Las elecciones municipales que acabamos de vivir han sido unas de las más complicadas, que yo recuerde, aunque desde la misma noche electoral ya se podía aventurar el final.
Informativamente han sido días
intensos, tanto los de la campaña como los posteriores en que los partidos
tenían reuniones para posibles pactos, un día sí y otro también. Las ruedas de
prensa han sido convocadas con bastante frecuencia.
Durante este tiempo he sido
consciente, más que nunca, de la importancia que tiene la prensa local. En
nuestro pueblo tenemos una gran suerte en cuanto a esto ya que contamos con
diversos medios que han dado cumplida cuenta de todo el proceso político
reciente.
Desconozco como será en otros
municipios pero aquí, tener una emisora de radio, una televisión, un medio
digital y el periódico escrito desde el que me estoy comunicando, todos ellos
de comprobada honestidad informativa, han permitido a los alhameños estar
informados de cada paso que los partidos políticos han dado y han querido que
sepa.
En estos momentos la excesiva
información mediática, mucha de ella
generada por internet, hace que la mayoría de veces estemos desinformados. El
descrédito se ha adueñado de la prensa; las noticias falsas, los comentarios en
redes, los bulos interesados etc… consiguen que, en la mayoría de los casos, no
haya una posibilidad real de formarse una opinión ya que hay que escarbar y
mucho, para ver dónde está la verdad. Los titulares han pasado a ser la
noticia.
Esto no ocurre, o pasa en mucha menor
medida, cuando hablamos de prensa local. La cercanía con las noticias y sus
protagonistas, la convierte en fundamental para ser una de las bases de una
sociedad democrática. La proximidad consigue que los ciudadanos seamos
receptores de una información más veraz.
Ver a tus vecinos y conocidos
hablar en la radio, salir en la tele o en el periódico te hace sentir más
cercano a ellos (“Sales en la tele” “Sales en el periódico” “Te he oído en la
radio”) y a la vez puedes comprobar si la noticia en cuestión es real o no.
Los medios locales se vuelven la
fuente de noticias más creíble y certera para luchar también contra la
rumorología, un fenómeno muy frecuente en los pueblos que estos días se ha
podido comprobar en el nuestro (“parece que fulanico va a votar a menganico”
“con estos dicen que hay pacto seguro” “ a mí me han dicho que tal o que cual”).
Por otra parte, los medios de información
locales se erigen como narradores de la historia viva, tomada al pie de los
hechos, conformando así un legado insustituible y necesario, hoy más que nunca.
El desarrollo cultural y democrático va unido al periodismo local libre,
independiente y comprometido con los ciudadanos.
He querido tener este recuerdo
lleno de gratitud a los medios alhameños que han seguido paso a paso el
transcurso de la campaña electoral local que acaba de terminar, que han estado
allí donde surgía la noticia y, gracias a ellos, no ha tenido que contarnos
nadie lo que ellos nos han mostrado, para que podamos leerlo/verlo con nuestros
propios ojos. GRACIAS.