12 ene 2017

SOCIEDAD LIQUIDA -Be wáter my friend-


"Vacía tu mente, se moldeable, como el agua.
Si pones agua en una copa, se convierte en la copa.
Si la pones en una botella, será la botella.
Si echas agua en una tetera, se transforma en la tetera.
El agua puede fluir o golpear.
Se agua, amigo mío."
Li Xiao Long (Bruce Lee).

Estudiar cuando ya se tiene una edad, o volver a hacerlo, es algo que recomiendo, de veras, sobre todo a las mujeres.
Con las idas y venidas de la vida diaria, la rutina del trabajo, la crianza de los hijos y todo lo que conlleva, se contempla el mundo como a través de un catalejo que alejase las cosas en vez de acercarlas. Se leen los periódicos, se leen libros, ves como aparecen nuevas teorías, nuevos conceptos que te suenan de algo, pero todo allá, a lo lejos.
Iniciar o retomar los estudios hace que ese catalejo se gire y que lo que veías alejado, lo que sabías de oídas, se acerque, y comprendas ese lenguaje olvidado.
Las ventanas que abres cada día, ahora, son las del conocimiento.
  
Fue una tarde-noche de invierno, en un aula universitaria, durante la clase magistral de un buen profesor, cuando escuché por primera vez la teoría de la “Sociedad líquida” de Zigmunt Bauman. Entender ese concepto y todo lo que abarcaba, cambió mi forma de ver la actual sociedad, ponerle un adjetivo (líquida) me ayudó a comprender de manera instantánea y visual esa inconsistencia tan frágil en la que se estaban transformando los pilares sólidos sobre lo que estaba edificado todo lo anterior; lo liquido cambia de forma constantemente, según el “envase”, por ello la incertidumbre y la precariedad son las marcas de identidad del actual momento histórico “Lo único cierto es la incertidumbre” decía en su discurso cuando recibió el premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades.
 
La sociedad de consumo, la sociedad líquida. “La cultura de la modernidad liquida, ya no tiene un populacho a quien instruir y ennoblecer, si no clientes que seducir.”
 Los nuevos hábitos del usar y tirar, aplicado tanto a productos como a personas. Olvidar o despreciar nuestra historia. Vivir y entender la vida de manera individual, olvidando lo social y colectivo. Acomodarnos a que piensen por nosotros. Todo esto hace que, cada vez más, nuestra forma de vida no tenga solidez. “La cultura liquida moderna ya no siente que es una cultura de aprendizaje y acumulación, como las culturas registradas en los informes de historiadores y etnógrafos. A cambio, se nos aparece como una cultura del desapego, de la discontinuidad y del olvido”
Como transformar la sociedad es muy trabajoso, requiere demasiado esfuerzo, se nos ha mostrado el camino de la adaptación. Nos han convencido de que el sistema Capitalista es un recipiente férreo e indestructible, por ello se ha intentado, por todos los medios, elaborar un contenido líquido que se adapte a su forma: “Be wáter my friend”.
Nunca hubo un envase al que la genialidad de Dalí pudiera adaptarse.

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