28 mar 2023

NUNCA ME GUSTÓ CHIQUITO DE LA CALZADA

 



Últimamente pienso bastante en cómo se crean las corrientes de opinión o en cómo, de pronto, aparecen personajes que se convierten en ídolos de masas. Puede ser en el sector social, cultural o cualquier otro ámbito.

Recuerdo la época que en televisión triunfaba Benny Hill y sus chascarrillos aparecían en las conversaciones de la vida cotidiana. Nunca entendí ese humor que me parecía chabacano y de mal gusto, pero cuando manifestaba mi opinión solía encontrarme con caras de asombro.

Algo así me ocurría con Chiquito de la Calzada, en este caso a un nivel mucho mayor. La admiración manifestada por la gran mayoría del mundo de la cultura respecto a este humorista siempre provocó mi perplejidad. Su muerte supuso un gran duelo en este sector. Es tanta mi falta de comprensión de este tipo de humor que  muchas veces he pensado si todos esos que admiten admirarle a niveles estratosféricos dicen la verdad o simplemente se dejan llevar por lo que se considera adecuado.

Lo mismo me pasa con fenómenos mediáticos musicales como puede ser la cantante Rosalía, no encuentro por dónde coger ese tipo de música y de letras. La obra de esta artista es premiada a nivel mundial y agasajada por eminentes figuras de la música, ante esta desmesura me siento como si viviese en un universo paralelo.

Podría seguir poniendo ejemplos parecidos, pero creo que con estos tres basta. Con el tiempo he ido aprendiendo que, a veces, es mejor guardarte la opinión respecto algunas cosas antes de entrar en debates que no llevan a ninguna parte, aunque si considero necesario seguir teniendo una opinión critica y propia .

Por eso, durante un tiempo, emplearé esta sección para opinar sobre cosas que posiblemente importen a muy poca gente, pero será mi manera de salirme de todo el guirigay que nos espera los próximos meses.

Estoy escribiendo este artículo el  21 de marzo “Día de la poesía”, mientras escribo escucho el runrún televisivo del debate sobre una delirante moción de censura al gobierno y me parece de lo más prosaico para un día como este. Los medios informativos y las redes sociales que otros años se llenaban de poemas, hoy están saturados de palabras que sólo sirven a quienes las dicen.

Ayer comenzó la primavera, mi estación favorita del año. Comparto con vosotros las palabras de Rosalía de Castro (a esta Rosalía si la entiendo y sus palabras si me conmueven).

“Dicen que no hablan las plantas, ni las fuentes, ni los pájaros, ni el onda con sus rumores, ni con su brillo los astros. Lo dicen, pero no es cierto, pues siempre cuando yo paso, de mí murmuran y exclaman: Ahí va la loca soñando con la eterna primavera de la vida y de los campos, y ya bien pronto, bien pronto, tendrá los cabellos canos y ve temblando, aterida, que cubre la escarcha el prado…..” (Dicen que no hablan las plantas).

                                       

 

 

 

 

 

21 mar 2023

EL CORAZÓN HELADO

 

Coincidiendo con las semanas más frías del invierno, he estado alejada de estas páginas por motivos ajenos a mi voluntad. Al parecer, los virus que se habían mantenido a raya durante  tres años, han vuelto con las pilas cargadas y a nosotros nos han encontrado con la guardia baja.

Durante este tiempo mi malestar físico se ha visto acrecentado por las noticias que se colaban entre los resquicios que dejaban libres los inhaladores y antibióticos. Compruebo que la antesala de las elecciones está plagada de acciones que consiguen llevarme a un lugar desconocido para mí, un lugar en el que no me siento cómoda porque no lo entiendo.

Se aprueban leyes incongruentes, algunas incluso diría que desproporcionadas, sin medir los efectos y consecuencias que puedan tener. Leyes relacionadas con las mujeres y la igualdad que ponen en juego y en riesgo mucho de aquello que en teoría defienden. Leyes con conceptos poco razonados y, desde mi punto de vista, poco explicados a los ciudadanos. Leyes importantes porque tienen que ver con algo que importa tanto como el cuerpo, la infancia y la adolescencia con todas las inseguridades y angustia que la acompañan.

Hace años se les dijo a los jóvenes que serían lo que ellos quisiesen ser, que podrían conseguir todo aquello que deseasen. Esos jóvenes han podido comprobar que se les educó bajo premisas falsas. Han tenido que aceptar trabajos que no tenían nada que ver con lo que habían estudiado o se han ido a otros países en busca de un futuro decente.

Ahora, con el agravante de haber vivido una pandemia con todas las secuelas que está dejando en la población,  sobre todo en los más jóvenes que están viendo peligrar su estabilidad, vamos y les decimos que, siendo aún menores de edad, sin poder ser independientes ni optar a un trabajo pueden “solucionar” sus problemas de identidad. Es decir que en edades en las que nadie tiene nada seguro sobre lo que es o sobre lo que quiere ser, tendrá la libre opción de tomar decisiones que marcarán su vida de forma irreversible.

El colmo de mi malestar llegó en los días que rodearon al 8 de marzo. Manifestaciones de feministas desunidas, algunas de ellas del mismo color político, salieron a la calle para manifestarse unas contra otras, en vez de todas por la igualdad.

Hoy mismo acabo de leer que una de las nuevas feministas de la Nueva Política ha propuesto, (ante un sinsentido como es la moción de censura al gobierno por parte del partido de la extrema derecha), que intervengan sólo mujeres para poner en evidencia a esta formación.

Imagino que esto no se llevará a cabo, porque vamos camino de ver un Congreso de los Diputados convertido en un instituto donde adolescentes inmaduros, toman decisiones irrisorias para provocar a los malotes, dándoles así la importancia que no tienen y proveyéndolos de un peligroso protagonismo que no son capaces de ver

No sé si serán secuelas de haber estado enferma pero hoy siento, como Machado, el corazón helado y echo de menos lo que habría dicho mi admirada Almudena ante esta disparatada situación.