10 ene 2023

2022, UN AÑO EN CRISIS



 

Está por terminar un año difícil, en enero pasado publicaba un escrito que se llamaba “el principio del fin” y en cierto modo así ha sido. La pandemia ha remitido a un nivel  de contagio parecido a la infección de cualquier otro virus con los que, a lo largo de los tiempos, hemos podido convivir gracias a los avances científicos.  Una de las noticias que destacaré, por injusta, es que la Unión Europea (según Intermon Oxfam) se deshacía a finales de febrero de 55 millones de dosis de vacunas contra la COVID-19 porque caducaban, mientras una gran parte de la población mundial seguía sin vacunar. A la vez bloqueaba propuestas de la Unión africana y cien países más para estar exentos de la propiedad intelectual y poder producir sus propias vacunas.

A las consecuencias de estos años nefastos de pandemia y de los que se han enriquecido gracias a ella, se sumó la guerra de Ucrania que, como uno de los Cuatro Jinetes del Apocalipsis, volvió a poner a prueba a la Humanidad. La guerra como una de las demostraciones más viles de lo que el ser humano es capaz de hacer. Meses más tarde nuestro país fue sede de la cumbre de la OTAN donde todos los altos cargos gubernamentales de esta organización hicieron acto de presencia, aún me pregunto para qué.

Mientras, la gente que vive la vida real, acusa tanto desgaste emocional con la añadidura del miedo a la guerra. La inseguridad ante un futuro incierto ha provocado que los problemas de salud mental pasen a ser una de las preocupaciones sociales más evidentes.

Por si faltaba algo, llegó el verano y con él una de las olas de calor más inaguantables de los últimos 20 años. El cambio climático dijo una vez más “aquí estoy yo”, por otro lado la subida de la luz y el gas gracias a la crisis provocada por la guerra lleva al gobierno a tomar medidas contundentes en cuanto al uso del aire acondicionado en locales públicos.

Dos eventos, a cual más deplorable, volvieron a conmocionar al mundo entero: los funerales de Isabel II de Inglaterra y el Mundial de Qatar.

Pero no quiero acabar esta ojeada al año que termina sin decir todo lo bueno que ha pasado (que también lo hay). En Alhama los actos culturales han vuelto con fuerza, exposiciones, conciertos, premios…la vida toma las calles y los escenarios. La feria, con la inauguración del nuevo recinto, ha sido un éxito y una alegría para grandes y chicos.

A nivel nacional se están llevado a cabo avances sociales que están ayudando a los más desfavorecidos a hacer más llevadera esta crisis en la que estamos inmersos: reforma de las pensiones, Ingreso mínimo Vital, medidas para favorecer la creación de empleo (lo que ha conseguido que crezca en España siete veces más que en el resto de la Unión Europea durante este último trimestre). En los últimos días el presidente, Pedro Sánchez y la ministra de trabajo y economía social, Yolanda Díaz, pactan un nuevo paquete de medidas anticrisis, entre las que están congelar el precio de los alquileres y rebajar el IVA de algunos alimentos del 10% al 4%.

Termino el año con la esperanza puesta en que lo bueno que tenemos siga adelante. Que  las guerras, la corrupción, las mentiras, la desigualdad, el odio y quienes lo propician, queden reducidos a la mínima expresión. 

"De vez en cuando la vida" del maestro Serrat que este año se bajó de los escenarios.

                                 

1 comentario:

  1. Esperemos que este 2023 sea diferente, y cambie un poquito la cosa para mejor.

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