Hoy es un día de esos en que sólo me apetece
holgazanear y que mejor manera para hacerlo que conectar el televisor; la
máquina mejor inventada para quitar las ganas
de pensar, si es que se tienen.
La tele, en general, no hay por donde cogerla
pero la franja de la mañana es especialmente sangrante. No nos olvidemos que la
audiencia de esta franja horaria esta compuesta, mayormente, por ancianos, parados
y mujeres.
La televisión pública ofrecía la
clásica tertulia en la que, resumiendo, decían que todo va bien, vamos
mejorando un montón y recuperándonos de la nefasta política de gobiernos
anteriores, que crece la oferta de empleo, que
se prepara una rebaja de impuestos. Ninguno discrepa con contundencia,
alguno apunta tímidamente que no es
exactamente así que se han creado puestos de trabajo pero por otro lado el
numero de personas ocupadas ha disminuido y que lo de bajar los impuestos es de
cara a las próximas elecciones. Todos coinciden en que estamos mejor cada día y
más aún con este nuevo rey tan preparado.
Me voy animando y decido hacer un
recorrido por los demás canales privados.
En uno, están hablando de lo
mismo. Aquí se comenta que no se puede enjuiciar al gobierno anterior porque no
sabemos que habría pasado si se hubiese hecho otra política económica, que
hablar de eso son conjeturas. Por otra parte, caen en la cuenta de que Rajoy
tampoco es que haya hecho mucho, aunque la culpa de todo es de la crisis que es
la auténtica responsable de todo. No se puede culpar a la herencia recibida. Aquí
también se habla muy bien del rey, de los dos, de la reina, de las dos y de las
infantitas que dicho sea de paso parecen de todo menos españolas con esos ojos
claros y el pelo rubio de auténticas princesas de cuento.
Vamos a ver qué pasa con el canal
restante. Bueno, bueno, bueno...lo primero que escucho es que el partido del
gobierno se ha visto obligado a recortar, no le quedaba otra, que veníamos de
“destruir, destruir, destruir...” y que ahora, aunque lentamente, vamos
construyendo. Que la monarquía, aunque no está en su mejor momento, es
necesaria y se discute sobre el aforamiento del rey saliente. Parece ser que se
justifica su impunidad porque hay muchos aforados y él debe de estarlo.
Por supuesto, todos coinciden en
que el joven rey está preparado para gobernar y que el pueblo español tiene un
buen concepto del nuevo monarca.
Oye, ¿se han puesto todas las
teles de acuerdo? Gran Hermano está ¡presente!
¡Y yo que pensaba utilizar la
tele como runrún para seguir adormecida! He conseguido todo lo contrario.
Ahora empiezo a cambiar de canal
“a voleo” y compruebo otras ofertas matinales de esta televisión plural.
Me encuentro con algunos canales
que emiten “Telenovelas”, ahí va una muestra de lo escuchado:
-
“..esta noche Beto me va a presentar a su papa”
-
“..cásate, amiga, cásate y olvídate de todo lo demás...”
Y otra más:
-
“Señora, la señorita anda muy entusiasmada con el joven
José Miguel...”
-
“¡Ay! Cuanto me gustaría que sentase la cabeza con
alguien como él...”
Hasta aquí, mi aguante en este
tema.
Para terminar, encuentro al menos
cuatro canales con adivinos, videntes, tarotistas, etc... Que emplean los
métodos más peregrinos para solucionar
todo tipo de problemas: económicos, familiares, amorosos, trabajo, salud o
cualquier cosa demandada.
Los personajes encargados del
tema contestan a todo, sin empacho alguno y con firmeza.
Referente a esto solo hablaré de un “individuo” que utiliza para
ahuyentar el mal rollo, mal fario, mal de ojo o como queramos llamar a
cualquier situación angustiosa, una “técnica” llamada: “pasar el agua”
que consiste en tener dos vasos de cristal, uno de ellos lleno de agua en el
que introduce, acompañándose de rezos pseudo católicos, unas lascas de "cuerno
de ciervo bendecido", lo
remueve todo con una cuchara, ( no es broma), luego va pasando el agua al otro
vaso, con la misma cuchara, a la vez que va diciendo los “rezos” y los nombres
del o los afectados. Todo este trajín no dura más de 3 o 4 minutos. Las
llamadas se suceden sin parar.
Una vez visto lo visto y tras
comprobar que no era un mal sueño mañanero, tengo que darle la razón al sr
presidente, a los señores tertulianos y al sursuncorda; esto va muy requetebién
y es normal que ustedes se alegren por ello.
Para que queremos Justicia Social
y de la otra si sólo con hacer una llamada telefónica, algo cara eso hay que
decirlo, te echan un trozo de cuerno en
agua, y podemos conseguir cualquier
cosa, divina o humana. Aquí me gustaría ver a mí al juez Garzón, con todas sus
leyes y con todas sus Justicias Universales.
Igualdad tenemos para dar y
tomar, aprendiéndola en esas inefables y ejemplares “escuelas” llamadas
telenovelas, reales como la vida misma.
En cuanto a todo lo demás, hay
que hacer oídos sordos a esos malintencionados antisistema que sólo quieren socavar
la seguridad económica y la tranquilidad en la que vive ese 20% de la
población que acapara el 50% de los ingresos.
Hay que seguir adelante, vamos en el buen camino.