26 nov 2016

"CRAZY CAT" ¿La GataLoca?


Por ignorancia, por torpeza o simplemente por desinterés, se han emitido y se emiten, en espacios y horarios televisivos dedicados a los niños, series de dibujos animados o de cualquier tipo, con mensajes nada  adecuados para el público infantil. En la actualidad, de forma masiva y sin control, antes de manera selectiva pero sin criterio.

En relación a esto, una de las series de dibujos que recuerdo con frecuencia, viéndola ahora desde un prisma diferente a aquel a través del cual miraba entonces, es “the Crazy Cat” o como la tradujeron al castellano “La Gata Loca”.


Eran los años 60’ cuando este personaje se llevó a televisión, aunque las tiras cómicas del dibujo existían desde muchos años atrás, habiéndose publicado en  periódicos estadounidenses entre 1913 y 1944, la primera vez fue en el New York Evening Journal”, en el que se mantuvo durante más de 20 años a pesar de que no gozaba de mucha aceptación. En España se emitió en los 80’ dentro del programa “La Bola de Cristal”.

Las historias que cuentan estos dibujos animados, tienen dos protagonistas principales, una robusta gata, enamorada perdidamente de un enclenque ratón que huía de su amoroso acoso. Ignacio, que así se llama el objeto de sus amores, para “quitársela de encima”, le lanzaba ladrillos a la cabeza, cuando estos impactaban contra ella, la gata, caía al suelo, abatida y rendida. En vez de ver estrellas veía corazones y decía “¡oh, ¿no es el un encanto?!, tras cada uno de estos desencuentros, el amor de la gata hacia el ratón iba en aumento.
Había un tercer personaje, secundario, un perro policía que amaba, en secreto, a la gata y aprovechaba cada error del ratón para enviarlo a la cárcel; muchas veces el ratón delinquía, a posta, para ser encerrado y huir así de los amores obsesivos de la gata loca.
 

No hace mucho leí que el autor de estos personajes, George Harriman, no dio al personaje gatuno una orientación sexual definida “Crazy Cat” también puede ser Gato Loco, esto le propició no pocos quebraderos de cabeza, el público creía entrever una cierta orientación homosexual en los diferentes personajes y las relaciones entre ellos. Tampoco gustaba mucho el “amor” entre personajes de distinta especie.

Durante esta semana en la que, en distintos foros, se viene hablando de violencia de género y de niños, me rondan estos dibujos, supuestamente infantiles, el mensaje que nos llegó a través de ellos y el que también tenían, pero nos ocultaron.
No quiero hacer una crítica, ni una valoración. No quiero sacar conclusiones. Sólo comparto un recuerdo que dejo abierto a vuestra interpretación.

-George Herriman, su autor, respondía así a una pregunta de Frank Capra sobre el sexo de Krazy.-


"No seáis duros con Krazy. No es más que una sombra, atrapada en la telaraña de esta madeja mortal. Le llamamos Krazy (loco o loca) Kat (gato o gata), pero no es ninguna de las dos cosas. En alguna ocasión llegará hasta vosotros, gentes del crepúsculo, y su contraseña será el eco de una campana que tañe a vísperas, y su vehículo un soplo de céfiro del Oeste.                                                               Perdonadle, porque no le comprenderéis mejor que nosotros, que nos demoramos a este lado de la valla. Krazy es como un espíritu, como un elfo, que no tiene sexo. De modo que no puede ser femenino ni masculino. Es un espíritu -un duende- capaz de deslizarse en el interior de todo."
  
 




19 nov 2016

CARMINA Y ROSA. Sentido y sensibilidad.




Yo vengo de ver, Antón,
un niño en pobrezas tales,
que le di para pañales
las telas del corazón. (
Lope de Vega)
 Ya tenemos la Navidad a la vuelta de la esquina. Navidad, ese periodo de tiempo durante el cual nos volvemos más sentidos y solidarios, nos conmueve todo aquello que vaya acompañado de un buen “Adeste fideles”.
El entorno que nos rodea, se envuelve de una edulcorada bondad que parece que nos hace tener una lágrima, siempre a punto de salir.
Campañas benéficas para que los niños pobres dispongan de juguetes. Hijos pródigos que vuelven al, supuesto, calor hogareño. Ancianos de los que sus hijos se acuerdan, en un rapto de amor filial, provocado por las fechas…
 
 Berlanga ya nos dejaba claro , en “Plácido”, lo conveniente que es como “acalla conciencias” poner un pobre en tu mesa. En su película se llevaba a cabo una peculiar subasta de pobres con este fin.
"Plácido", subasta de pobres.
 
Ahora el lema sería "pon una injusticia en tu tele", para que la podamos ver desde nuestro sofá y en caso de mucho remordimiento de conciencia hacer un ingreso telemático a la ONG que más vaya con nuestros ideales.
 
