29 dic 2016

ALLÁ CADA CUAL CON SU NAVIDAD


Cuando llega diciembre, casi siempre me veo en la necesidad de explicar por qué, a pesar de no ser creyente, me gustan los rituales de estas fechas. Me gustan los villancicos, poner el belén, el árbol de navidad, las luces de colores en las calles, la cena de nochebuena, la comida de navidad, el día de reyes, el concierto de Año Nuevo etc…
Que una organización religiosa haya querido, a través de los siglos, ser la interesada protagonista del evento no me importa.
La Navidad tiene su origen en las fiestas romanas del solsticio de invierno o “natalis invicti Soli” (nacimiento del sol invicto), esta celebración fue adoptada por la Iglesia en el año tres de nuestra era, para favorecer la conversión de los pueblos paganos al cristianismo.
En nuestra cultura, de clara influencia judeo-cristiana, cada celebración o festividad tiene este ropaje, aunque su origen fuese bien distinto. Cada pueblo de la antigüedad, tanto en el viejo como en el nuevo continente, celebraba por esta época del año fiestas para honrar a sus diferentes dioses. Se acortaban los días y se alargaban las noches (o a la inversa), cada uno le dio su interpretación a dicho fenómeno y mediante rituales elevaban plegarias al sol, que significaba luz, calor y cosechas.

Incluso los villancicos eran originariamente canciones profanas, de origen popular. Posteriormente comenzaron a cantarse en las iglesias y a asociarse específicamente con la Navidad.
 
Una joya de 1932 La Niña De La Puebla canta Los Campanilleros la primera grabación que se conoce de esta pieza
  


Creo que las personas necesitamos rituales que nos ayuden a ordenar el curso de la vida, por eso las fiestas populares coinciden con los cambios de estación climática. Luego está la carga religiosa que en cada época se le ha ido poniendo a cada cosa, pero en realidad las celebraciones religiosas no son sino el vestido con el que cada cultura ha ido disfrazando lo original para acercarlo a unas determinadas creencias.

En la actualidad se viven las navidades con una religiosidad peculiar, resultado de la mezcla de culturas producidas por las nuevas migraciones, así que,  junto a los mediterráneos reyes magos y el yanqui Papa Noel, conocemos al vasco Olentzero, al gallego Apalpador, al Viejito Pascuero de Chile, al Wawito Jesús de Perú o al Niño Dios de Colombia y Ecuador. ellos son los que llevan a los niños los regalos que sustituyen las ofrendas a los dioses de épocas ancestrales. 
 
 
La Epifanía de Chris. "Doctor en Alaska"

 
Y, en este eclecticismo navideño, seguimos cantando a los peces que beben en el rio, al burrito sabanero y a la Pascua que viene por el Morrón, mientras montamos un belén en el que la virgen es la Princesa Leia, san José, Gandalf, los reyes magos van sobre dragones y al lado de las ovejas, pastando junto al rio de papel de aluminio hay dos dinosaurios.

 Y a mí todo esto me parece genial, lo que vale es lo esencial: la humana necesidad de reunirnos, de vez en cuando, alrededor de algo que nos dé la ocasión de hablar, reír, cantar y confirmar que lo importante es el camino que nos une.



EN OTRAS TIERRAS

 “Los germanos y escandinavos celebraban el 26 de diciembre el nacimiento de Frey, dios del sol, la lluvia y la fertilidad. En esas fiestas adornaban un árbol de hoja perenne, que representaba al Ygdrasil  o árbol del Universo,  que se transformó en el árbol de Navidad cuando llegó el Cristianismo al Norte de Europa”


“Los aztecas celebraban durante el invierno, el advenimiento de Huitzilopochtli, dios del sol y de la guerra, en el mes Panquetzaliztli, que equivaldría al período del 7 al 26 de diciembre de nuestro calendario. Aprovechando la coincidencia de fechas, los primeros evangelizadores, los religiosos agustinos, promovieron la celebración de la Navidad y así desapareció el dios prehispánico y mantuvieron la celebración, dándole características cristianas”


“Los incas celebraban el renacimiento de Inti el dios Sol, la fiesta era llamada Capac Raymi o Fiesta del sol poderoso que por su extensión también abarcaba y daba nombre al mes, por ende este era el primer mes del calendario inca. Esta fiesta era la contraparte del Inti Raymi de junio, pues el 23 de diciembre es el solsticio de verano austral y el Inti Raymi sucede en el solsticio de invierno austral.

 

17 dic 2016

LA DAMA DE SHALOTT


"Ha oído un susurro advirtiéndole
que una maldición caerá sobre ella
si mira hacia Camelot.
Desconoce que maldición es,
y debido a ello teje sin parar,
sin preocuparse de nada más,
la Dama de Shalott.
Y moviéndose a través de un cristalino espejo
colgado todo el año ante ella,
aparecen las tinieblas del mundo.
Ve la cercana calzada
discurriendo hacia Camelot:
 los rudos patanes pueblerinos,
y las capas rojas de las muchachas,
provinientes de Shalott
."
 
