10 may 2018

REFUGIADAS. They too



Lo has cortado
para tener calor
en tu invierno.
No señor,
no vas a tener calor,
porque las lágrimas de sus pájaros
han mojado toda la leña
Saca tu cara de mi espejo” Maysun Shukair


 
 
Este parece ser el año, hay quien dice que el siglo, de las mujeres, los movimientos que reivindican la Igualdad están mas activos de lo que lo habían estado en mucho tiempo. Marchas feministas, manifestaciones contra la violencia machista, día de la madre, día de la mujer. Partidos, asociaciones, ayuntamientos, personalidades del mundo del arte, de la ciencia, de la política, las redes sociales, hacen hoy suya la lucha feminista que comenzó en el siglo pasado. La vida de las mujeres era, en esos años, verdaderamente difícil.

Cuando, de pronto, una gran parte de la sociedad se pone en marcha en la misma dirección, desconfío; parece como si reaccionásemos al unísono ante determinadas consignas: “Me Too” “Yo te creo” “Todas somos…” etc... Creo que si todas las personas que se manifiestan públicamente, a favor de la Igualdad y contra la injusticia, actuasen, en su entorno, coherentemente con las ideas que defienden, tendríamos una gran parte del camino andado.
Lamentablemente creo que no es así. Es fácil, queda muy bien, hasta estético diría yo, salir a la calle bajo un mismo color, cantando y bailando; hacer de la lucha una fiesta no me parece mal, pero siento que se vaya quedando sólo en eso y pienso en las chicas y chicos que gritan igualdad en la calle, mientras las madres les preparan la comida y les lavan la ropa en casa, en las mujeres que, ese día, madrugan un poco mas para dejarse la comida hecha, la casa limpia y poder llegar a tiempo a la manifestación y que no noten su ausencia en ningún sitio, pienso en quienes no pueden hacer huelga porque peligra su salario, en quien sirve las copas a quienes se recogen eufóricas tras una jornada reivindicativa y en quienes educan a los hijos a defenderse y a las hijas a protegerse.

Y, por supuesto, pienso en las refugiadas, Ellas También son mujeres, son madres, sufren violencia, desigualdad y son las grandes olvidadas dentro de esa marea  olvidada que forman los refugiados sirios. Las mujeres se convierten en esta ocasión en moneda de cambio, se cosifican más que en ningún otro ámbito, están ocultas tras ese velo de ignominia que todos tenemos delante de los ojos.
 Creando sus propias muñecas.
(La directora del máster de Género de la Escuela Nacional de Salud, María de los Ángeles Rodríguez, ha alertado sobre la incidencia de la violencia de género entre mujeres refugiadas ya que, según ha afirmado, "se calcula que el 100%" sufre esta lacra que se une al hecho de "afrontar una guerra o atravesar una frontera".
http://www.lavanguardia.com/internacional/20170725/4381607165/violencia-de-genero-mujeres-refugiadas.html)

Dicen que la Guerra es algo masculino y que la Paz, sin embargo, tiene más que ver con lo femenino. Si esto es así, pongamos en valor lo femenino y dejemos de ver la igualdad a través de la mirada masculina. Igualdad no es competición, ni ser uno más que otro, ni ejercer poder sobre quien antes lo tenía.

Seguirá habiendo desigualdades mientras no nos demos cuenta de que lo ético sería considerar que todos estamos del mismo lado.    
"La niña bonita" Historia de dos mujeres distintas, una siria y una chilena, que acabaron siendo iguales viviendo como refugiadas.

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