13 feb 2020

ADÚ- EL VIAJE A ALGUNA PARTE



El otro día fui al cine. Al salir, me sentí aturdida por la luz del centro comercial, por la cantidad de gente que llenaba las tiendas y terrazas, dispuestas a consumir de cualquier manera. El impacto entre lo que acababa de ver y la realidad del colorín me dura después de una semana.
“Adú” se llama la película en cuestión.        





Cuando veo cosas así, en la realidad o la ficción, me da por pensar qué pasaría si, como viajes de fin de curso universitarios, se visitasen esos lugares que ninguna agencia de viajes lleva en sus paquetes turísticos.

Al llegar el fin de carrera, en realidad meses antes, en todas las facultades se empiezan a planear viajes asombrosos (y carísimos) que van desde cruceros por la Islas Griegas, visitas a la Rivera Maya, Marruecos o Tailandia (la zona para turistas) con el objetivo de celebrar el final de la etapa estudiantil. Los futuros hombres y mujeres que ocuparán cargos de responsabilidad en la sociedad comienzan su andadura visitando un mundo irreal que no se corresponde con la auténtica verdad.

Claro que, visitar zonas de África, para ver como allí se sigue muriendo la gente de SIDA y como los países ricos siguen esquilmando su riqueza o pasar unos días en un campo de refugiados, no sería la compensación que se merecen los estudiantes por cumplir con su deber, estudiar.

Todo eso de África, los campos de refugiados y demás, seguro que lo han estudiado en cualquier carrera, incluso habrán sacado sobresalientes en asignaturas que describen la desigualdad, pero cada día después de clase, vuelven a casa, con los amigos, se toman unas cervezas y los pobrecitos que sufren se quedan entre las páginas de los libros de texto. 

Creo, sinceramente, que un muy buen comienzo de la vida adulta sería conocer de primera mano el lado real de la sociedad y de la Humanidad, ese donde se trafica con el marfil de los elefantes, pero también con el cuerpo de los niños para vender sus órganos, con el cuerpo y la vida de mujeres y hombres a quienes se despoja de su humanidad convirtiéndolos en objetos de consumo de quienes, por mero azar, hemos nacido en la parte privilegiada del mundo.

Un viaje de estas características les pondría cara a cara con la verdad que no conocen y les serviría de colofón a la vida universitaria recuperando algo cada día más desaparecido, la Solidaridad.

Trailer de "Adú"

Pero no, los recién licenciados, con su título en la mano, hacen un viaje de ensueño que despertará, si el actual sistema universitario no lo ha hecho ya, las ganas por seguir colaborando en la consolidación de un mundo injusto, en el que unos son los elegidos y los demás: los refugiados, los hambrientos, los enfermos…son los otros, los que han tenido la mala suerte de nacer en el lugar equivocado.

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