14 ago 2020

DON ELEAZAR Y JUANITO

 

A veces es preciso mirar las cosas del revés para entenderlas.


(Integridad es hacer lo correcto, aunque nadie nos esté mirando. Jim Stowall)

En un verano caluroso e incierto como el que vivimos, dos noticias, dos nombres, dos hombres, dos símbolos, son protagonistas de los titulares de la prensa nacional. Los dos nos atañen de manera muy directa.

Un trabajador del campo, inmigrante nicaragüense, sin papeles, sin contrato, una persona desconocida, sufre un golpe de calor en plena faena de recogida de sandias, después de trabajar durante horas bajo el solanero de más de 40º que nos acompaña estos días. Para ahorrar viajes de la furgoneta que llevaba y traía a los trabajadores al tajo, en vez de atenderlo inmediatamente, esperan a que sea la hora de terminar, así aprovechan el viaje y llevan a todos de una vez (optimizar recursos le llaman a eso). Cuando llegaron al centro de salud, después de repartir a los demás trabajadores, simplemente lo dejaron tirado en la puerta.

Eleazar (el jornalero tenía nombre) llegó en parada cardiorrespiratoria al centro de salud y murió poco después. Eleazar tenía una familia, ganas de prosperar, de ganarse la vida honradamente. Vino de su país creyendo que, con su trabajo, ayudaría a mejorar su vida y la de los suyos.

Otra cara de la moneda la representa Juanito, ese es el nombre con que se conoce al emérito en algunos círculos. Juanito tuvo que abdicar, de prisa y corriendo, hace cinco años, ante la magnitud de los escándalos que lo rodeaban: caso Noos, Corinna, etc. Pero nunca dejó de ostentar la “dignidad” de rey. Los recientes acontecimientos que también lo relacionan con cobro de comisiones y evasión de dinero en paraísos fiscales, parece ser que no le han sentado muy bien al emérito y ha decidido que se va de España. Se va sin dar explicaciones ni a la Justicia ni a los españoles. Para hacer más llevadero su pesar se ha ido a la República Dominicana, lugar conocido, sobre todo, por ser un sitio para el recogimiento y el retiro espiritual.

Dos noticias que son el vivo reflejo, no ya de la España más injusta y desigual, son la cara más real del sistema en el que vivimos.

El Capitalismo entiende sólo de dinero, no de personas. No hay nombres, sólo números en cuentas bancarias. Pero, sobre todo, no entiende de Dignidad, esa cualidad que no se puede comprar y que no tiene que ver con la familia en que naciste o el lugar del mundo donde te tocó vivir.

Según lo socialmente aceptado estas dos historias se escriben bajo estas premisas:

Don Eleazar formaba parte de esos inmigrantes que (según algunos) vienen a quitarnos el dinero, las prestaciones sociales, el trabajo de nuestros hijos. Juanito, nos salvó (según otros) del 23F e hizo posible la Democracia en España.

Ahora os invito a mirarlas del revés y, quizás, nos encontremos con la verdad: Eleazar formaba parte de esas personas, gracias a cuyo trabajo nuestro país puede seguir avanzando. Fue la Democracia quien salvó a la corona y a su representante.

 "El reino del revés"

 

 

(artículo publicado en  https://www.infolinea.es/don-eleazar-y-juanito)

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