En los años cincuenta nacía un semanario de sucesos, apoyado por el aparato propagandista del régimen, que se llamó “El Caso”.
Su cometido, además de informar, era sobre todo amedrentar a los ciudadanos españoles que ya vivían lo suficientemente asustados en aquellos tiempos.
Sus páginas estaban llenas de toda clase de sucesos escabrosos, el morbo era su fuente de inspiración.
Crímenes a cual más espeluznante: hombres que degollaban a sus esposas, mujeres que envenenaban a sus maridos, madres y padres asesinos, parricidios, algún que otro clérigo que se excedía en sus “atenciones” con los niños, secuestros, robos etc. Noticias ilustradas con sus respectivas fotos del lugar de los hechos y sus protagonistas.
Recuerdo un verano en el que este semanario mas todos los demás medios, escasos y serviles, de comunicación, consiguieron mantenernos entretenidos y temerosos gracias al gran despliegue que hicieron con las andanzas de un conocido delincuente, “El Lute”, este personaje se convirtió en la encarnación del diablo. Las puertas de las casas permanecían cerradas a cal y canto y, entre susurros, no se hablaba de otra cosa. La pareja de la Guardia Civil paseaba las calles continuamente y las estaciones del tren permanecían vigiladas de día y de noche.
Mientras, se extendía por España un negro manto de represión y violencia legal, las cárceles estaban llenas de presos políticos, muchos de ellos “suicidados contra su voluntad”. Eran también tiempo de bonanza para las grandes fortunas, aparecian grupos empresariales que comenzaban a hacer su “Agosto”.
No puedo evitar ver cierto paralelismo con lo que estamos viviendo.
No hay día que no nos despertemos con una noticia de esas que tocan los sentimientos y emociones más atávicas del ser humano: asesinatos de mujeres, madres que abandonan bebes en la basura, padres o madres que matan a sus hijos, asaltos a viviendas por grupos de mafias extranjeras etc.
Todo esto con el agravante de que son infinitos los medios de divulgar estas “serpientes de verano' que este año son especialmente venenosas.
Nadie habla ya de Grecia, de la ley mordaza, de Palestina, de Libia, de los saharauis, de Guantánamo, del Ebola, de los desahucios, de los niños con desnutrición, de los dependientes, de los recortes en las políticas de igualdad…..
En verano no pasa nada.
Quienes nos gobiernan disfrutan de unas placenteras vacaciones, pagadas por quienes no tenemos ni un duro, que sonreímos resignados al verles lucir sus alimentadas figuras mientras fuman cigarros socialistas.
Paralelamente, en las cloacas del estado, se prepara otro saqueo al fondo de pensiones que dejará a generaciones de trabajadores y trabajadoras en la precariedad más infame cuando les llegue la jubilación.
En los años 50/60 estábamos sometidos por un tirano, por un gobierno dictador y absolutista, los que disentían, la izquierda, estaban en el exilio, en la cárcel o en “libertad vigilada”.
Pero, qué está pasando ahora? En el año 2015. El gobierno que padecemos ha sido elegido democráticamente y según las últimas encuestas si se celebraran elecciones seguiría siendo el partido ganador.
Dónde está la alternativa a este desastre? Dónde está la izquierda? No está en prisión ni en el exilio. Donde se ha metido? Existe?
Dónde están los que decían que podían, cuando están comprobando que cada vez pueden menos?
Dónde están quienes dicen que apuestan por la libertad y el cambio pero temen abandonar la seguridad de lo conocido?
Dónde están los que, tienen al mando un líder que se “arropa” con una enorme bandera bicolor?
Desearía que estuviesen replegados, organizándose unidos, y que, cuando llegue el momento, planten cara a la indecencia, trabajando juntos para recuperar la dignidad de la que se nos está despojando.
Mientras, las serpientes retozan cara al sol, con la certeza de que el futuro (y el dinero) seguirá en sus manos.