12 jul 2022

UNA GRIETA EN LA CUMBRE

                                     


La recién clausurada Cumbre ha dejado un reguero de noticias de las que sólo han llamado mi atención dos de ellas. La primera por irrisoria, me refiero a la “brillante idea” de cambiar el nombre de la ensaladilla rusa que degustaron por el de “ensaladilla internacional”. No sé lo que pensareis quienes estáis leyendo esto, pero a mí me parece poco serio, de risa, como si se tratase del guion de una película de los años 50 protagonizada por Gracita morales: “señorito, aquí tiene su ensaladilla…internacional” o cuando tras la Guerra Civil no se nombraba el color rojo y pasó a llamarse solamente colorado. Da un poco de vergüenza ajena que se ponga el acento en cosas así cuando, en teoría, se están debatiendo cosas de importancia.

La otra noticia que tiene mucho de visual por todas las imágenes que hemos visto de ella, me ha hecho rememorar la cantidad de películas, cuya acción transcurría en tiempos pasados, cuando tras las comidas de personas importantes y sus cónyuges, la anfitriona de la casa decía “dejemos a los hombres que hablen de sus cosas, aprovecharé para mostrarles la nueva planta que he hecho traer de (cualquier país exótico valía, dependiendo de la época y el contexto)”; esta frase podía tener infinitas variantes, a veces era el anfitrión quien tomaba la palabra “ señores, discutamos todo esto con un buen brandy y un buen cigarro, seguro que las damas tienes cosas más amenas en las que emplear el tiempo”

Me estoy refiriendo, claro está, a esas fotos de los encumbrados, pongo masculino porque la mayoría eran hombres y las encumbradas cónyuges, aquí pongo femenino porque ellas eran mayoría.

Mientras los señores hablaban sesudamente de cosas importantes, armas, guerras y esas cosas, las anfitrionas: la reina consorte y la esposa del presidente de gobierno, se ocuparon de entretener a las acompañantes llevándolas a dar un paseo por “La Granja de san Ildefonso” y los jardines de esta, también vieron la exposición de tapices y el Dormitorio del rey, donde se les sirvió un café, luego asistieron a una exhibición de vidrio soplado en la Real Fábrica de Cristales. El broche final a esta excursión cultural fue la visita para ver, en el museo Reina Sofía, el Guernika de Pablo Picasso.

Todo esto hace que me plantee algunas preguntas:

¿Cuál habría sido el resultado de la Cumbre si se hubiese intercambiado el orden del día de ambos grupos?

¿Quién fue el encargado de protocolo que eligió El Guernika, conocido mundialmente por ser un símbolo antibelicista, como cuadro para ser visitado por las invitadas a un evento de la O.T.A.N?

Quien fuese se merece mis respetos y seguro que conoce la frase del maestro Leonard Cohen “Hay una grieta en todo, así es como entra la luz” El Guernika ha sido la grieta de esta cumbre.

(Artículo publicado en el número 1.250 del periódico Infolínea) 

Suena Guernica. Rosalía y Refree "Catalina"






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