22 jun 2014

EVIDENTES, VIDENTES E INVIDENTES.


Hoy es  un día de esos en que sólo me apetece holgazanear y que mejor manera para hacerlo que conectar el televisor; la máquina mejor inventada para quitar las ganas  de pensar, si es que se tienen.

La  tele, en general, no hay por donde cogerla pero la franja de la mañana es especialmente sangrante. No nos olvidemos que la audiencia de esta franja horaria esta compuesta, mayormente, por ancianos, parados y mujeres.

La televisión pública ofrecía la clásica tertulia  en la que, resumiendo, decían que todo va bien, vamos mejorando un montón y recuperándonos de la nefasta política de gobiernos anteriores, que crece la oferta de empleo, que  se prepara una rebaja de impuestos. Ninguno discrepa con contundencia, alguno apunta tímidamente  que no es exactamente así que se han creado puestos de trabajo pero por otro lado el numero de personas ocupadas ha disminuido y que lo de bajar los impuestos es de cara a las próximas elecciones. Todos coinciden en que estamos mejor cada día y más aún con este nuevo rey tan preparado. 

Me voy animando y decido hacer un recorrido por los demás canales privados.

En uno, están hablando de lo mismo. Aquí se comenta que no se puede enjuiciar al gobierno anterior porque no sabemos que habría pasado si se hubiese hecho otra política económica, que hablar de eso son conjeturas. Por otra parte, caen en la cuenta de que Rajoy tampoco es que haya hecho mucho, aunque la culpa de todo es de la crisis que es la auténtica responsable de todo. No se puede culpar a la herencia recibida. Aquí también se habla muy bien del rey, de los dos, de la reina, de las dos y de las infantitas que dicho sea de paso parecen de todo menos españolas con esos ojos claros y el pelo rubio de auténticas princesas de cuento.

Vamos a ver qué pasa con el canal restante. Bueno, bueno, bueno...lo primero que escucho es que el partido del gobierno se ha visto obligado a recortar, no le quedaba otra, que veníamos de “destruir, destruir, destruir...” y que ahora, aunque lentamente, vamos construyendo. Que la monarquía, aunque no está en su mejor momento, es necesaria y se discute sobre el aforamiento del rey saliente. Parece ser que se justifica su impunidad porque hay muchos aforados y él debe de estarlo.
Por supuesto, todos coinciden en que el joven rey está preparado para gobernar y que el pueblo español tiene un buen concepto del nuevo monarca.

Oye, ¿se han puesto todas las teles de acuerdo? Gran Hermano está ¡presente!

¡Y yo que pensaba utilizar la tele como runrún para seguir adormecida! He conseguido todo lo contrario.
Ahora empiezo a cambiar de canal “a voleo” y compruebo otras ofertas matinales de esta televisión plural.
Me encuentro con algunos canales que emiten “Telenovelas”, ahí va una muestra de lo escuchado:
-          “..esta noche Beto me va a presentar a su papa”
-          “..cásate, amiga, cásate y olvídate de todo lo demás...”
Y otra más:
-          “Señora, la señorita anda muy entusiasmada con el joven José Miguel...”
-          “¡Ay! Cuanto me gustaría que sentase la cabeza con alguien como él...”
Hasta aquí, mi aguante en este tema.

Para terminar, encuentro al menos cuatro canales con adivinos, videntes, tarotistas, etc... Que emplean los métodos más peregrinos para  solucionar todo tipo de problemas: económicos, familiares, amorosos, trabajo, salud o cualquier cosa demandada.
Los personajes encargados del tema contestan a todo, sin empacho alguno y con firmeza.
Referente a esto solo  hablaré de un “individuo” que utiliza para ahuyentar el mal rollo, mal fario, mal de ojo o como queramos llamar a cualquier situación angustiosa, una “técnica” llamada: “pasar el agua” que consiste en tener dos vasos de cristal, uno de ellos lleno de agua en el que introduce, acompañándose de rezos pseudo católicos, unas lascas de "cuerno de ciervo bendecido",  lo remueve todo con una cuchara, ( no es broma), luego va pasando el agua al otro vaso, con la misma cuchara, a la vez que va diciendo los “rezos” y los nombres del o los afectados. Todo este trajín no dura más de 3 o 4 minutos. Las llamadas se suceden sin parar.

