24 ene 2023

HEROÍNAS

 

La novela de misterio, de detectives o novela negra son géneros que siempre me han gustado. Pero creo que en las nuevas novelas o películas de este tipo hay cosas que han cambiado, sobre todo si quien resuelve el caso es una mujer.

En los relatos de Agatha Christie, por ejemplo, miss Marple resolvía los casos acercándose a las personas, conociendo sus hábitos, sus debilidades y fortalezas, llegando a sus conclusiones desde una postura reflexiva y razonada. Por otro lado teníamos a los detectives clásicos que casi siempre tenían un ayudante, un otro con quien poner en claro las ideas y poder demostrar que él era el más listo. Los de novela negra mezclaban casi siempre, la deducción con las peleas, tiros y el whisky.

Ahora vivimos una oleada de novelas de crímenes protagonizadas por mujeres. La saga del escritor sueco Stieg Larsson autor de “Los hombres que no amaban a la mujeres”, el español Juan Gómez Jurado, autor de “Reina Roja” son un ejemplo de lo que quiero decir.

Sus heroínas son mujeres que sufren algún tipo de trastorno mental que les dota de una increíble sagacidad e inteligencia. Si buscas en internet que tipo de trastorno sufre Lisbeth Salander, protagonista de la saga “Millenium”, una chica que tiene memoria fotográfica además de otras muchas características, encuentras que Larsson le atribuye el síndrome de Asperger.

Haciendo la misma pregunta sobre Antonia Scott, protagonista de la saga “Reina Roja” otra mujer de extraordinarios poderes, te encuentras con el inicio de la primera novela “Antonia Scott sólo se permite pensar en el suicidio tres minutos al día (….) la mente de Antonia es más bien como una jungla, una jungla llena de monos que saltan a toda velocidad de liana en liana llevando cosas. Muchos monos y muchas cosas, cruzándose en el aire y enseñándose los colmillos”

En películas y series de este género, con protagonistas mujeres, sueles encontrar más de lo mismo. Mujeres traumadas por sucesos ocurridos en la infancia, con una importante carga de agresividad y trastornos para justificar una inteligencia poco común.

Entre la figuras protagonistas de antes y ahora, hay un abismo. Mis Marple desenredaba un misterio mientras tejía, cocinaba un bizcocho o tomaba una taza de té. Las protagonistas actuales sufren, toman pastillas para controlar sus impulsos, utilizan la violencia física, apenas comen o comen mal, tienen un acólito que les sirve de escudero y el enemigo suele ser un hombre abusador y maltratador o una mujer perversa.

Creo que han investido a las mujeres detectives actuales (en aras de la igualdad) con características de los hombres de la novela negra: son capaces de pelear, beber, consumir sustancias etc. Se les ha restado la parte más femenina y se le ha sumado usar la salud mental ya que, de otra forma, parece que no serían capaces de resolver nada.

Y esto que parece no tener importancia, creo que sí la tiene. Un género literario con millones de lectores nos muestra un ideal de mujer que para ser brillante ha de tener las características de un “hombre” a la antigua usanza. Esto no sólo pasa en la ficción, la realidad actual también confunde la igualdad de derechos con que todos seamos iguales.

 "Equivócame si me corrijo" Antílopez


 

 

19 ene 2023

LA MIRADA DE UNA ABUELA

 

El pasado cinco de enero fui a ver la Cabalgata de Reyes Magos, algo que pocas veces he hecho. El que estuviesen mis nietos en casa influyó para que me animase a acompañarlos.

La cabalgata es un acto por y para los niños, con la mirada de un niño hay que contemplarla y eso es lo que hice.

El asombro, mezclado con un poco de temor, de las caras infantiles ante el espectáculo con malabares de fuego; la sorpresa al ver personajes de sus cuentos paseándose ante ellos: el muñeco de nieve de la película Frozen, Shrek, el Grinch, Dumbo, alguna princesa, el Coyote y el Correcaminos etc. Todos ellos hacían que los críos abriesen los ojos como platos y que aplaudiesen y, a veces, interactuasen con los personajes.