Varias veces he comentado que me gustan las novelas de misterio, como literatura de evasión.
Me inicié en estas lecturas con Agatha Christie, sus novelas costaban entonces 50 o 60 pesetas, las editaba la editorial Molino y junto con los libros de la colección Reno de Plaza y Janés, que costaban más o menos lo mismo, comencé a formar mi biblioteca. La más antigua que tengo, es de 1951, la compré de segunda mano. En estas compras se me iba la exigua paga semanal, me compraba libros de forma indiscriminada, de la misma manera que los leía.
Muchos de aquellos libros, la mayoría, eran de una calidad abominable, tanto el continente como el contenido, pero de eso no fui consciente hasta mucho después, cuando tuve acceso a otros con los que poder compararlos.
Agatha Christie me gustaba porque viajaba, con sus novelas, alrededor del mundo y también al interior del ser humano.
Mis preferidas eran las que transcurrían en algún pueblo tranquilo, de personas, aparentemente, anodinas; clases sociales diferenciadas, el mundo aparte de quienes servían a las familias más acomodadas, los vecinos amables, las inocentes ancianas y los representantes eclesiásticos, que resultaba que en aquel país si se casaban.
Con ellas aprendí que matar con veneno es un método femenino, cianuro o arsénico eran los más frecuentes. Los métodos masculinos eran más violentos. También aprendí que en todas las personas hay una parte oscura, que donde menos te imaginas hay un monstruo. Una frase de su novela "Los elefantes pueden recordar" que hoy me ronda la cabeza, decía: "Los pecados antiguos, tienen largas sombras".
 
De sus personajes quien más me gustaba era miss Marple, la sagaz anciana que conocía muy bien las pasiones y debilidades del ser humano.
Recuerdo una novela, se llamaba “El espejo se rajó de parte a parte”, con este título hacía referencia al poema “la Dama de Shalott” de Tennyson. La gran cultura de Agatha Christie se esparce por toda su obra y este es un ejemplo. Sus novelas me incitaban a conocer todas aquellas referencias con las que enriquecía sus escritos y esta en concreto, me llevo a buscar la historia de la Dama de Shalott.
 
El drama estaba ambientado en la época artúrica. La isla de Shalott estaba situada en el centro de un rio, cuyo cauce se dirigía al castillo del rey Arturo. En dicha isla había una casa rodeada de cuatro muros y cuatro torres de color gris, allí vivía la dama de Shalott, a quien nadie había visto nunca, sólo se la oía cantar, a veces, a lo lejos, con una voz tan dulce que creían que era un hada.
Esta dama era víctima de un encantamiento por el cual estaba condenada a tejer, sin cesar, su propio traje. No podía, de ningún modo, mirar hacia afuera, por la ventana, a Camelot. Delante de ella tenía un espejo que le mostraba las imágenes del mundo y sus acontecimientos, en el miraba reflejarse la vida cotidiana y todas las historias que veía las iba incorporando a la trama que andaba tejiendo.
Un día vio acercarse a un caballero, ricamente vestido, a lomos de un caballo enjaezado con piedras preciosas. Todo en él era bello. La dama lo contemplaba en el espejo y no pudiendo resistir la tentación, abandonó su oficio de tejedora y dirigió la mirada a Camelot. De pronto el vestido que tejía se desgarró, el espejo se rompió de arriba abajo y ella supo que se acercaba su fin.
 
 

"Ella dejó el lienzo, dejó el telar,
dio tres pasos por la habitación,
vio florecer el lirio en el agua,
vio la pluma y el yelmo,
y miró hacia Camelot.
La tela salió volando y ondeó en el vacío;
El espejo se quebró de lado a lado;
“la maldición cae sobre mí”, gritó
la Dama de Shalott."

 
Salió de la casa vestida con una túnica blanca, subió a una barca que encontró a la orilla del río, la corriente la arrastró hacia Camelot, donde llego agonizante.
 
 
Con música de Loreena McKennitt, todas las pinturas y dibujos hacen alusión a Elaine, la dama de Shalott. Alfred Tennyson se inspiró en ella y en su obra "Poems" del año 1833 está incluida.
 
 

Nunca se sabe, cuando empiezas un libro, hacia a donde te llevará. Casi nunca el destino es el que esperabas.

Aquí está la muestra de como a través de una novela de misterio de 50 pesetas, se puede acabar conociendo la obra de Lord Tennyson y terminar embarcada en la leyenda de Elaine, la dama de Shalott.

Tampoco nunca se sabe porqué, con tanta frecuencia, vemos historias como esta, historias en las que, aun a sabiendas de que abandonar el telar significa la muerte, hay algo superior que impulsa a dejarlo.

 

10 dic 2016

LA CASTAÑERA

En los primeros años del siglo pasado, en Madrid, como en otras muchas ciudades, la castañera era una figura familiar y habitual, durante el invierno, en las calles del centro de la ciudad. Era frecuente verlas por los alrededores del Teatro Real y la Plaza de Oriente, sentadas junto al brasero donde se asaban, lentamente las castañas. Allí esperaban la salida de las damas y caballeros de la alta sociedad que acudían a las representaciones teatrales.
 
