Aunque hace ya unas semanas de
ello, aún sigue apareciendo de vez en cuando lo que sucedió en la pasada
entrega de los Premios Oscar, cuando el actor Will Smith no supo, no pudo o no
quiso contener su rabia y agredió al presentador de dichos premios cuando este
hizo una desafortunada broma sobre la esposa del actor. Cuando me enteré de lo
ocurrido me vino a la memoria una película, “Ciudadano Kane”. Estrenada en 1941
y dirigida por Orson Welles, está considerada, si no la mejor, una de las
mejores películas de la historia del cine.
Aparentemente, no tiene nada que
ver una cosa con la otra, pero una de las historias que se cuentan en ella me resonaba
cada vez que aparecía el tema citado. Volví a ver la obra de nuevo y entendí el
porqué. Charles Foster Kane, protagonista del film al que hago referencia,
llega desde la pobreza en la niñez, por
una serie de circunstancias, a convertirse en un magnate de la prensa cuyo
periódico era un referente para el curso de la vida social y política en la
historia que se narra. El señor Kane era un hombre poderoso a quien nadie se
atrevía a cuestionar, tomaba todas las iniciativas, las suyas y las de los
demás. Algunas decisiones no razonadas hacen que se conozca su relación sentimental
con Susan, una joven aficionada a cantar ópera pero que no tenía ninguna
cualidad para hacerlo.
Cuando la alta sociedad conoce esta
debilidad del intachable Kane hace que se convierta en la comidilla y el foco
de la burla de la sociedad, para afrontar esta situación se casa con Susan y
hace todo lo posible para que debute y triunfe como cantante, incluso le hace
un teatro de ópera donde estrena y un palacio desmesurado donde se van a vivir.
De esta manera el Ciudadano recobra toda la respetabilidad, subiendo el status
de su pareja hasta hacerla merecedora de alguien como él.
El paralelismo entre una y otra
historia lo encuentro en que en ninguno de los casos se tiene en cuenta la
opinión de la mujer y que, en ambos, se actúa en función del propio ego
maltrecho por la opinión de los otros.
“-se acabó, además yo nunca quise
cantar. – seguirás cantando, no estoy dispuesto a quedar en ridículo. – No
quieres quedar en ridículo, pero ¿Qué pasa conmigo?. – yo tengo razones muy
poderosas que tu pareces no entender, continuarás cantando.” (Ciudadano Kane)
La bofetada del Ciudadano Kane a
la sociedad que lo ofendió y se rió de él, fueron una boda, un teatro y un
palacio. Will Smith actuó de forma más visceral y menos glamourosa, por eso ha
sido castigado (hay que guardar las formas) pero ambos actúan llevados por la
misma pasión.
Charles Foster Kane, persigue
durante toda su vida un recuerdo, un afecto del que fue privado. ¿Qué afecto
perseguirá el señor Smith?.
En la película, Susan, tiene la
oportunidad de decir lo que piensa a un periodista que la entrevista: “Porqué
construyó un teatro de ópera si yo no quería cantar, todo fue idea suya, todo
menos lo de separarnos” (Ciudadano Kane). A la esposa de Will Smith no la he
escuchado opinar al respecto, tampoco sé si a ella le molestó la broma o sólo a
su marido.
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