La ilusión se reflejaba en sus rostros y aunque muchos empezaron de mano de los padres, algunos en brazos, poco a poco veías como iban bajando de la acera como si quisieran tomar la calle y formar parte del espectáculo.

Los diferentes grupos de baile que intervinieron en el desfile, todos infantiles, pusieron otra nota más de alegría y ritmo en los niños y niñas que intentaban imitar a los que desfilaban y bailar a su compás.

Y para el final Los tres Magos de Oriente, llenos de majestuosidad, acompañados de sus respectivos pajes (que repartían caramelos ante el disfrute general), parecían salidos de un cuento de Navidad de esos que los críos han visto tantos en estos días. Eran las estrellas del acto y cada uno esperaba al suyo con impaciencia (de todos es sabido que cada niño tiene un Rey Mago preferido al que dirigen sus cartas).

Viví el desfile desde la mirada y la inocencia de un niño y lo disfruté. Ver las calles llenas de padres y abuelos con sus hijos o nietos. Tantas niñas y niños desfilando al son de la música hicieron que la tarde/noche alhameña de un cinco de enero que parecía primavera, se llenase de esperanza en el futuro, dejando atrás unos años duros que parecen llegar a su fin.

Casi desde esa noche empezaron a leerse en las redes sociales críticas sobre el desfile. Criticas de “criticar” no de ser críticos. Y siento que es muy triste ver lo poco que  nos dura a las personas la capacidad de ver la vida con la mirada de un niño; qué pronto perdemos la capacidad de soñar, fantasear e ilusionarnos con las pequeñas cosas para disponernos a verlo todo desde la “sabiduría” “sensatez” y “lógica” de los adultos.

De vez en cuando deberíamos tener presente que hay que aprender mucho para tener la sabiduría de un niño. Picasso dijo una vez “En aprender a pintar como los pintores del Renacimiento tardé unos años; pintar como los niños me llevó toda la vida”

10 ene 2023

2022, UN AÑO EN CRISIS



 

Está por terminar un año difícil, en enero pasado publicaba un escrito que se llamaba “el principio del fin” y en cierto modo así ha sido. La pandemia ha remitido a un nivel  de contagio parecido a la infección de cualquier otro virus con los que, a lo largo de los tiempos, hemos podido convivir gracias a los avances científicos.  Una de las noticias que destacaré, por injusta, es que la Unión Europea (según Intermon Oxfam) se deshacía a finales de febrero de 55 millones de dosis de vacunas contra la COVID-19 porque caducaban, mientras una gran parte de la población mundial seguía sin vacunar. A la vez bloqueaba propuestas de la Unión africana y cien países más para estar exentos de la propiedad intelectual y poder producir sus propias vacunas.

A las consecuencias de estos años nefastos de pandemia y de los que se han enriquecido gracias a ella, se sumó la guerra de Ucrania que, como uno de los Cuatro Jinetes del Apocalipsis, volvió a poner a prueba a la Humanidad. La guerra como una de las demostraciones más viles de lo que el ser humano es capaz de hacer. Meses más tarde nuestro país fue sede de la cumbre de la OTAN donde todos los altos cargos gubernamentales de esta organización hicieron acto de presencia, aún me pregunto para qué.

Mientras, la gente que vive la vida real, acusa tanto desgaste emocional con la añadidura del miedo a la guerra. La inseguridad ante un futuro incierto ha provocado que los problemas de salud mental pasen a ser una de las preocupaciones sociales más evidentes.

Por si faltaba algo, llegó el verano y con él una de las olas de calor más inaguantables de los últimos 20 años. El cambio climático dijo una vez más “aquí estoy yo”, por otro lado la subida de la luz y el gas gracias a la crisis provocada por la guerra lleva al gobierno a tomar medidas contundentes en cuanto al uso del aire acondicionado en locales públicos.

Dos eventos, a cual más deplorable, volvieron a conmocionar al mundo entero: los funerales de Isabel II de Inglaterra y el Mundial de Qatar.

