad de aislar a las masas del mundo real” Hannah Arendt.

 "La zona de Interés" Trailer.

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario