20 sept 2022

CUÉNTAME UN CUENTO




Mira que a mí me gustan los cuentos, de niña leí algunos, los clásicos que se suelen regalar a los críos. Pero fue durante los primeros años de instituto donde, cada semana, los viernes, visitaba la biblioteca del centro y cargaba libros de cuentos para el fin de semana. En aquella época leí a Perrault, Anderson, a los hermanos Grimm, los viajes de Gulliver de Jonathan Swift, Lewis Carroll etc. Así, aunque leía otras muchas cosas, durante un tiempo fueron los cuentos mis preferidos.

Pero el que nos están contando en estos momentos no me gusta ni chispa. Esta semana parece que el mundo se ha convertido en el gran escenario de uno de aquellos cuentos de reyes y princesas. Creo que la muerte de la reina Isabel II ha sacado el espíritu más infantil de los medios de comunicación y de los ciudadanos.

La difunta reina ha sido tratada casi como si de una divinidad se tratase. No en vano según el “Derecho divino de los reyes” los reyes son elegidos de Dios (el que toque en cada circunstancia, imagino). En la Edad Media se tenía la creencia de que Dios le había otorgado el poder terrenal al rey y el espiritual al Papa. Como podemos ver aún estamos instalados en esas ancestrales creencias.

Pues eso, como os comentaba, esta semana, una monarca ha muerto y, como en los cuentos de antaño, se narra su historia revestida de una épica llena de acciones bondadosas, nos la muestran como una persona juiciosa, justa y generosa con sus súbditos (a mi siempre me dio a impresión de que quería más a sus perros y caballos) y a su entierro asistirán mandatarios venidos desde todos los confines de la tierra y veremos al príncipe heredero llorar a su reina junto a toda la corte y representantes eclesiásticos.

Veremos desfilar interminables colas de súbditos llorando cual plañideras, a este símbolo de autoritarismo y “protección” que los deja desamparados.

También como en los cuentos, asistirán a las exequias, monarcas de otros países que un día fueron desterrados por sus acciones poco recomendables, pero eso entre reyes no se tiene en cuenta, no olvidemos que son los elegidos y pertenecen a una casta diferente al resto de los mortales.

En el mismo espacio de tiempo se ha estrenado en nuestro país un documental que cuenta la historia de un rey sin la capa de armiño de los cuentos. “Salvar al rey” se titula. Interesante.

Y así, entre lo real y la realeza, vivimos un 2022 en el que aún quedan restos de la pasada pandemia, somos testigos de varias guerras (con reyes incluidos) y está a punto una nueva misión espacial para que se pueda subir, de nuevo, a la Luna.

A lo que ocurre le va bien algo que leí hace poco. “El verdadero problema de la Humanidad es el siguiente: Tenemos emociones del Paleolítico, instituciones medievales y  tecnología propia de un dios. Y eso es terriblemente peligroso”. Edward Wilson, entomólogo y biólogo.

(Artículo publicado en el número 1.260 del periódico Infolínea)

                                              

 

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