Pero no quiero acabar esta ojeada al año que termina sin decir todo lo bueno que ha pasado (que también lo hay). En Alhama los actos culturales han vuelto con fuerza, exposiciones, conciertos, premios…la vida toma las calles y los escenarios. La feria, con la inauguración del nuevo recinto, ha sido un éxito y una alegría para grandes y chicos.

A nivel nacional se están llevado a cabo avances sociales que están ayudando a los más desfavorecidos a hacer más llevadera esta crisis en la que estamos inmersos: reforma de las pensiones, Ingreso mínimo Vital, medidas para favorecer la creación de empleo (lo que ha conseguido que crezca en España siete veces más que en el resto de la Unión Europea durante este último trimestre). En los últimos días el presidente, Pedro Sánchez y la ministra de trabajo y economía social, Yolanda Díaz, pactan un nuevo paquete de medidas anticrisis, entre las que están congelar el precio de los alquileres y rebajar el IVA de algunos alimentos del 10% al 4%.

Termino el año con la esperanza puesta en que lo bueno que tenemos siga adelante. Que  las guerras, la corrupción, las mentiras, la desigualdad, el odio y quienes lo propician, queden reducidos a la mínima expresión. 

"De vez en cuando la vida" del maestro Serrat que este año se bajó de los escenarios.

                                 

7 ene 2023

LO QUE SOBRA

                                                               

Este año he pasado los días de Nochebuena y Navidad en casa de mi madre, cuidándola. Me doy cuenta que la televisión es un elemento que para las personas más mayores se ha vuelto casi indispensable, cuando estoy con mi madre veo bastante la tele.

Durante estos dos días ha sido casi imposible ver un programa sin tragarte minutos, por no decir horas, de publicidad. Parece que el mundo está en venta. Todo se vende y todo te lo ofrecen como necesario para tu vida. Comida preparada, refrescos, electrodomésticos, maravillosos limpiadores, coches, perfumes…además de lo que corresponde a estas fiestas: turrón, mazapanes, polvorones y bebidas. A veces ni me acordaba de que era lo que estábamos viendo. La tele se ha convertido en un gran bazar.

A vosotros no os pasa que algunas veces sentís que os sobran cosas. De un tiempo a esta parte es algo que pienso a menudo, que me sobran cosas. Cuando hace unos años cambié de casa ya decidí que pondría en ella lo imprescindible, así que mi trastero está lleno de piezas que nunca volví a usar. Si me quedara con lo que realmente necesito creo que me sentiría mucho mejor y dejaría espacio para lo que realmente quiero, ese es un propósito para el año que viene.

Cuando mis hijos eran pequeños, tenía la casa llena de objetos decorativos que ellos, a la mínima, cogían para jugar. Yo siempre andaba pendiente por si rompían algo y se lastimaban, hasta que tomé una decisión, guardé casi todos los chismes en cajas de cartón y solo dejé libros y algún que otro detalle que puse a una altura que ellos no alcanzasen. Muchos años después recordé que aquellas cajas seguían cerradas y que ni un solo día eché de menos lo que había metido en ellas, algunas aún siguen así.

Si miro lo que utilizo en mí día a día, me doy cuenta de lo mucho que me sobra, y compruebo lo  que me falta.

Dentro de mis cosas necesarias e imprescindibles están los libros, las plantas, los cuadros y  discos, un tocadiscos que me pusieron los RRMM hace unos años, el ordenador para estudiar y escribir y poco más. Muebles básicos y algún que otro electrodoméstico.

Entre las cosas que me faltan, hay algunas de orden práctico, por ejemplo estanterías para los libros que se van amontonando por todos lados, a ver si así consigo (no lo creo) ordenarlos con algún criterio que me satisfaga, es algo que muchas veces he intentado pero nunca he logrado ya que mi anarquismo intelectual hace que me guste ver mezcladas las diferentes temáticas (no valdría para bibliotecaria). De todas formas, siempre que se me antoja un libro, se dónde encontrarlo.

Feliz Fin de año a todos los lectores de Infolínea, y que el próximo año os traiga sólo lo verdaderamente necesario.

"EL MAGO DE OZ" 
Adaptación radiofónica de Juan Jose Millás