5 abr 2023

SI AMANECE, NOS VAMOS

 



Mi relación con la radio ha sido continuada a lo largo de los años. Los de mi generación nos criamos con el soniquete de los programas que escuchaban los mayores: discos dedicados, radionovelas, consultorios sentimentales, el parte o los partidos de fútbol.  A pesar de la llegada de la televisión, y la revolución que ello supuso, mi preferencia por la radio siguió existiendo. Es un medio que permite imaginar lo que estás escuchando, dejando espacio a la fantasía y a la creación de un mundo propio. Podría recordar todos los programas que escuchaba con deleite pero, sin duda, se han llevado siempre la palma los programas nocturnos. Desde que pude disponer de un transistor propio, rara era la noche que no escuchaba la radio, medio camuflada por la almohada.

Los años 90´fueron prolíficos en programas de este tipo: “La Rosa de los vientos” 1997 en Onda  Cero dirigido y presentado por Juan Antonio Cebrián. “El loco de la colina” 1980. Con Jesús  Quintero en Radio nacional y después en la Cadena SER. “Hablar por hablar” 1989. Presentado en un principio por Gemma Nierga. “Si amanece nos vamos”1993, cadena SER, creado por la  periodista Marta Robles. La primera emisión se hizo desde la cárcel de mujeres de Carabanchel.

La noche genera un ambiente de complicidad en el que lo que se dice parece que va dirigido especialmente a cada uno de los oyentes. Cada uno de estos programas era diferente, en unos intervenía la gente para hablar de sus vidas, en otros se contaban  historias y misterios y en otros, como el de Jesús Quintero, se filosofaba sobre lo divino y lo humano. (Ahora, gracias al fenómeno podcast se pueden disfrutar las grabaciones de muchos de aquellos programas que iban dirigidos especialmente al público insomne).

Alguno de ellos aún sigue en las ondas, este es el caso de “Si amanece nos vamos” que cada madrugada, de lunes a viernes comienza su emisión a las 04:00, después de otro gran programa “El faro” de Mara torres. Y a pesar de que estando también en versión podcast, se pueden escuchar a la hora que a cada uno le va bien, yo reconozco que lo suyo es escucharlos cuando se emiten, parece que suena diferente en el silencio de la noche.

Últimamente sigo estos dos que he mencionado, “El faro” y “Si amanece nos vamos”, sobre todo este último, donde, en su primera hora, el presentador Roberto Sánchez interactúa con los oyentes mediante “El juego de los detectives”; en este juego se plantea un misterio que hay que resolver entre quienes llaman a la radio o participan por las redes sociales. Cuando llama un oyente, además de decir su sospecha sobre el tema detectivesco de ese día,  cuenta, a requerimiento del presentador, si está trabajando, en qué trabaja, si están en casa despiertos o despiertas, por enfermedad o insomnio y cada uno habla de sus cosas como con un amigo.

Cada vez que lo escucho me doy cuenta de lo poco que tenemos en cuenta a esas personas que trabajan de noche, en soledad: guardias nocturnos, camioneros, panaderos etc. O en la mucha gente que no puede dormir y pasan la noche en vela con la compañía de unas voces amigas que salen a través de una radio o un móvil. Todas esas personas que, cuando amanece, empiezan a quedarse un poco más solas.

                         "La revolución bien entendida empieza por uno mismo" Jesús Quintero

                                  

 

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