Aunque aún es noviembre, las estanterías de los supermercados rebosan ya productos navideños, y en administraciones y bares ondean como banderines de fiesta los décimos de la lotería.
El spot de la lotería es presentado, cada año, a los medios, con bombo y platillo, como inicio del ritual navideño. Hace algunos años este anuncio lo protagonizaba un hombre calvo vestido de negro que, mediante un soplo, llenaba de magia, la ciudad.
anuncio de la lotería de navidad 1998
 En los últimos tiempos el tema de los anuncios de la lotería ha derivado a lo lacrimógeno, contando historias sensibleras y casi diría crueles, en las que se juega con la actual precariedad social y las falsas esperanzas de los compradores de un décimo o de quienes no pueden comprarlo.
Este año la perversión política en cuestiones sociales, podría resumirse en la historia de dos nombres de mujer que se han hecho populares en estas fechas de la antesala navideña, Carmina y Rosa.

Carmina es el personaje protagonista del anuncio de la lotería nacional, una anciana maestra jubilada que cree haber ganado la lotería, a la que nadie saca de su engaño. La señora hace alarde de generosidad con toda la gente que conoce y regala a sus hijos el falso décimo, recibiendo a cambio miradas de piadosa conmiseración.  
Rosa es una mujer real, también anciana, que vivía sola y que ha muerto quemada, en el incendio provocado por una vela que utilizaba para alumbrarse ya que le habían cortado el suministro eléctrico por falta de pago.

Las dos historias tienen mucho que ver, las dos son reflejo de la situación actual y de la falta de respeto institucional a la dignidad de nuestros mayores. El anuncio en cuestión está realizado a instancias de un organismo público y en él se humilla públicamente a una persona, por el hecho de ser mayor.
El otro caso es mucho peor porque no se trata de ficción, en el las instituciones públicas han consentido que una anciana se quede sin luz en su hogar por no tener una pensión digna para poder pagar las necesidades más  básicas, esto la  ha llevado a la muerte.
Estamos perdiendo el verdadero sentido de las cosas y también la sensibilidad. Mientras todo se inunda de empalagosa sensiblería, llena de campanitas y espumillón que nos impide ver, o tras lo que nos escondemos, para no ser testigos de la realidad más real.

 

 

11 nov 2016

SO LONG....


La historia de cada uno de nosotros tiene su particular banda sonora. En la mía ocupa uno de los lugares preferentes, Leonard Cohen, ese cantante de voz ronca que sacaba de quicio a los adultos cada vez que, siendo adolescentes, poníamos sus canciones "te vas a dormir escuchando eso", decían.
Ellos eran mas de pasodobles, tangos y habaneras, que aunque también hablaban de cosas tristes, era como una tristeza disimulada, a veces disfrazada de coraje.
 
Transcurrían los años posteriores al  Mayo francés y a la Primavera de Praga, los jóvenes vivían momentos de desconsuelo, con pocas cosas a las que agarrarse, muy parecidos, salvando las distancias, a los momentos actuales. La melancolía de las canciones de Leonard Cohen supo atrapar a toda una generación de incrédulos existencialistas.
A partir de entonces el y su música evolucionaron, crecieron, fueron zarandeados por la vida, como todo ser humano; quizás es eso, esa humanidad que impregna su voz quebrada y ronca lo que hace que se sienta cada nota como algo físico.
He leído una anécdota sobre él que dice mucho de su personalidad. Era el año 1972 y daba su primer concierto en su país, en la ciudad de Jerusalén. Esto significaba mucho para el, y el compromiso y la responsabilidad de actuar ante sus compatriotas lo llevó a un estado de presión tal que, de pronto, paró de cantar y dijo "No puedo, me estoy rompiendo y no puedo terminar el concierto. No estoy sintiendo las canciones y creo sinceramente que os estoy engañando, lo voy a intentar de nuevo, si no funciona, lo dejo y les devolvemos su dinero" se fue a su camerino y mientras su representante le presionaba por el dinero que iban a perder, escuchó a todo el publico que llenaba el recinto, entonar el " hevenu shalom aleichem" (la paz sea contigo)
 
En ese momento Leonard recordó unas palabras de su madre "Cuando las cosas te vayan mal, aféitate" y así lo hizo, después de afeitarse volvió al escenario, nadie se había movido de sus asientos y el comenzó a cantar "So long Marianne"
 
(Hasta la vista, Marianne, ya es hora de que empecemos
a reirnos y llorar y llorar y reirnos de todo)
 
 
Su historia va ligada a la depresión que lo acompañó, de trecho en trecho a lo largo de su vida, la música fue su aliada para superar y transformar la desesperación, en ese arte, que trascenderá la figura de su autor más allá de la muerte.
 
En un día como hoy en el que muchos lloramos su muerte, quiero, reivindicar la tristeza. Las personas necesitamos sentirnos tristes, pero ese sentimiento parece, ahora, estar prohibido. Creo que la alegría está sobrevalorada, más aún cuando se ha convertido casi en una exigencia para la convivencia. Esta sociedad nos demanda ser felices, confundiendo, a veces felicidad con artificial euforia.  
 