Una vez visto lo visto y tras comprobar que no era un mal sueño mañanero, tengo que darle la razón al sr presidente, a los señores tertulianos y al sursuncorda; esto va muy requetebién y es normal que ustedes se alegren por ello.

Para que queremos Justicia Social y de la otra si sólo con hacer una llamada telefónica, algo cara eso hay que decirlo,  te echan un trozo de cuerno en agua, y  podemos conseguir cualquier cosa, divina o humana. Aquí me gustaría ver a mí al juez Garzón, con todas sus leyes y con todas sus Justicias Universales.

Igualdad tenemos para dar y tomar, aprendiéndola en esas inefables y ejemplares “escuelas” llamadas telenovelas, reales como la vida misma.

En cuanto a todo lo demás, hay que hacer oídos sordos a  esos malintencionados antisistema que sólo quieren socavar la seguridad económica y la tranquilidad en la que vive ese 20% de la población  que acapara el 50% de los ingresos. Hay que seguir adelante, vamos en el buen camino.


5 jun 2014

PODEMOS Y EL CÓDIGO DA VINCI



Han pasado unas semanas desde las elecciones europeas y desde entonces esto es un no parar.
Dimiten políticos que pierden las elecciones; abdica el rey, apresuradamente, para que su sucesión pueda ser "real", ahora que aún se puede y aparecen nuevos líderes que parecen de verdad. 

Todo esto me parece, como poco, interesante; estamos viviendo momentos históricos verdaderamente importantes.

Entre todo este batiburrillo, están los recién llegados Podemos, formación que, al conseguir de la noche a la mañana cinco representantes en Bruselas, se ha convertido en la “piedra en el zapato” de una gran parte de la casta política cómo ellos la califican.

Que queréis que os diga, a mi me divierte, y mucho, el golpe de efecto absolutamente teatral de Podemos, han quedado descolocados incluso ellos mismos. Su cabeza visible con ese discurso mesiánico, que trae recuerdos del califa rojo, parece tener el don de la ubicuidad y te lo puedes encontrar a cualquier hora en cualquier medio.

Hace mucho tiempo que no sucedía algo que generase tanta polémica y tantos foros de debate. Me recuerda, salvando las distancias, a lo que sucedió con la publicación del Código da Vinci; en ambos casos hay grupos de poder que se han cabreado por encima de sus posibilidades.

Con Podemos ha sido el bipartidismo y aledaños, con el Código da Vinci fue el Opus Dei, exponente extremo de la casta católica.

Los puristas de lo políticamente correcto califican al partido emergente como producto mediático; curiosamente alimentado, por otra parte, por los medios de comunicación sostenidos por “La casta” y de estar financiado por la “extrema izquierda” venezolana.

Los fundamentalistas religiosos acusaban a la novela de Dan Brown de sacrílega, los literatos exquisitos la tildaban de panfleto.

Pues lo dicho, me divirtió lo de Dan Brown y me divierte lo de Pablo Iglesias.
En una sociedad adormecida, acostumbrada a no cuestionarse nada, con una capacidad inimaginable para ir acomodándose a las situaciones más insostenibles, si  surgen fenómenos que remueven las estructuras esas con las que nadie se atreve, hay que alegrarse por que son síntomas de que aún hay salvación.

Puede parecer que estoy frivolizando al comparar ambas cosas pero, en principio, no se diferencian tanto.
Una cuestionó el celibato de Jesucristo quien se habría casado con Maria magdalena ¡Vade retro, Satanás! Se vendieron más de ochenta millones de ejemplares y se tradujo a cuarenta y cuatro idiomas.
Otra, cuestiona la política de relevos, hoy me quito yo para que te pongas tu. Propone eliminar los paraísos fiscales, paralizar desahucios etc...,consigue 1,2 millones de votos.

El Código da Vinci panfleto, best seller conspiranóico o lo que queramos llamarle, consiguió que leyesen personas que nunca habían abierto un libro, eso a mi ya me vale.
Podemos ha conseguido ilusionar a gente que había perdido la ilusión, esto también me vale.


El citado libro y su repercusión mediática, pasó y se olvidó sin más. Nos queda ahora la duda de cual será el futuro de la nueva formación política, se consolidará? Se encastará? Se acomodará? nadie lo sabe; lo seguro es que ha sido un revulsivo, una patada en el culo a los señores de los sillones a quienes no les ha quedado más remedio que moverlo, para dimitir, abdicar o ponerse las pilas si no quieren quedarse fuera de juego.