Pensamientos |
“PRAXÁGORA.-Yo os demostraré que las mujeres son infinitamente más sensatas que nosotros"...."Se sientan para freír la comida, como antes; llevan la carga en la cabeza, como antes; celebran las Tesmoforias, como antes; amasan las tortas, como antes; hacen rabiar a sus maridos, como antes; ocultan en casa a sus amantes, como antes; sisan, como antes; les gusta el vino puro, como antes, y se complacen en el amor, como antes. Y al entregarles, ioh, ¡ciudadanos! las riendas del gobierno, no nos cansemos en inútiles disputas ni les preguntemos lo que vayan a hacer; dejémoslas en plena libertad de acción, considerando solamente que, como madres que son, pondrán todo su empeño en economizar soldados. Además, ¿quién suministrará con más cuidado las provisiones a los soldados que la que les parió? La mujer es ingeniosísima, como nadie, para reunir riquezas"... "No enumeraré las demás ventajas; seguid mis consejos y seréis felices toda la vida.” (“Las asambleístas” Aristófanes.)
Este año, el ocho de marzo amaneció violeta. Las feministas salían a la calle como los pensamientos en primavera. Salieron las de siempre, las de nuevo cuño y las de última hora.
Desde muy niña me causaron curiosidad los diversos universos femeninos, empleo esta palabra porque no se puede hablar de mujeres como si todas fuésemos lo mismo, no hay una mujer igual a otra, ¡ni de lejos!
Me gustaba escuchar a las vecinas y amigas de mi familia cuando, cuchicheando, hablaban de sus cosas, estaba la que comentaba abiertamente sus placenteras relaciones; la que decía sentirse querida si recibía, de vez en cuando, un golpe que otro; la mujer libre que tocaba música, pintaba y bordaba; la curandera, amiga, que sacaba a mas de una de un aprieto; la comadrona que asistía a casi todas cuando alumbraban un hijo; la que se desesperaba ante un nuevo nacimiento; la que se alegraba al enterarse de que otra vez estaba en cinta y la que sufría por no poder parir; la que tenía la casa como los chorros del oro y la que trabajaba en el campo o con el ganado, sin apenas tiempo de mirarse al espejo; mujeres que eran madres, unas tolerantes, algunas autoritarias, la mayoría resignadamente abnegadas. Luego estaban aquellas, por fuerza ausentes, de las que se comentaban sus proezas, unas veces con miedo y otras con admiración.
Sería interminable la lista de
mujeres que recuerdo, ninguna igual a la otra. Solo había algo que las unía y
era que su vida transcurría, de puertas para adentro.
Con los años, las mujeres entre las que ya me contaba, fuimos saliendo a
las calles, fábricas, oficinas, escuelas, universidades y política. Pasamos a
ocupar en la sociedad un lugar que antes se nos tenía restringido, sin abandonar por ello el
complejo mundo privado.
Así comenzó una carrera, casi
inhumana, en la que hemos intentado compaginar tareas públicas y privadas, al principio casi agradecidas por ser “admitidas” en esa parcela reservada tradicionalmente
a los hombres, como si no fuese un derecho nuestro.
Esa carrera insostenible ha sido la causa de la jornada de huelga reciente y no puedo evitar pensar que ese día, una mayoría, nos fuimos a dormir creyendo ser un poco más libres.
El emocionante cántico de las mujeres en la manifestación
Deja el cazo, la herramienta, el teclado y el ipad
A la huelga diez, a la huelga cien, a la huelga madre ven tu también
A la huelga cien, a la huelga mil, yo por ellas madre y ellas por mi.
Contra el estado machista nos vamos a levantar,
Vamos todas las mujeres a la huelga general
A la huelga diez, a la huelga cien, a la huelga madre ven tu también.
A la huelga cien, a la huelga mil, yo por ellas madre y ellas por mi.
Se han llevado a mi vecina, en una redada mas,
Y por no tener papeles ahi la quieren deportar.
A la huelga diez, a la huelga cien, a la huelga madre ven tu también
A la huelga cien, a la huelga mil, yo por ellas madre y ellas por mi.
Trabajamos en precario sin contrato y sanidad
Y el trabajo de la casa no se reparte jamás.
A la huelga diez, a la huelga cien, a la huelga madre ven tu también.
A la huelga cien, a la huelga mil, yo por ellas madre y ellas por mi.
Privatizan la enseñanza, no la podemos pagar
Pero nunca aparecimos en los temas a estudiar.
A la huelga diez, a la huelga cien, en la historia vamos a aparecer.
A la huelga cien, a la huelga mil, todas a la huelga vamos a ir.
A la huelga diez, al huelga cien , a la huelga madre ven tu también.
A la huelga cien, a la huelga mil, yo por ellas madre y ellas por mi
Reflexión: las calles se llenaron de feministas, pero ¿siguieron siéndolo al llegar a casa?
Consejo a las diferentes organizaciones y partidos que se quieren atribuir el éxito para sacar rédito: no os hagáis ilusiones, las mujeres vamos por libre.
“PRAXÁGORA. (A los espectadores.) Pues bien; que nadie me contradiga ni interrumpa antes de conocer mi sistema y de haberme oído. Quiero que todos los bienes sean comunes, y que todos tengan igual parte en ellos y vivan de los mismos; que no sea este rico y aquél pobre; que no cultive uno un inmenso campo y otro no tenga donde sepultar su cadáver; que no haya quien lleve cien esclavos y quien carezca de un solo servicio; en una palabra: establezco una vida común e igual para todos”
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