5 ago 2016

EL GRAN PAIS DE "NUNCA JAMÁS", ENTRE POKEMON Y PETER PAN


“Nunca Jamás es una lejana y exótica isla donde los niños no crecen y viven sin ninguna regla ni responsabilidad, pasando así la mayor parte del tiempo divirtiéndose y viviendo aventuras. Estos se hacen llamar los Niños Perdidos. La población de dicha isla agrupa también a temibles piratas, indios, sirenas, hadas, y demás criaturas que habitan en las selvas y aguas profundas. Si alguien desea llegar a Nunca Jamás deberá de volar hasta lo más alto del cielo y girar en la segunda estrella a la derecha, volando hasta el amanecer.” (James Matthew Barrie)

Nuestro mundo parece haberse vuelto loco este verano; atentados suicidas, corrupción imparable y un país desgobernado.
Paralelamente surge una noticia relacionada con los más jóvenes, la “fiebre pokemon”, mareas de personas, de todo el mundo, móvil en mano, buscan y buscan, pero… ¿qué buscan?
Chicos y chicas, que todo lo tienen, (incluidos los móviles deformadores de la realidad), porque todo se les ha dado. Hijos de padres protectores, suministradores de cosas, que han tapado el deseo de los hijos por conseguir algo con su esfuerzo. Tenemos una generación de jóvenes desencantados, antes de encantarse, que creyeron, porque así se lo hicimos creer, que podían ser dueños del mundo, pero nunca pensaron es serlo de la tierra.
Catervas de adolescentes que adolecen de lo esencial: tener algo por lo que luchar. Niños perdidos que como los de Nunca Jamás, aspiran a no crecer, a vivir en un mundo imaginario de diversión e indolencia. Personas que dicen ser los damnificados de la crisis económica, Smartphone en mano, y no se sienten víctimas de la mayor de las crisis, la falta de ganas de saber y de hacer.
Pero… ¿Qué buscan, más allá de que, de pronto, aparezcan en sus pantallas imagenes del mundo virtual?. Buscan y buscan, como locos, sin atenerse a normas, respondiendo a una llamada irreal, persiguiendo ser ganadores de un juego en el que llevan las de perder, porque cada logro conseguido es una atadura añadida más, en esta desenfrenada carrera para conseguir perder la libertad que nos hace humanos.
Como decía Diógenes de Sinope "No os preguntéis cómo sobreviviré sin mi esclavo, preguntad a mi esclavo cómo sobrevivirá sin mí."
Ahora se trata de un juego “inocente” y “gratuito” con el que buscar y cazar llamativas imágenes de muñecos de colores, ¿qué será lo próximo?
 

 

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