"Muerte y vida" Gustav Klimt |
Los últimos años, este año, y ahora, estos días del mes de los Santos, han provocado en mí que la idea de la muerte me ronde con frecuencia. Las religiones y también las supersticiones se basan en la idea de la vida después de la muerte. El Cielo, el Más Allá, el Paraíso etc. son promesas de una vida mejor después de morir, para quien cumpla las diferentes doctrinas o creencias. También está el Infierno, como una amenaza perpetua para los infieles y una fábrica continuada de culpa.
Esta concepción de la vida da
consuelo a mucha gente, creer que uno, si cumple los preceptos tendrá una nueva
vida les da calma, además sabiendo que mediante el arrepentimiento o purgando
sus culpas puede superar cualquier escollo eso es gloria bendita (y nunca mejor
dicho).
Yo no tengo ese consuelo, no creo
que haya una vida después de la muerte. Mis actos intento que vayan en
coherencia con una cierta ética y creo que mi vida acabará cuando llegue mi
hora.
Pero hay una cosa en la que sí
creo, y es en lo que uno hace a lo largo de la vida. Como humanos somos seres
frágiles que sufrimos, a los que la vida
zarandea, algunas veces muy fuerte. La forma en que vamos solventando
todos esos tropiezos es lo realmente importante. Lo que hacemos para construir
cosas buenas para los demás y para reconstruirnos a nosotros mismos como buenas
personas.
Aunque estoy convencida de que nadie
muere del todo si sus actos son recordados. Y quien actúa bien vivirá en la
memoria como un recuerdo benefactor y quien no, también vivirá pero de otra
forma.
Hace poco he visto una película
llamada “Argentina, 1985” que trata bastante sobre esto, en ella se cuenta la
historia del proceso civil que se llevó a cabo contra los militares de la
dictadura de Videla. Se habla de hechos constatados que nos muestran la parte
más oscura del ser humano, de los actos aberrantes y perversos que las personas
pueden llegar a cometer (si queréis verla está en Amazon y en la sala de cine
Myrtea en Murcia) os la recomiendo, son hechos reales, nada de ficción.
En esta película, el fiscal del
caso, Julio Strassera, en su alegato final dice estas palabras “Dante
Alighieri, en La Divina Comedia, reservaba el séptimo círculo del Infierno para
los violentos: para todos aquellos que hicieran un daño a los demás. Y dentro
de ese mismo recinto, sumergía en un rio de sangre hirviente y nauseabunda a
cierto género de condenados, así descritos por el poeta: ‘Estos son los tiranos
que vivieron de sangre y de rapiña. Aquí se lloran sus despiadadas faltas’.
El 31 del pasado mes de octubre,
el Gobierno de España, rindió homenaje a las víctimas del golpe militar, la Guerra y la Dictadura franquista.
Muchas de estas víctimas aún desaparecidas. En nuestra memoria seguirán siempre
vivas para homenajearlas. Tampoco morirán quienes provocaron tanto horror.
"Si me quieres escribir" Rozalén con la Ronda de Motilleja