Hay quien dice que la música de Leonard Cohen incita a la oscuridad, que escuchar sus canciones es regodearse en el goce del sufrimiento; puede ser, ¿Por qué no?
Pero como el mismo dijo cuando le preguntaron sobre eso:"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
 
 
SO LONG...LEONARD 

6 nov 2016

El "LIBRO ROJO DEL COLE" y las "Etiquetas"

No se a vosotros pero a mí una de las cosas que más me molestan son las etiquetas, las reales y las imaginarias.
Cuando me compro ropa, al llegar a casa, no tardo mucho en cortarlas o descoserlas. Si no lo hago y me pongo la prenda con ellas sin quitar -por cierto, cada vez son más grandes (las etiquetas)- me producen desasosiego e incomodidad.
En los demás productos de consumo, hacer esto es más difícil, ya que han pasado a formar parte del propio envase, hasta se ha creado un apartado en el arte del diseño para las mismas.
También me resultaban molestos, hace años, cuando los precios de cada producto iban adheridos al mismo, con pegatinas, que abrías la despensa y todo tenía un precio.
Como ya habréis comprendido, tampoco me gusta ir de etiqueta. Es esta una manera de vestirse, incómoda, para asistir a lugares incómodos. Además, el que alguien, no sé quien, haya decidido lo que es "ir vestido de etiqueta" me parece una surrealista metáfora.
 
El asunto es más complicado y menos frívolo cuando se trata de etiquetar personas.
Una de las formas más actuales y perversas de "etiquetado" son las enfermedades, sobre todo las mentales. Es tan amplio el espectro de categorías, que han conseguido que todos sintamos que pertenecemos a alguna de ellas, la "inclusión" en estas listas se hace, cada vez a edades más tempranas, para que, desde chicos, sepamos ya cual es nuestra casilla en este "juego"
 
Hace ya algunos años, en los 70', se editó un libro que revolucionó a las clases "pensantes" , "El libro rojo del cole" (del cual hablaré otro día, más extensamente) se convirtió en el azote de una sociedad hipócrita.
-Como es normal, fue prohibido-.
A este libro pertenece el texto que os dejo a continuación.
 

MARGINACION. Extracto Del Capítulo 5 De “El Libro Rojo Del Cole”.
“en esta sociedad, hay que tener más de treinta años y menos de sesenta, ser guapetón, estar casado, tener pasta, medir un metro ochenta, ser católico y apostólico y romano, de derecha moderada (se permite también ser de izquierda moderada si el billetero y la cuenta del banco son de derechas) y, por supuesto, ser muy macho, ir por la vida avasallando con los cojones por delante. todos los que no son así (la inmensa mayoría) pecan de algo.
  Es una vergüenza ser pobre, ser viejo, no ser adulto, ser mujer, ser negro, ser bajito, ser gitano, ser minusválido, ser gordo, ser homosexual, ser ateo, etc. en mayor o menor grado la sociedad margina, desprecia y reprime a la inmensa mayoría de las personas. es una jugada muy hábil. mediante la propaganda y el lavado de coco se consigue que todo el mundo desprecie a todo el mundo. al blanco bajito le queda el consuelo de despreciar al negro alto. a los hombres, por miserables que sean, les queda el consuelo de despreciar a las mujeres. los viejos desprecian a los jóvenes, los jóvenes a los viejos, los heterosexuales a los homosexuales, los de la ciudad a los del campo, etc.  
 
Se trata, en una palabra, de que todos tengamos a alguien a quien despreciar, marginar y humillar descargando así los desprecios y humillaciones que nosotros mismos recibimos. así el heterosexual está convencido de que hay que reprimir al homosexual y mientras se olvida de su propia miseria en ese terreno. el que bebe güisqui piensa que hay que meter en la cárcel a los que fuman porros. eso le tranquiliza y le impide plantearse por qué necesitamos drogas para seguir manteniéndonos en pie. la señora, amargada, que se pasó el día fregoteando y se siente machacada por todos, puede descargar su agresividad sobre «los jóvenes que son todos unos guarros, unos vagos y unos delincuentes y las jóvenes que son todas unas putas». para que a su vez los jóvenes puedan reírse de su gordura, su fealdad y su histeria.
Esta es una sociedad de locura donde todos somos en alguna manera leprosos. donde al personal se le castra, se le margina, se le machaca, se le impide ser feliz y se le incita para que a su vez no quiera que los demás se sientan felices. la finalidad está clara: impedir que tomemos conciencia solidaria. impedir que llegue el día en que todos los marginados nos rebelemos contra todas las marginaciones, contra los poderosos que nos hacen tragar marginación. mientras pensemos que nuestro enemigo es el que está a nuestro lado porque su marginación es diferente a la nuestra, no podremos ser solidarios con él ni podremos comprender que es el mismo sistema el que nos margina para dividirnos y machacarnos mejor.”