3 feb 2023

HACE SÓLO 46 AÑOS

“Si el eco de su voz se debilita, pereceremos”. Paul Eluard

Escribo sus nombres y, posiblemente, la mayoría no los conocerá: Luis J. Benavides, abogado. Enrique Valdelvira, abogado. Ángel Rodríguez, empleado. Francisco J Sauquillo. Abogado. Serafín Holgado, abogado. Fueron asesinados, hace hoy (el día que escribo esto) solamente 46 años, mientras ejercían su profesión como abogados laboralistas en un despacho de Atocha.

Cuando ocurrió el atentado yo tenía 17 años y militaba en las juventudes de una organización política que aún era ilegal. El recuerdo de aquellos días es algo que no he olvidado ni quiero hacerlo.

La Transición, de la mano de Adolfo Suárez, andaba sus primeros y temerosos pasos. El poder económico de unos pocos, gestado y consolidado a la sombra de la dictadura, intentaba por todos los medios “adaptarse” a los nuevos tiempos para seguir manteniendo su lugar que, ahora, veían amenazado.

Uno de los asuntos en que trabajaban los laboralistas de Atocha era la lucha contra la mafia del transporte, en esos días hubo una importante huelga de camioneros reclamando sus derechos.

Todos los que formaban parte de aquel despacho, tanto abogados como administrativos, eran jóvenes idealistas y luchadores que, con la Ley en la mano y casi sin recursos, intentaban conseguir una sociedad más justa.

Está comprobado que algunos sectores de la derecha se ponen muy nerviosos cuando no tienen el control, sobre todo si nos referimos a asuntos de dinero. Y así pasó lo que pasó.

Creyeron que con este crimen conseguirían  que la izquierda (los abogados eran de Comisiones Obreras y de P.C.E), se echaría a la calle violentamente, lo que justificaría la intervención del ejército y la consiguiente vuelta al sistema que protegía sus intereses.

El entierro de las víctimas fue multitudinario. Más de 150.000 personas asistieron silenciosamente. Como dijo uno de los supervivientes: “No hay clamor más fuerte que el silencio”.

En aquel despacho trabajaba la entonces abogada y posteriormente jueza, Manuela Carmena. “...Es terrible acabar con la vida de una persona y ese es mi recuerdo constante y mi homenaje, no tanto a su muerte, que eso fue simplemente un asesinato, sino a la vida y a la capacidad que ellos tuvieron de ayudarnos a disfrutar la Libertad y la Democracia que ahora tenemos”. Manuela Carmena

“…Eso fue un crimen. Te duele pero cuando ves tanta gente… como estaba el partido…era algo emocionante y la gente no tenía miedo…”. Inés Gómez.

Sólo 46 años han pasado y horrores como este ya han caído casi en el interesado olvido o en la manipulación mediática. Es un error que esto suceda y que creamos que cosas así no pueden volver a pasar.

 

 

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