16 feb 2022

ERRARE HUMANUM EST




No sé si a vosotros os pasa, pero para mí últimamente los días, semanas y meses, son un continuum, da igual si es lunes o martes, si es Navidad o Semana Santa. Desde el comienzo de la pandemia todo se ha vuelto un poco más confuso. Salgo a la calle y aun sigo sintiendo extrañeza. El miércoles pasado se escuchaban cohetes sin parar y tardé en darme cuenta de que era la Candelaria. Sin ir más lejos, el otro día fui a una cita médica una semana antes de cuando me tocaba, en mi cabeza aún está instalada la costumbre de que las citas sean, como muy tarde, para una semana después de solicitarlas, no quince o veinte días, así que como ponía lunes, allá que me fui y cuando vieron mi cita, me advirtieron que era para el lunes, pero de la semana siguiente.

Os comento todo esto porque entiendo perfectamente que un señor diputado se pueda equivocar al efectuar el voto telemático. Entre que todos vamos un poco aturdidos, que el señor Casero estaba enfermo y que, todo hay que decirlo, a mucha gente aún se le hace cuesta arriba lo de la era digital, estos errores son cosas que le pueden pasar a cualquiera. No entiendo ese interés desmesurado por parte de sus compañeros de negar la evidencia. Este señor se equivocó, aunque esta equivocación en concreto haya tenido consecuencias que ni el ni los suyos deseaban. El mismo señor Casero reconoció su error “Lo estoy pasando fatal, estoy destrozado, ¡la que he liado!”, sin embargo, su partido está haciendo malabarismos para hacer recaer la responsabilidad sobre quien no la tiene.

Esta misma mañana me he enterado de que, a instancias del grupo Podemos y apoyado por el Psoe se ha invitado a hablar en el Congreso, concretamente en la Comisión de Investigación relativa a la gestión de las vacunas y el Plan de Vacunación, a un profesor de la Universitat Autónoma de Barcelona, catedrático de farmacología, cuyo discurso a tenido un ligero tufillo antivacunas, aunque durante su intervención ha negado repetidas veces que lo sea. “estamos ante un experimento que atañe a toda la ciudadanía” o “Los ensayos clínicos no demuestran que las vacunas salven vidas” son algunas de las ideas que este señor ha defendido. Ante la extrañeza producida por estas palabras, Podemos ha dicho que fue invitado porque defiende que la farmacovigilancia debe de ser extrema, los socialistas han dicho que no sabían qué discurso iba a tener y que este catedrático lo que pide es mayor rigor en las agencias y en la transparencia de datos.

Estoy segura de que el señor diputado que votó, por error, a favor de la REFORMA LABORAL, no lo hizo a posta, que no hay que dudar de su ideología ni de lo que reamente piensa de la norma que votaba y que, si hubiera podido enmendar su error, lo habría hecho. Por otra parte,  si los partidos del gobierno hubiesen conocido con anterioridad el discurso que este señor catedrático iba a esgrimir en su intervención, seguramente  habrían elegido a otro experto. Podemos y PSOE podrán diferir en algunas cosas, pero no en su claro discurso a favor de las vacunas que tantas vidas están salvando.

Por esto mi escrito se titula “errare humanum est” aunque la frase completa es: “errare humanum est, perseverare autem diabolicum et tertia non datur” o lo que es lo mismo “errar es humano, perseverar diabólico y no hay tercera opción”.

¡Bienvenidas sean las VACUNAS y La REFORMA LABORAL!

"Me equivoqué" 

                                           

(Artículo publicado en el número 1.233 del periódico Infolínea)

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