Cuentan que una noche fría y nevada (entonces aún nevaba), una castañera ataviada con un raído vestido y un pobre mantón, removía, aterida, las castañas que reventaban al calor de las brasas.
De pronto se abrieron las puertas del teatro y comenzaron a salir señores envueltos en enormes y cálidas capas, señoras cubiertas de abrigos de pieles y mitones. La anciana miraba fascinada el espectáculo. ¡Una vez, hace años, llegó a ver, a lo lejos, al mismísimo rey!, e ilusionada hacía cucuruchos de papel para envolver los calientes frutos, mientras, para sí, decía ¡hay que ver lo bien que vivimos los españoles!
 
Por suerte ahora todo es bien distinto, porque los tiempos no son los mismos, ¡ni mucho menos!, ahora ya casi no vemos castañeras por las calles. Tampoco se ven hombres ataviados con capas ni mujeres arropadas con pieles pues, cuando se dirigen a algún sitio, aunque sea a la vuelta de la esquina, van todos, calentitos en sus coches.
Cada vez más, las calles son espacios para los vehículos, están construidas y señalizadas anteponiendo el derecho de quien maneja una máquina al del peatón. Por cierto, que en estos días la polémica ha estado servida por la decisión de la alcaldesa de la capital, Manuela Carmena, que ha intentado equilibrar la balanza, cerrando calles al tráfico rodado, recuperándolas para el uso de los viandantes. Hay quienes piensan que esto está mal, que cerrar el paso a los vehículos es crear el caos; según parece pasear por la calle es entorpecer la normalidad de la ciudad.

Sinceramente, ¿a quién se le ocurre salir a la calle? ¡Y andando!, con lo bien que se está en casa, en el brasero (este año he tenido que volver a sacarlo) viendo por la tele todos esos magníficos programas navideños con gente guapísima y bien vestida, también están esos (que te cortan el rollo navideño, la verdad) en los que, famosos, piden dinero para los pobrecitos de otros países que pasan hambre y frio en esas lanchas en medio del mar. ¡Y en la Nochebuena, tenemos el mensaje del rey!.
Yo es que es ver cualquiera de ellos y pensar ¡hay que ver lo bien que vivimos los españoles!

2 dic 2016

QUERIDA CUBA: Espero que, al recibo de esta, te encuentres bien....


Espero que al recibo de esta te encuentres bien, nosotros, por aquí, vamos regular nada más.
El motivo de mi carta es decirte lo mucho que siento la noticia que nos ha llegado a través de los medios, que te ha convertido en la protagonista de todas las portadas mundiales.
Mi relación contigo viene de hace ya mucho tiempo, exactamente desde el 1959, año en el que yo nací y año en el que tú comenzabas tu nueva vida. Mi admiración hacia a ti llegó unos años después, cuando fui capaz de entender lo grande que puede llegar a ser una isla tan pequeña.

Me habría gustado que hubieses sido noticia por otros motivos, por ejemplo, que, por fin, cerraban Guantánamo o que el embargo económico que padeces, desde hace tanto, llegaba a su fin.
¡Ay, el embargo!, aquí hay opiniones para todos los gustos, hay quienes dicen que te has escudado en el para justificar que el proceso revolucionario no se haya completado, pero bien es verdad que los mismos que te acusan de ser pobre y cautiva, son los mismos que han hecho posible que así sea. Quien sabe lo que habría pasado si esa injusta medida no se hubiese ejecutado, nadie lo sabe y nadie lo sabrá jamás.

Eres tan importante en tantas cosas que sólo aparecen como notas de prensa arrinconadas en las páginas de los diarios (eso cuando aparecen). Nadie dice que, a pesar de tu pobreza eres de los países que más colaboran en ayuda humanitaria a los países desfavorecidos del tercer mundo, los mismos países cuyas riquezas son expoliadas por quienes son más ricos. Nadie quiere recordar, ni dar a conocer que, gracias a ti, América Latina comenzó a desperezarse.
Carlos Puebla "Gracias Fidel"


Entiendo que la muerte del único líder político vivo, ocupe las primeras planas de todos los noticiarios, unos tachándolo de criminal dictador y otros alabando sus bondades. Unos han salido a la calle enarbolando banderas cubanas y gritando ¡Libertad!, otros lloran, huérfanos y desamparados asidos a la misma bandera.
Tu y yo sabemos que ni lo uno, ni lo otro. Fidel fue de esa casta de personas, ya inexistentes, que no se amilanaron ante el poder y ha sido, hasta el mismo día de su muerte, la “piedra en el zapato” del Capitalismo.

Silvio Rodríguez "Canción del elegido"
Pero también es verdad que, desde hace demasiado tiempo, ese hombre, que fue valiente para enfrentarse a los poderosos ha actuado contigo como un padre controlador y temeroso de dejar a sus hijos andar solos, algo que, a veces, se hacía casi comprensible, si sabes que el enemigo acecha a la vuelta de la esquina.
Ahora todos me dicen que vas a ser más libre, midiendo esa libertad en dólares. Por eso, querida Cuba, ahora soy yo, quien, como madre temerosa, espera novedades.