No voy a decir aquí lo que pienso sobre el tema Carmena-Errejón, considero que no es el momento.
Si me gustaría comentar algo respecto a todos los escritos, críticas, opiniones vertidas desde que se hizo público el acuerdo entre ambos.
Como digo no voy a hablar de si me parece bien o me parece mal que la actual alcaldesa de Madrid haya dado un mazazo en la figurada mesa de la Izquierda que ha hecho tambalearse a los ideólogos y politólogos de la misma. Creo que ella si es consciente del peligro que corremos si no orientamos bien la brújula.
A pesar de la importancia política que tiene este tema en cuestión, no hay ni una noticia referente al mismo en la que no se haga referencia a la edad de Manuela en tono jocoso-peyorativo "La abuela Carmena" "La septuagenaria alcaldesa" "La abuela que teje tramas" y otros muchos de dudoso gusto refiriéndose a su relación con el joven político. Estos calificativos han sido empleados en medios de todos los colores, unos con mas "cariño" que otros.
Me provoca tristeza ver como se trata a la política en activo que más puede demostrar su eficacia a lo largo de toda su trayectoria; ahora como alcaldesa de Madrid, antes como jueza y mucho antes como abogada comprometida con las causas mas difíciles (no olvidemos que Manuela Carmena trabajaba en el bufete de los abogados laboralistas asesinados en Enero de 1977, la llamada "Matanza de Atocha) en tiempos duros para ejercer una mujer abogada, de izquierdas, (por aquellos años pertenecía al aun no legalizado PCE).
Porqué cuando es una mujer la que toma decisiones cruciales e importantes en política, nunca es nombrada por lo que es y se intenta minimizar, diluir su importancia con chascarrillos casi ofensivos.
Imagino que todos estos comentarios en los medios, a la alcaldesa de Madrid le dan bastante igual, pero no deja de ser significativo que en una sociedad como la actual, supuestamente madura. democrática e igualitaria, se siga recurriendo a la broma fácil cuando se trata de una mujer.
Nunca escuché decir de Fraga o de Carrillo, por poner dos ejemplos totalmente distintos "el inefable abuelete Carrillo" o "el octogenario Fraga sigue en la brecha en vez de jugar a la petanca".
Creo que Manuela Carmena merece todo el respeto (el mío por supuesto) como persona, como jurista y como política, independientemente de lo que ponga su carné de identidad.
La matanza de Atocha en el recuerdo de Manuela Carmena